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Formando una atractiva comitiva llegaban, muy sonrientes, al templo los príncipes Guillermo y Harry, las princesas Beatriz y Eugenia, sus primos Zara y Peter Phillips, acompañado por su esposa, Autumn Kelly
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Isabel II demostró, una vez más, su debilidad por los más pequeños
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Tampoco pasaron inadvertidos los cuidados estilismos de las nietas de Isabel II
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Uno de los más aclamados de la familia fue el príncipe Guillermo, al que numerosos lugareños quisieron saludar
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La princesa Beatriz charló durante un largo rato con su tía, la Duquesa de Wessex
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La princesa Eugenia eligió un vistoso sombrero, al igual que su hermana
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Carlos de Inglaterra y su esposa también asistieron al tradicional oficio religioso
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En Sandringham estuvieron todos los hijos de la Reina de Inglaterra
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