Difícilmente podrán olvidar los reyes Carlos y Camilla su 20 aniversario de boda. Celebran esta señalada fecha tras sus meses más complicados, marcados por el diagnóstico de cáncer del monarca. Además, no brindan por estas dos décadas de unión en la intimidad, como han hecho hasta ahora. Lo hacen en un momento de máxima expectación, en el que todas las miradas están puestas sobre ellos, ya que acuden a una cena de gala enmarcada en el viaje de Estado que están haciendo en Italia, el primero de su reinado.
El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, ha ejercido de anfitrión junto a su hija Laura, que ejerce de primera dama porque su esposa murió en 2012. Han recibido a los Reyes de Inglaterra en el Palacio del Quirinal, una de las tres residencias presidenciales oficiales. Para darles la bienvenida, ha recordado que los lazos de los Windsor con Italia vienen de lejos. "Me complace enormemente poder darle la bienvenida a los salones donde, en 1961, la joven Reina Isabel asistió a un banquete en su honor, con ocasión de una histórica visita de Estado que aún permanece en el corazón del pueblo italiano. En aquella ocasión, la Reina quiso subrayar las interacciones entre nuestras civilizaciones, para luego volver a Italia muchas otras veces, como testimonio de un deseo común de seguir fortaleciendo nuestros lazos históricos", ha resaltado.
La reina Camilla estaba radiante con un vestido de encaje verde de Fiona Clare que ha combinado con una joya impresionante y muy significativa: un collar de turquesas y diamantes que perteneció a su madre, Rosalind Shand. Por su parte, Carlos III llevaba la Orden del Mérito del Reino Unido y la estrella de la OMRI (Orden del Mérito Italiana).
La velada ha reunido a 150 invitados. Entre los asistentes, había nombres tan conocidos como el cantante Andrea Bocelli y el empresario John Elkann. Ante todos ellos, Carlos III ha pronunciado un simpático discurso dirigido al mandatario: "Sé que usted también está celebrando un aniversario importante, señor presidente. Permítame, pues, rendirle homenaje por sus diez años de presidencia, los más largos en Italia, y por la gran estima y afecto de que goza. ¡Es muy amable de su parte organizar esta pequeña cena romántica a la luz de las velas para dos!". Sus divertidas palabras han causado la risa de todos los allí presentes.
Durante la cena, en el Salone delle Feste, se ha servido el siguiente menú: verduras de la finca presidencial de Castelporziano para empezar, luego botones de caponata de berenjena, lubina en costra de sal con alcachofas fritas, flores de calabacín y patatas. Para terminar tarta helada de fiordilatte y frambuesas. Los chefs han diseñado los platos teniendo en cuenta los gustos personales de Carlos III. Firme defensor de la agricultura orgánica, sigue una dieta basada principalmente en verduras y suele desayunar fruta, especialmente recolectada de sus jardines de Highgrove.
El Quirinal que ha acogido esta velada destaca por ser el sexto más grande del mundo. Tiene una superficie de 110.500 metros cuadrados y, por lo tanto, es 20 veces más grande que la Casa Blanca. Además, es uno de los edificios más visitados de Roma, ya que supone un gran atractivo su arquitectura, obra de Domenico Fontana, Carlo Maderno y Gian Lorenzo Bernini. En su interior hay importantes colecciones de arte como pinturas, estatuas, tapices, carruajes, relojes de la época de Luis XIV, piezas de porcelana. Lo rodean cuatro hectáreas de jardines del siglo XVI, con parterres geométricos y una rica colección de especies arbóreas. Cada domingo atrae a cientos de personas el cambio de guardia, en el que participa la Banda de la Guardia di Finanza.
Su encuentro sorpresa con el papa Francisco
Antes de la cena, el soberano y su esposa han tenido un encuentro privado con el papa Francisco, que los ha recibido en su hogar, Casa Santa Marta, donde se recupera tras su ingreso. "El Papa Francisco se reunió en privado con Sus Majestades y tuvo la oportunidad de expresar sus mejores deseos a Sus Majestades con motivo del aniversario de su boda y correspondió a sus deseos de una pronta recuperación de su salud", han indicado desde El Vaticano.
Por su parte, desde Buckingham han explicado que "Sus Majestades estaban encantados de que el Papa se encontrara lo suficientemente bien como para hospedarlos y de haber tenido la oportunidad de compartir sus mejores deseos en persona". Esta visita ha durado 20 minutos y ha sido una sorpresa, ya que el programa de los Reyes en Italia se modificó para eliminar su cita con el Sumo Pontífice, siguiendo las recomendaciones médicas.
Las celebraciones por su vigésimo aniversario comenzaron pro adelantado la tarde del lunes, la misma en la que Carlos III y la reina Camilla llegaron a Roma. Poco después aterrizar en el aeropuerto romano de Ciampino, protagonizaron unas imágenes para el recuerdo. "Al comenzar nuestra primera visita a Italia como Reyes, estamos deseando celebrar nuestro vigésimo aniversario de boda en un lugar tan especial, ¡y con gente tan maravillosa!", aseguraban. En los jardines de Villa Wollonsky, residencia oficial del Embajador del Reino Unido en la capital italiana y su hogar estos días, posaron para el fotógrafo Chris Jackson. La esposa del monarca lució un vestido blanco y beige de Anna Valentine.