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El 2024 fue un mal año para los príncipes de Gales y la Casa Real británica, sin embargo, este nuevo año ha comenzado con fuerza para ellos. Tras unos días de vacaciones familiares en la isla privada de Mustique, Guillermo y Kate han reaparecido en un acto público tremendamente cargado de significado, ya que han elegido Gales, la nación a la que deben el título, para el primer viaje oficial que realiza la princesa desde que se retiró en marzo del año pasado a causa de un cáncer. Los príncipes han querido abrir esta nueva etapa poniendo el foco en Pontypridd, al sur de Gales, una de las ciudades que se vio gravemente afectada tras las inundaciones de final del año. A pesar de este contexto, la visita ha tenido un carácter distendido y festivo, ya que la localidad se prepara para vivir su fiesta nacional, San David, este próximo uno de marzo, así que las banderas y los narcisos amarillos ya lo ocupan todo.
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En medio de una gran expectación, los príncipes de Gales sorprendieron a su llegada en tren a Cardiff y fueron esquivando viajeros hasta salir de la estación para poner rumbo a Pontypridd, allí, a pesar de las prisas, ya se pudo ver que Kate había hecho uno de sus guiños habituales al escoger los colores de la bandera de Gales combinando el rojo y el verde. Tras treinta minutos en coche y breves saludos a pie de calle, los Gales, ya con el narciso amarillo en la solapa, el símbolo nacional de la fiesta de San David, comenzaron a recorrer el que se considera que es el corazón de la comunidad de Pontypridd desde 1805. Un mercado tradicional que alberga una amplia gama de negocios, desde carnicerías y verdulerías hasta cafeterías, jugueterías, librerías y empresas textiles.
Los príncipes se han detenido The Welsh Cake Shop, ya que en este mercado se fabrican las tradicionales tortas galesas que forman parte de la cultura y la economía de una zona que se vio afectada por los destrozos que causaron las tormentas Bert y Darragh. Guillermo y Kate han estado charlando con el propietario de la empresa, que distribuye sus tortas dulces a todo el Reino Unido, y después se han lanzado a preparar y cocinar sus propios pasteles galeses.
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La siguiente parada fue Fountain Café, donde se han dado cita con un grupo de empresarios para una conversación sobre la vida en torno a ese mercado y su papel dentro de la comunidad local. La vida cotidiana y las costumbres galesas también han ocupado buena parte de la charla, no hay que olvidar que Guillermo y Kate vivieron durante un tiempo al noroeste de la costa de Gales, tras el nacimiento de su primer hijo, el príncipe George. La familia se instaló allí entre 2011 y 2013, mientras el príncipe Guillermo estaba destinado en Anglesey para entrenarse para la Real Fuerza Aérea.
La visita de los Gales ha continuado con un breve traslado a un jardín comunitario, cuyo objetivo es crear un lugar seguro y acogedor para que los vecinos puedan reunirse y disfrutar de los beneficios de la naturaleza. El proyecto arrancó después de las inundaciones de enero de 2021, sacando la maleza y el escombro con un equipo formado por personal del Ayuntamiento de Pontypridd y también voluntarios que querían hacer algo por su comunidad, el resultado es un jardín y un espacio creativo para disfrute de los vecinos, donde hacen jardinería, carpintería o costura. Después de las inundaciones del pasado diciembre, gran parte del sitio quedó destrozado, pero la comunidad ya había aprendido el camino, así que en cuestión de semanas de trabajo colectivo volvió a estar al servicio de los vecinos.
Hay que recordar que este viaje ha estado lleno de interés también porque Guillermo y Kate tomaron la polémica decisión de ausentarse de los premios Bafta para irse de vacaciones privadas al Caribe con sus tres hijos, que estaban de vacaciones escolares, y los padres de Kate, Michael y Carole Middleton. Una decisión que fue en sintonía de la firme intención del heredero de dar prioridad a su familia durante todo el tiempo que le sea posible, especialmente mientras los niños todavía son pequeños y él no ocupa la jefatura del Estado. Sin embargo, la ausencia de la pareja estrella de la monarquía británica a los premios de cine fue algo controvertida, por eso este regreso ha generado una gran expectación en el país.