Diana de Gales abandonó sonriente el hospital de San Mary, Paddington, con su hijo recién nacido en sus brazos, el príncipe Guillermo, que llegó al mundo en el citado centro médico el 21 de junio de 1982 a las 9 de la noche, y acompañada por su marido, el príncipe Carlos.
Primer retrato oficial del príncipe Guillermo con sus padres. Pocas semanas antes del nacimiento del Príncipe, Diana de Gales, que siempre fue una gran aficionada a la escritura, comenzó a escribir fragmentos a su hijo en los que expresaba todas las ilusiones y los sueños que empezaba a poner en él. En ella, la Princesa exponía una serie de consejos y le expresaba su incondicional apoyo y comprensión. Una de las frases más emotivas de la carta decía: “Todas mis esperanzas están puestas en ti, Guillermo”.
El primer hijo de los Príncipes de Gales recibió el nombre de William Arthur Philip Louis en su bautizo que se celebró en el palacio de Buckingham. Tuvo doce padrinos, seis hombres y seis mujeres, entre los que figuran Constantino de Grecia, lord Rumsey, la duquesa de Westmister, sir Laurens van der Post y lord Mountbatten.
La felicidad de la princesa Diana fueron sus hijos. Guillermo y Harry de Inglaterra conseguían arrancar las sonrisas más tiernas de la Princesa.
Los Príncipes de Gales no quisieron encomendar a otros las labores de educación de su hijo (y el disfrute de ver cómo el niño iba creciendo, aprendiendo, constituyéndose en persona adulta)
También Diana de Gales trató de compatibilizar sus compromisos oficiales como Princesa con su papel de madre. Así que los viajes alrededor del mundo comenzaron pronto para el principe Guillermo, con tan sólo nueve meses cuando se unió a sus padres en una visita a Nueva Zelanda
Mantuvo siempre Diana de Gales la candidez y la ternura de una niña perdida y solitaria. De alguna forma, y aunque con los años Diana se hubiera revelado como una mujer solidaria y físicamente poderosa, el rasgo de la inocencia siguió presente en ella hasta el último momento
El príncipe Carlos y la princesa Diana posan en los jardines del palacio de Kensington con su hijo mayor, el príncipe Guillermo, con motivo de su segundo cumpleaños.
De los Príncipes de Gales era la princesa Diana la que estaba más unida a sus hijos. Como si tomase ejemplo de la relación cálida y llena de demostraciones físicas de cariño que ella tenía con los príncipes Guillermo y Harry, desde que ella murió el príncipe Carlos ha evolucionado desde la distante figura de la niñez hasta convertirse en un hombre que no teme abrazar a sus hijos adolescentes en público.
Diana de Gales era de la clase de Princesas que cuando cierran su agenda oficial se ocupan de ser tan sólo esposas y madres. En esta imagen, la Princesa con sus hijos a su llegada al aeropuerto de Aberdeen para comenzar sus vacaciones de verano en Escocia.
Diana de Gales quiso que los príncipes Guillermo y Harry se relacionaran con otros miembros reales de Europa a muy corta edad. La Princesa y sus hijos pasaron unos días con la Familia Real española en Marivent durante un viaje a Mallorca en 1986.
Tan corriente era ver a la princesa Diana inmersa en sus causas humanitarias como en su faceta de madre. En la imagen, la princesa Diana acompaña al pequeño Guillermo al colegio un nevado día de invierno.
No les faltó nunca a los príncipes Guillermo y Harry el apoyo de la princesa Diana en la vuelta al cole. Como cualquier otra madre, la Princesa de Gales acompañaba a sus hijos al colegio Wetherby de Londres en el primer día de clase.
Diana de Gales inculcó a sus hijos la dedicación en el trabajo en cada acto oficial y su pasión por el esquí en unas vacaciones blancas en la estación de Lech, Austria.
La mirada siempre atenta de la princesa Diana hacia sus hijos mientras presenciaban en el palco real los Campeonatos de Tenis de Wimbledon.
