El Príncipe Guillermo y Kate Middleton celebrarán su 14º aniversario de bodas el próximo 29 de abril y lo harán durante un viaje oficial que realizarán a Escocia, un lugar lleno de significado para ellos, ya que fue precisamente allí donde se conocieron, cuando compartían clase y casa en la universidad pública de St. Andrew. Durante su visita oficial, no usarán su título habitual de príncipes de Gales, sino que serán conocidos como los duques de Rothesay, que les distingue como herederos de la corona británica en suelo escocés. Esta es una historia interesante sobre un título que es tan antiguo como el de duque de Cornualles, pero infinitamente menos lucrativo.
Los príncipes de Gales han anunciado un viaje oficial para los días 29 y 30 de abril, una actividad que resulta relevante teniendo en cuenta que Kate había vuelto a la agenda oficial, pero no a los viajes, así que se analiza como una muestra más del proceso de su recuperación. Hay que recordar que la mayor parte del año pasado estuvo de baja médica para someterse a un tratamiento contra el cáncer, sin embargo, en lo que va de 2025, ya han trascendido al menos dos viajes privados y familiares, uno a una exótica isla del Caribe, y otro a la estación de esquí de Courchevel, una escapada que les costó un disgusto porque las fotos de su retiro nevado salieron públicas en prensa francesa.
Este próximo viaje coincide además con el 14º aniversario de bodas y van con un programa que incluye actividades en la isla de Mull, visitando pueblos, mercados y granjas tradicionales, y que centrará buena parte de las actividades del segundo día en los bosques y el apoyo y fomento de las comunidades rurales, algo que viene al hilo de la conexión con la naturaleza que Kate ha desarrollado a raíz de su enfermedad y que para ella ha sido vital en su recuperación.
La curiosidad que encierra este viaje es que los príncipes de Gales durante dos días dejarán de usar ese título para convertirse en los duques de Rothesay, una peculiaridad histórica que deriva del propio sistema de títulos que emana de las cuatro naciones constitutivas del Reino Unido: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Es unificación, que comenzó en la Edad Media, es una historia llena de política, diplomacia, sangre e inevitablemente los conflictos propios de una conquista, ya que a medida que el Reino de Inglaterra fue avanzando sobre los otros reinos fueron asumiendo como suyos los títulos de los reyes y príncipes de la zona.
Así que, aunque Guillermo es el príncipe de Gales en todo el país, como medida de preservar la identidad propia del pueblo escocés, allí usa el título de Rothesay. Eso sin olvidar que también conserva todos los títulos que le dio Isabel II con motivo de su boda, que también están vinculados con esos territorios: duque de Cambridge (Inglaterra), conde de Strathearn (Escocia) y barón Carrickfergus (Irlanda del Norte). A estos, tras el ascenso de Carlos III al trono, el príncipe Guillermo sumó los que legítimamente le pertenecen por ser inherentes a su papel como heredero de la Corona británica y que no son, como los anteriores, de designación personal por parte del soberano. Esos son, además, del de duque de Rothesay, el de Príncipe de Gales y duque de Cornualles, siendo este último el más interesante de todos, ya que lleva aparejada una cartera de inversiones, tierras, fincas y propiedades que lo han convertido en uno de los hombres más ricos del país.