,type=downsize)
Meghan Markle parece no encontrar su sitio a nivel empresarial y ha apostado por darle un nuevo enfoque a su proyecto, comenzando por un cambio de nombre. Aunque lo lógico es pensar que se debe a las dificultades que estaba experimentando con el registro de su marca anterior, American Riviera Orchard, la duquesa de Sussex asegura que se sentía limitada, ya que, al ser una zona geográfica, parecía que solo podía vender productos fabricados con materias primas de ese lugar. A esta novedad, que ella misma ha presentado en sus redes sociales al más puro estilo Meghan Markle—es decir, improvisadamente planeado—le ha seguido el lanzamiento de una página web que (¡sorpresa!) contiene una imagen de Lilibet Diana, la hija de tres años que los duques de Sussex tuvieron después de salir de la Casa Real británica, en lo que parece ser su debut comercial. Es posible que sea la forma que tiene la duquesa de transmitir que esta empresa es un asunto de familia, o puede ser otra maniobra espontáneamente calculada para que ahora mismo estemos hablando de su nueva marca, como siempre.
As ever, como siempre, es el nombre que ha escogido Meghan Markle y, como siempre, el interés ha crecido gracias a la estratégica imagen de la pequeña corriendo descalza al lado de su madre, ambas llevan vestidos vaporosos, como siempre en un tono neutro, y el cabello suelto confirmando un dato que siempre da juego en el Reino Unido, que la pequeña ha heredado el pelirrojo color Spencer. La imagen es perfecta, un bosque privado coronado con dos palmeras, el océano al fondo y la idea definitiva de que su vida en California, el césped es más verde y el cielo más azul.
© meghan
© meghan
© meghanEste debut comercial, el de la pequeña de la casa, puede ser visto como una estrategia para humanizar la marca y conectarla emocionalmente con el público al mostrar aspectos de la vida familiar de los duques de Sussex. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la privacidad y la exposición de la princesa en el ámbito comercial, sobre todo, teniendo en cuenta que precisamente los duques de Sussex han sido especialmente combativos en lo que a proteger a sus hijos de la atención mediática. Así que la paradoja es evidente y desde luego se avecina un debate, sobre todo porque, hasta donde se sabe, ya que comienza a resultar complicado seguir el conglomerado de proyectos, ramas, webs e iniciativas que tienen en marcha, esté es un proyecto comercial destinado a impulsar o a completar la nueva imagen que quiere dar Meghan de ama de casa perfecta o prescriptora de estilo de vida.
© meghan
© meghan
© meghanLilibet, que nació en los Estados Unidos, pero es princesa británica, como le corresponde legítimamente como nieta del soberano Carlos III, es una gran desconocida, sus apariciones han sido sumamente medidas y eso ha generado que la expectación se intensifique, muestra de ellos es la conversación en torno a la marca que ha generado esta última aparición. Así que como estrategia de marketing ha resultado bastante efectiva, otra cosa es la contradicción que genere a la percepción pública y la complejidad que supone, como padres, establecer un equilibrio.
© MisanharrimanAl margen de la evidente jugada de marketing, lo que se plantea en el futuro de los Sussex es un reflejo de las tensiones entre la vida pública y privada. Este desafío se suma al que iniciaron en el año 2020, cuando dejaron la Casa Real británica para volar en solitario. Fue entonces cuando quedó claro que Harry y Meghan no se marchaban para desaparecer de la vida pública; ellos continuarían, pero estableciendo sus límites y contando su historia en primera persona. Mientras tanto, siguen con el reto de redefinir sus roles y conectar emocionalmente con un público que, como actores públicos, puede someter a escrutinio sus decisiones.
