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A lo largo de su vida, la reina Victoria tuvo un gran aprecio por los abanicos, los cuales eran además de un accesorio de moda, auténticas obras de arte. Este abanico es un claro ejemplo. Data del 1750, fue pintado por una pareja de la corte y el príncipe Alberto se lo regaló en la época de su boda
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Este broche fue un regalo de Alberto que Victoria llevó el día de su boda. El día antes ella dijo que lo llevaría y lo describió en el diario como “un espléndido broche, con un gran zafiro rodeado de diamantes, realmente bonito”
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Victoria no fue la única mujer que se puso joyas especiales en su boda. Este broche con forma de águila fue un regalo que lucieron las 12 damas de honor que la acompañaron en el altar. Tiene un significado especial: la turquesa y las perlas representan el amor verdadero, los rubíes la pasión y los diamantes la eternidad
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En la fiesta Stuart Ball del Palacio de Buckingham, el artista Eugene Lami pintó la tercera fiesta de disfraces organizada por Victoria y Alberto. El evento, que tuvo lugar el 13 de julio de 1851, estaba basado en el reinado de Carlos II, y tanto los vestidos como los bailes fueron del siglo XVII
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Un símbolo de su amor a lo largo de los años son las piezas que forman este conjunto de joyas, todas regalos que Victoria recibió desde 1839 a 1846. Son regalos que van desde su compromiso, cuando Alberto le entregó un broche de oro y porcelana con la forma de una flor de naranjo, hasta febrero de 1846, cuando este conjunto de joyas fue completado con el una corona, como regalo de aniversario. Victoria lució piezas de este set de joyas en cada aniversario de boda que celebró con su marido, antes de que muriera, en 1861
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En este retrato, el artista de la corte Franz Xaver Winterhalter pintó a una joven y moderna reina Victoria. En su diario, ella se refería a este retrato como “el cuadro secreto”, y era una sorpresa para regalarle al príncipe Alberto por su 24 cumpleaños. Fue colgado en la sala de espera del Príncipe del palacio de Windsor y Victoria lo llamó “el cuadro favorito de mi querido Alberto"
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Otro trabajo del artista Franz Xaver Winterhalter, un retrato de Victoria y Alberto como padres en 1846. El cuadro, que fue colgado en el comedor de Osborne House y tiene un simbolismo monárquico, ya que muestra una imagen de la Reina en su doble faceta de madre y soberana
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El 11 de mayo de 1854, la Reina y el Príncipe fueron fotografiados después de una ceremonia oficial. Estas imágenes fueron el primer retrato que Victoria como monarca, al igual que como mujer y madre. Las fotografías fueron tomadas por Roger Fenton, quien fue también el encargado de fotografiar los momentos familiares y del día a día de la pareja
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En 1839, el príncipe Alberto compuso la canción Dem Fernen, que significaba “la distancia única”. El envió la partitura a Victoria en enero de 1840, justo un mes antes de su boda
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El artista Eugene Lami también trabajó como diseñador de la fiesta de disfraces Stuart Ball, diseñando un vestido para la reina Victoria. Se cree que la seda vino de Francia, mientras que la enagua fue hecha en la India. El encaje era como el que se hacía en Irlanda e imitaba el estilo veneciano del siglo XVII. Este vestido es la prenda más llamativa que se conserva del armario de la Reina
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