A Diana de Gales hacía feliz compartir su tiempo (oficial y de ocio) con sus hijos. En la imagen, la princesa Diana con los príncipes Guillermo y Harry en Toronto durante su visita a Canadá.
Diana de Gales fue proclamada por la prensa la Princesa del pueblo por gestos de afecto espontáneos, fuera de todo protocolo, hacia propios y extraños, como este super abrazo a sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry
Cualquier momento era bueno para demostrar su cariño a sus hijos. En la imagen, la princesa Diana y el príncipe Guillermo, fundidos en un cálido y estrecho abrazo en su visita a Toronto, Canadá.
Diana de Gales también se apoyó en sus hijos en los momentos difíciles de la vida. En la imagen, la Princesa acude con los príncipes Guillermo y Harry al servicio religioso en memoria del Conde Spencer, padre de lady Diana, en la iglesia St Margaret's en Westminster.
Diana de Gales derrocha entusiasmo en los planes familiares con sus hijos, como en las divertidas excursiones a parques de atracciones con los príncipes Guillermo y Harry
Guillermo y Harry de Inglaterra aprendieron el oficio de Príncipes de la mejor maestra, la Princesa del pueblo. Cada acto oficial en el que los niños acompañaban a la Princesa de Gales era una lección magistral. En la imagen, los dos hermanos contemplan a la princesa Diana saludar con enorme afecto a sus admiradores después de que la Familia Real inglesa asistiera al servicio religioso de Navidad en Sandringham.
Los Príncipes de Gales presenciaron con sus hijos en agosto de 1995 los actos conmemorativos de la victoria anglosajona de la Segunda Guerra Mundial, cuando el príncipe Guillermo era un apuesto estudiante de Eton de trece años y gran atractivo
La mirada de orgullo de Diana de Gales hacia su hijo, el príncipe Guillermo, que cumple con la tradición de Eton de firmar el libro antes de comenzar sus estudios en este colegio.
La desaparición de la Princesa en un trágico accidente de coche no solo causó una gran conmoción en el pueblo británico, sino que transformó la vida en el Palacio de Windsor.
La pérdida de su madre les rompió el corazón a los príncipes Guillermo y Harry, que eran unos niños cuando ocurrió la tragedia, y les hizo cambiar a los dos. Pero ambos mostraron durante los funerales de su madre entereza y agradecimiento a todo el país por sus muestras de cariño y apoyo. Hoy, se han convertido en unos jóvenes alegres y con gran entusiasmo ante la vida.
El príncipe Guillermo ha demostrado la ternura de su madre en las ocasiones que así lo requerían. Si Diana de Gales era considerada la Princesa del Pueblo era por su entrega incondicional a los más necesitados, a los enfermos, a los niños, a las mujeres, a los mayores... Un don que sus hijos también han heredado.
La habilidad de hechizar a gente de todas las condiciones sociales y el don de la empatía son virtudes de Diana de Gales que demuestra también el príncipe Guillermo en sus actos oficiales y apariciones públicas. Al igual que ella, el Príncipe es compasivo, solidario, responsable, dulce... Combina a la perfección sus compromisos dinásticos y las limitaciones que éstos implican con la informalidad y el saber disfrutar de cada momento. Es, indudablemente, una buena mezcla de los Windsor y los Spencer. Impecable cuando la situación lo requiere, pero con una actitud valiente, despreocupada y de aventura ante la vida.
Nunca se llega a superar la ausencia de un ser querido, quizá menos que ninguna la de una madre. "No hay un sólo día en el que no pensemos en nuestra madre", declaraban Guillermo y Harry de Inglaterra en el décimo aniversario de su muerte de la princesa Diana. Una fecha que quisieron marcar con un macroconcierto en su memoria en el estadio de Wembley. "Este concierto representa todo lo que nuestra madre amaba en su vida. La música, la danza, la caridad, la familia y los amigos", dijo el príncipe Guillermo en un pequeño discurso de bienvenida, en el que estuvo acompañado por su hermano pequeño, el príncipe Harry.