Durante su visita a Reino Unido, el príncipe Harry ha llegado este martes a los Tribunales Reales de Justicia para afrontar el último capítulo en su batalla sobre el tema que afecta a su seguridad en su país natal. Se cree que llegó a Londres el domingo, apenas horas antes de que su padre, el rey Carlos, partiera hacia Italia con su esposa, la reina Camila, para su visita de Estado de cuatro días. Por ahora, se desconoce si el duque de Sussex tuvo algún tipo de encuentro privado con el monarca.
El hermano pequeño de Guillermo de Inglaterra llegaba hoy en coche a los juzgados ubicados en el centro de la capital británica para una audiencia de dos días, siendo fotografiado al entrar y mientras hacía un breve gesto de saludo con las manos. Aparentemente relajado y, a ratos, sonriente, en este día lucía un traje azul marino, camisa blanca y corbata con estampados a juego.
El 'royal', de 40 años, emprendió acciones legales contra el Ministerio del Interior británico por la decisión tomada en febrero de 2020 por parte del Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas (Ravec), donde se estipulaba que este debería recibir un menor grado de protección -financiada por los contribuyentes- cuando se encuentre en Gran Bretaña.
El Gobierno desestimó en su día la reclamación del Príncipe, dando la razón a Ravec sobre el hecho de que la protección policial personal a este debe ser "a medida" y considerada "caso por caso". Una decisión comunicada al Tribunal Superior que se tomó como resultado del cambio de "estatus" del duque de Sussex, después de que este dejara de ser "miembro activo de la Familia Real" británica tras su mudanza a Norteamérica con su mujer, Meghan Markle, en enero de 2020.
Harry quiere seguridad para que sus hijos puedan conocer su país de origen
En una sentencia de febrero del año pasado, el juez retirado del Tribunal Superior Sir Peter Lane también concluyó que el enfoque de Ravec era proporcional y justo. De hecho, en su fallo de 52 páginas, señaló que los abogados de Harry habían hecho "una interpretación inapropiada" del proceso. El equipo legal del Príncipe apeló entonces esta sentencia que rebaja su seguridad cuando pise suelo británico, y este tiene claro su objetivo: "Es simple. Quiere que sus hijos (Archie y Lilibet) puedan conocer algún día su país de origen sin ningún peligro, y él pueda seguir desarrollando sus patrocinios y su importante labor”, apuntan desde su entorno a HELLO!
Tras desligarse de sus funciones en la Corona, Harry sabía perfectamente lo que perdería con ello, pero no quería que esto afectara al hecho de tener escoltas cada vez que visite su tierra. "Les rogué que no me quitaran la protección policial armada que me acompañaba desde que nací", llegó a relatar él mismo en su libro biográfico Spare. De momento, en lo que respecta al juicio, el hijo menor de la recordada Diana de Gales ha tenido que abonar más de un millón de euros por las costas legales, tras salir perdedor en una primera instancia.
"El Duque no pide un trato preferencial, sino una aplicación de las propias reglas del Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas", dijo su portavoz. Ahora, si sale victorioso tras la apelación, esto podría allanar el camino para tender puentes con su padre y llevar a sus hijos para que visiten a su abuelo. “Este caso judicial es de fundamental importancia para él en términos familiares”, subrayan fuentes próximas a él.