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Meghan Markle lleva un 2025 imparable, donde se han visto materializarse muchos de sus proyectos. La Duquesa, en compañía del príncipe Harry, acaba de reaparecer en la Cumbre Time100 en Nueva York, donde se han mostrado especialmente sonrientes y unidos, a pesar de todos los frentes que tienen abiertos. El último, que afecta a la exactriz, es una nueva supuesta sospecha de plagio.
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En septiembre de 2020, los Sussex, a través de Archewell Productions, firmaron un lucrativo contrato con la plataforma de streaming Netflix. Desde entonces han hecho varios documentales, los más populares, Harry y Meghan, donde contaban su salida de la Familia Real británica, y Con amor, Meghan, una serie sobre cocina y estilo de vida. Pero hay otros más, como una serie infantil con el nombre provisional de Pearl. Tras una importante pérdida de suscriptores y, por tanto, de dinero, Netflix canceló el programa, del que la Duquesa era productora ejecutiva junto a David Furnish, marido de Elton John. Pearl era una serie de dibujos animados sobre una niña “que aprende a asumir su poder y encuentra inspiración en mujeres influyentes a lo largo de la historia”.
Al parecer, la autora británica, Mel Eliott, ha revelado que había enviado una carta señalando lo que ella consideraba “similitudes sorprendentes” entre el espacio audiovisual de Meghan y su trabajo, sugiriendo una posible infracción de los derechos de autor en relación con su propia creación: una niña británica llamada Pearl Power. “Meghan es una feminista que defiende a otras mujeres, así que me sentí decepcionada y confundida al ver cómo de similar era el programa propuesto por Netflix con Pearl Power, que había sido creado site años antes. Por supuesto, no puedo saber si alguien de su equipo lo había visto y si se había inspirado en él, pero las similitudes eran demasiado grandes para que yo pudiera ignorarlas. El mundo de las artes y los medios de comunicación es muy competitivo y me temo que es bastante habitual que gente poderosa copie el trabajo de creativos menos conocidos, aunque no digo que eso sea lo que ocurrió aquí. Lo que más me entristeció fue que, después de haber informado de las similitudes entre mi Pearl y la Pearl de Meghan a Netflix y Archewell, nunca se me atendió. Ni Netflix ni Archewell me respondieron cuando me hubiera encantado contribuir y colaborar”.
Cuando se anunció este programa infantil de Meghan, Mel ya había escrito tres libros de Pearl Power, publicados en 2014, 2015 y 2016. El tercero, de hecho, fue un éxito rotundo, traducido al japonés, al mandarín, al coreano, al francés, al español, al italiano y al holandés, además de publicarse en Reino Unido y en Estados Unidos.
Otros supuestos plagios
Esta no es la primera vez que la duquesa Meghan es acusada de plagio. El pasado febrero, también estuvo en el ojo del huracán por haber sido acusada de copiar un formato muy parecido al que había hecho Pamela Anderson. La estrella de Los vigilantes de la playa lanzó en 2023, dos años antes que Meghan, su programa de cocina titulado Pamela’s Cooking with Love (Pamela cocina con amor), un título y una estética muy parecida al de la mujer del príncipe Harry.
Al poco de sacar su marca, llamada As Ever, el Ayuntamiento de Porreres, en Mallorca, anunció que estudiaba sus opciones legales para conseguir que la duquesa de Sussex retirara su logo que aseguran que es parecido al escudo de la localidad. Las dos imágenes tienen una palmera en el centro y en el caso de Meghan, dos colibríes, mientras que en el caso de Porreres, dos golondrinas. “Denunciar por plagio es complicado y costoso y un Ayuntamiento pequeño como el nuestro no está para luchar contra la Corona inglesa”, manifestó también en febrero Xisca Mora, alcaldesa del municipio.