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El príncipe Harry se trasladó con su familia a los Estados Unidos en 2020, pero, hasta la fecha, su visa, el documento oficial que le permitió entrar y residir en el país, sigue siendo motivo de controversia. Esta semana, se esperaba que el juez a cargo del caso, Carl Nichols, hiciera públicos los documentos relacionados, lo que permitiría esclarecer si el duque de Sussex había sido completamente honesto en los formularios que rellenó hace cinco años. Sin embargo, y pese a la gran expectación generada, especialmente por parte de los tabloides británicos, los documentos han sido divulgados con partes censuradas, priorizando el derecho de Harry a la privacidad sobre el supuesto "interés público". No obstante, esto parece ser solo un capítulo más en la serie de desafíos que el duque de Sussex ha enfrentado desde que decidió apartarse de la monarquía británica. La gran pregunta que surge es: ¿quién, y con qué propósito, insiste tanto en que estos documentos sean revelados al público?
© Getty ImagesLos antecedentes del caso
Para explorar todas las aristas de este caso, es fundamental empezar por explicar que el príncipe británico, al mudarse a Los Ángeles, tuvo que solicitar un permiso de residencia. En los formularios de solicitud de visa para Estados Unidos, existe una sección específica que pregunta si el solicitante ha consumido drogas ilegales en el pasado o si actualmente las consume. Esta pregunta es crucial porque, según las leyes de inmigración de EE. UU., el consumo de drogas puede ser motivo de inadmisibilidad, salvo que se otorgue una exención especial.
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© Getty ImagesEn el caso del príncipe Harry, la controversia surgió tres años después de su traslado a California, tras la publicación de su autobiografía Spare. En este libro, Harry admitió haber consumido cocaína y marihuana, describiendo su juventud con estas palabras: "Era un joven de 17 años dispuesto a probar casi cualquier cosa que alterara el orden restablecido". Sin embargo, este tema ya había salido a la luz en enero de 2002, cuando el extinto tabloide británico News of the World publicó en su portada, bajo el rótulo de Exclusiva mundial, un reportaje titulado La vergüenza de las drogas de Harry. En sus memorias, el duque de Sussex ofreció su versión, explicando cómo se "cocinó" aquella "patraña" y cómo la casa real aprovechó la situación para reforzar la imagen de su padre, el príncipe Carlos, quien se mostró como un padre preocupado y dedicado que enfrentaba los desafíos de criar a un hijo adolescente problemático. Cabe recordar que, recientemente, Harry fue indemnizado por la editorial de ese tabloide tras admitirse prácticas de intromisión ilegal, como la piratería telefónica, vigilancia y mal uso de información privada.
Cuando el libro se publicó y estos pasajes salieron de nuevo a la luz, en enero de 2023, una organización llamada Fundación Heritage, presentó una solicitud para investigar si el duque de Sussex mintió en su solicitud de visa estadounidense al no declarar su consumo de drogas, recordando que si Harry respondió "no" a la pregunta podría enfrentarse a problemas legales, ya que mentir en estos formularios constituye un delito grave. Desde entonces, la citada fundación ha argumentado que esos registros deben salir a la luz para determinar si el duque recibió un trato preferencial o no, alegando que la confianza del público estaba en juego.
Última hora, última batalla
En las últimas horas, después de que los documentos se publicaran prácticamente censurados, Jarrod Panter, funcionario del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, específicamente el jefe de la oficina de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés) ha argumentado que la divulgación del material expondría al individuo a daños o acoso por parte del público. El citado funcionario declaró que no había evidencia de mala conducta gubernamental en la concesión de la visa del duque de Sussex y que no se encontró ningún trato preferencial en el proceso. En este sentido, se recordó que publicar registros de inmigración infringe las leyes de privacidad y que terceros no pueden solicitar esa información sin permiso del beneficiario.
© Getty ImagesPor su parte, la Fundación Heritage mantiene firme su postura argumentando que su interés radica en garantizar la transparencia y la igualdad ante la ley en los procesos de inmigración de Estados Unidos. Han expresado que la publicación parcial y censurada de los documentos relacionados con la visa de Harry no satisface su solicitud de claridad total. Según ellos, el caso no es un ataque personal contra el duque de Sussex, sino una cuestión de principios legales y de confianza pública en el sistema.
