El príncipe Harry siempre se ha alineado con los valores de su madre, la recordada princesa Diana. Es uno de los dos herederos naturales de su legado y sigue trabajando en las áreas que más interesaban a la Princesa, como eran los enfermos de VIH. Siguiendo su ejemplo solidario, Harry creó en 2006, junto con el príncipe Seeiso de Lesoto, la organización Senteable, que ayuda a los niños huérfanos del sur de África enfermos de Sida a salir de la pobreza. Es, junto con los Juegos Invictus, el otro gran pilar de su labor filantrópica y ahora se ha visto salpicado por una gran polémica que le ha obligado a abandonar esta fundación.
La sorpresa ha venido después de que este martes por la noche anunciara que había tomado la “devastadora” decisión de retirarse de su propia organización tras una polémica interna “impensable” y en medio de luchas internas. Tras 19 años en el cargo, Harry ha decidido dejar de capitanear Senteable en solidaridad con su otro fundador y todo el equipo directivo después de que “la relación entre los administradores de la organización benéfica y la presidenta del consejo se rompiera sin posibilidad de reconciliación, creando una situación insostenible”. “Lo que ha ocurrido es impensable. Nos sorprende tener que hacer esto”, han dicho ambos príncipes en una declaración conjunta aún no publicada oficialmente, pero de la que se ha hecho eco la prensa británica.
“Hace casi 20 años, fundamos Sentebale en honor a nuestras madres. Sentebale significa ‘no me olvides’ en sesotho, el idioma local de Lesoto, y es lo que siempre hemos prometido a los jóvenes a los que hemos ayudado a través de esta entidad. Hoy no es la excepción. Con gran pesar, hemos renunciado a nuestras funciones como patronos de la organización hasta nuevo aviso, en apoyo y solidaridad con la junta directiva, que ha tenido que hacer lo mismo. Es devastador que la relación entre los administradores de la entidad y el presidente de la junta se haya deteriorado irremediablemente, creando una situación insostenible”. Hace unas horas, un portavoz de Sentebale dijo que la fundación había llevado a cabo una “reestructuración” de su junta directiva como “confirmación de su estrategia de redistribuir los roles superiores para que estén cerca de la mayor parte del equipo y los programa en el sur de África”.
Acusaciones de abuso de poder, intimidación, acoso y misoginia
La crisis y las dimisiones han venido después de la pérdida de confianza entre la junta directiva y Sophie Chandauka, la presidenta de Sentebale que fue nombrada el verano pasado. Cuando los fideicomisarios le pidieron a Chandauka que renunciara, ella demandó a la institución para conservar su puesto. La Comisión de beneficencia dijo que estaba investigando por “preocupaciones sobre la gobernanza de Sentebale”. Después de que se conoció la noticia, Chandauka, una abogada nacida en Zimbabwe, respondió con una declaración acusando a la junta de “débil gestión ejecutiva, abuso de poder, intimidación, acoso, misoginia y la misogynoir [discriminación contra las mujeres negras]”. También criticó a “las personas en este mundo que se comportan como si estuvieran por encima de la ley y maltratan a la gente”.
“Para mí, este no es un proyecto al que pueda renunciar cuando me llamen a rendir cuentas. Soy una africana que ha tenido el privilegio de una educación y una carrera de primer nivel. No me dejaré intimidar. Debo defenderme algo. Defiendo a aquellas mujeres que no tienen los medios ni los recursos necesarios. Elegí unirme a Sentebale ante todo como una africana orgullosa que entiende que, en el espíritu de Ubuntu: a quien mucho se le da, mucho se le espera”, añadió.
El duque de Sussex creó esta ONG con el príncipe Seeiso, cuya madre murió en 2003, después de visitar el país durante su año sabático en 2004. En su libro titulado En la sombra, Harry habla del impacto que le produjo visitar este país. “Lesoto era precioso. Aunque también es uno de los lugares más deprimentes del planeta. Fue el epicentro de la epidemia global de Sida y, en 2004, el Gobierno acababa de declarar la catástrofe sanitaria. Decenas de miles de personas habían fallecido víctimas de la enfermedad y la nación estaba convirtiéndose en un gigantesco orfanato. Aquí y allá se veían pasar niños pequeños corriendo, con la mirada perdida”. Apesadumbrado por el problema de la infancia en Lesoto, cofundó junto al Príncipe la ONG que acaba de abandonar.