Carlos y Camilla de Reino Unido se conocían desde que eran veinteañeros, pero no fue hasta que tuvieron 50 años cuando se dejaron fotografiar juntos en público. Lo suyo pasó de ser una relación a escondidas a legitimarse como un verdadero amor y de ahí, directos al trono, pero no siempre por un camino sencillo y recto. Camilla ha tenido que librar una y mil batallas hasta la actualidad y como todo en la vida, lo suyo también tuvo un comienzo del que ahora se cumplen 26 años.
Los entonces príncipes de Gales, Carlos y Diana, se divorciaron en 1996 y con ello se abría la puerta a que el entonces futuro Rey y su pareja pudieran vivir su amor de forma libre. La muerte de la princesa Diana, un año después, puso a Reino Unido y a todo el planeta en luto y Camilla se convirtió en la villana de la historia. De nuevo, tuvo que ocultarse, pues no era el momento de mostrar felicidad.
Tras dos años muy difíciles, el inicio de un nuevo comienzo tuvo lugar en la medianoche del 28 de enero de 1999, cuando a Carlos III y Camilla se les vio por primera vez juntos como pareja. La cita elegida fue el 50 cumpleaños de la hermana de Camilla, Annabel Elliot, en el hotel Ritz de Londres. La elección del acto no fue casual y estuvo escrupulosamente meditada y medida. Aún no estaban ni comprometidos ni casados y no hubiera resultado apropiado que se hubieran dejado ver juntos en un acto institucional. Hay que recordar que los consortes de las Familias Reales entran en la Corona una vez que se produce el matrimonio.
La expectación ese día en la capital londinense fue máxima y una nube de fotógrafos inmortalizó el momento. Fueron apenas unos segundos, los que tardó la pareja en abandonar el Hotel Ritz para subirse a un coche, pero fueron suficientes. Salir juntos de la fiesta por la puerta principal del establecimiento y ante la prensa, fue crucial para su futura vida pública juntos.
Una meticulosa estrategia de relaciones públicas
Esta aparición supuso un antes y un después de una estrategia cuidadosamente diseñada para hacer ver a la opinión pública británica que Carlos iba muy en serio con Camilla, que quería formalizar lo suyo y que ella era lo único innegociable en su vida. A esas alturas, todo el mundo sabía qué tipo de relación mantenían, pero Camilla siempre había estado fuera del foco. Puestos a especular, si la princesa Diana no hubiera muerto en París, la aceptación de Camilla como futura Reina quizá habría sido mucho más fácil. Luchar contra el mito nacional, la princesa del pueblo a la que adoraba el público y que falleció trágicamente, no fue nada sencillo. El escrutinio de los medios la hizo recluirse en casa y parecía impensable que pudiera conectar con el público.
Según un artículo publicado en The Guardian en 2023, en el momento de su muerte Diana ya había tenido un acercamiento con Camilla y estaba haciendo su vida, mientras que ya se había iniciado la campaña para que Carlos pudiera volver a casarse de nuevo. El encargo de encabezar la operación fue el asesor de imagen Mark Bolland, conocido como “el chico de oro” por su extraordinaria influencia y que ha sido inmortalizado en la serie The Crown.
El plan para que Camilla ganase popularidad había comenzado en junio de 1997, dos meses antes de la desaparición de Diana. La idea era presentar a Camilla bajo un nuevo halo, más cálido y suave. Así, se empezaron a hacer convocatorias de prensa para los actos de la Sociedad Nacional de Osteoporosis, una causa con la que Camilla siempre ha estado muy sensibilizada. El accidente de la madre de los príncipes Guillermo y Harry lo paró todo.
Paralelamente, el asesor Bolland aprovechó cada oportunidad para mostrar a Carlos de Inglaterra como un padre solo, amoroso y preocupado al cargo de dos adolescentes. Nueve meses después de la tragedia de Diana de Gales, Camilla conoció al príncipe Guillermo.
La expectación mediática a las puertas del Hotel Ritz
Fue pasando el tiempo y la foto de Carlos y Camilla juntos era la más cotizada del planeta. Tener que estar escondiéndose, no poder ir a ningún lado juntos agotaba a la pareja y fue entonces cuando Bolland entró en acción. Llamó a algunos directores de periódicos y rápidamente se filtró que en la noche del 28 de enero de 1999 habría posibilidad de fotografiarles juntos. Rápidamente, fueron muchos los reporteros gráficos que se instalaron a las puertas del Ritz de Londres. En su biografía sobre Camilla, la autora Penny Junior escribió: “Había mucho nerviosismo esa noche. Muchas personas en la oficina del Príncipe pensaron que era demasiado pronto para verlos juntos (...) Pero ese era Mark (Bolland), él siempre estaba presionando porque quería llegar al objetivo de casarlos”.
La foto saliendo del Ritz fue la primera de una serie de decisiones que se tomaron para mejorar la imagen de la pareja. Camilla empezó a aparecer mucho más en los medios y todo parecía marchar sobre ruedas, salvo la relación con Isabel II, que era muy fría, algo que se fue revirtiendo con el paso del tiempo. Seis años después lograron casarse, lo que parecía algo completamente impensable.
Bolland también consiguió que Carlos fue conocido por su trabajo en lugar de por su vida privada y logró aumentar su índice de popularidad. Otro momento clave ocurrió en el año 2000, cuando Camilla fue invitada al 60 cumpleaños de Constantino de Grecia en Highgrove. Fue su primera reunión pública. Mucho ha llovido desde entonces, incluida una coronación y un cáncer que ha hecho que durante gran parte de 2024, la reina Camilla, aquella mujer que se escondía, fuera la cabeza visible de la Corona británica. De ser la británica más cuestionada a consolidarse como Reina consorte, Camilla ha demostrado que el tiempo y la perseverancia pueden transformar hasta los mayores desafíos.