Recordemos quiénes son los demandantes
La Fundación Heritage es un influyente think tank ( una organización con el objetivo de influir en la toma de decisiones y en la opinión pública mediante la generación de ideas) conservador estadounidense fundado en 1973. Actualmente, su presidente es Kevin Roberts y promueve el Proyecto 2025, que contiene cuatro objetivos principales: restaurar la familia como pieza central de la vida estadounidense; desmantelar el Estado administrativo; defender la soberanía y las fronteras de la nación; y garantizar los derechos individuales otorgados por Dios para vivir libremente. El Proyecto 2025 propone que toda la burocracia federal, incluidas agencias independientes como el Departamento de Justicia, el FBI o el Departamento de Educación, quede bajo control presidencial directo, una idea conocida como "teoría del ejecutivo unitario".
© Getty ImagesSi bien durante la última campaña, el presidente electo Donald Trump quiso distanciarse de la fundación y de su proyecto, tanto sus adversarios políticos como observadores internacionales señalaron las conexiones y, como argumento último, se expone la evidencia de que estas transformaciones están diseñadas para hacerse con Trump en la presidencia, es decir, sería él quién protagonizaría esa reestructuración del Estado.
¿Qué tiene que ver con el príncipe Harry?
Podríamos decir que son "viejos conocidos" o quiza "simples casualidades", pero es evidente que Donald Trump no le gusta Harry y viceversa, nunca lo han ocultado. Todo comenzó con el descubrimiento de que Meghan Markle, antes de conocer a Harry, hizo campaña de forma pública en los Estados Unidos a favor de Hillary Clinton, en esas elecciones que la demócrata perdió contra Trump. Durante la primera legislatura del republicano, la tensión se trasladó al Reino Unido, ya que durante sus visitas oficiales se evitó que la princesa británica nacida en los Estados Unidos estuviera presente. De todos modos, entonces vivía Isabel II y Harry tuvo un papel mínimo en estas citas diplomáticas, pero lo tuvo. El príncipe Harry se encargó de recibir a Ivanka Trump, igual que recibió a Melania Trump en los Juegos Invictus, dándole el mismo trato que años antes había dispensado a Michelle Obama, es decir, se guardaron las formas, aunque no hubiera sintonía entre ellos.
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© Getty ImagesSin embargo, en el 2020, cuando los duques de Sussex salieron de la Casa Real británica, ya no se preocuparon por las formas. Estando fuera de la monarquía británica y viviendo los Estados Unidos, se pronunciaron políticamente e incentivaron el voto, aunque nunca lo hicieron expresamente, el contenido que divulgaban era claramente a favor de la presidencia de Joe Biden y Kamala Harris (sin olvidar, que Kamala Harris había apoyado públicamente la salida de Meghan de la Casa Real). Es más, sin prever que ese no era el final de la era Trump, el príncipe Harry hizo referencias explícitas al famoso asalto al Capitolio, que le costó la vida a cinco personas cuando una masa trató de frenar que se certificara la victoria de Joe Biden.
© GTRES¿Es posible analizar el caso de Harry como un asunto aislado?
Después sucedió lo que ya sabemos: el gobierno de Joe Biden terminó y los Sussex de nuevo se vieron en el punto de mira. Con su estilo característico y sus idas y venidas, Donald Trump, afirmó en una entrevista con The New York Post que no tenía intención de deportar al príncipe Harry, diciendo: "Lo dejaré en paz" y añadiendo: "Ya tiene suficientes problemas con su esposa. Es terrible". Cabe recordar que Meghan Markle ha sido una crítica abierta de Trump, calificándolo de "divisivo" y "misógino". Sin embargo, semanas después, Trump cambió su postura. En una entrevista con GB News en marzo, expresó que Harry no debería recibir un trato especial. Comentó: "Tendremos que ver si hay algo relacionado con las drogas, y si mintió, tendrán que tomar las medidas necesarias".
© Getty ImagesHasta ahora, esta sigue siendo la postura del expresidente, que alguna vez alegó que los Sussex "traicionaron" a Isabel II, lo que considera imperdonable. Por otro lado, debido a la censura reciente en los documentos, aún no se sabe con exactitud cuándo se aprobó la residencia del príncipe Harry. Este detalle sería clave para completar la narrativa, especialmente considerando que en 2020 se produjo un cambio de gobierno en Estados Unidos.
© Getty ImagesMientras tanto, no hay que perder de vista que el rey Carlos III, padre del príncipe Harry, está desplegando todos sus recursos diplomáticos para mejorar las relaciones entre el Reino Unido y Estados Unidos, buscando un trato más favorable que el que actualmente recibe Europa, particularmente en temas comerciales y de seguridad. Esto plantea una cuestión más amplia: ¿es posible analizar el caso de la visa de Harry como un asunto aislado, o forma parte de una red más compleja donde todo está interconectado?
