Esta semana, Carlos III y la reina Camilla realizaron su esperado viaje oficial a Italia durante cuatro días -de lunes a jueves- donde acometieron una intensa agenda de actos y visitas institucionales, además de celebrar allí su 20º aniversario de boda. En uno de esos compromisos que tuvieron en el país transalpino, el soberano inglés de 76 años dejó una llamativa frase que aún resuena y que ha generado cierta inquietud sobre su estado de salud.
Ocurría en la última jornada durante su encuentro con representantes de la Circular Bioeconomy Alliance (CBA), de quienes quiso conocer su trabajo relacionado con la biodiversidad, el cambio climático y el cuidado del medio ambiente. Como parte de esa reunión, el monarca británico debía plantar un árbol en los jardines de Villa Wolkonsky en Roma, donado por el presidente Sergio Mattarella de su finca de Castelporziano.
El padre de los príncipes Guillermo y Harry se puso entonces manos a la obra, pala en mano y echando tierra sobre las raíces de la planta. Tras ello, hacía un comentario ante el personal de la embajada británica que tenía delante, palabras que pronunciaba en tono desenfadado pero que no dejaban indiferente a nadie. "Bueno, uno más, espero vivir lo suficiente como para ver crecer un poco este árbol", decía sin perder la sonrisa. "Necesita un poco de agua", apostillaba, para después inaugurar una placa conmemorativa.
Aunque lo dicho por el Rey se enmarcaba en un ambiente distendido y ponía de manifiesto una vez más su característico sentido del humor, cabe recordar que este se sigue tratando del cáncer de próstata que padece y que le fue diagnosticado en el invierno de 2024. De hecho, el pasado febrero, tuvo que pasar de urgencia por el hospital tras una complicación con la medicación que recibe. Por eso, aunque ahora se trataba de una broma que hacía sobre él mismo, la preocupación se ha hecho latente tanto dentro como fuera de Reino Unido y sigue habiendo muchas incógnitas sobre cuando podrá dejar atrás definitivamente la enfermedad.
Durante su estancia en Italia, los 'royals' también tuvieron la oportunidad de verse cara a cara con el Papa Francisco, quien aún sigue convaleciente después de haber mantenido en vilo al mundo entero por su delicada situación. Antes de partir de vuela a Gran Bretaña, Carlos y Camilla mantenían una audiencia privada con el Pontífice en la Casa Santa Marta del Vaticano, donde el líder religioso se está recuperando desde hace más de dos semanas desde que fuera dado de alta del hospital Gemelli aquejado de una neumonía bilateral.
En la emotiva cita, donde se intercambiaron regalos con el santo padre, se desearon mutuamente lo mejor mientras el Palacio de Buckingham compartía después una imagen de lo vivido. “Un momento muy especial para Sus Majestades, que estaban profundamente conmovidos por las amables observaciones del Papa sobre su 20º aniversario de bodas”, decía el texto que acompañaba a la foto. Es decir, que en esa amistosa charla que mantuvieron los tres, hablaron sobre las dos décadas que la pareja lleva unida en matrimonio, lo que denota que el tono de la conversación entre ellos fue de lo más personal.