A sus nueve años, la princesa Charlotte ha demostrado que es una niña muy coqueta a la que le encantan los accesorios. La hemos visto con bonitos peinados decorados con lazos, con pulseras muy coloridas y originales... pero hay un complemento que ha conseguido acaparar todas las miradas. Hablamos del collar que lució en la misa de Navidad en Sandringham, donde Charlotte se convirtió en una de las grandes protagonistas.
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La hija de los Príncipes de Gales, que se decantó por un abrigo de cuadros en tonos verdes y azul marino con las solapas de terciopelo, llevaba un collar de oro y rubíes tan delicado y sutil que, para muchos, pasó totalmente desapercibido.
El collar de Charlotte, al detalle
La pieza en cuestión es una gargantilla formada por cinco rubíes que pertenece a Aya, la marca de joyería fundada por Chelsy Davy, a la que recordarás por ser la novia del príncipe Harry, ya que mantuvieron un romance de muchas idas y venidas entre 2004 y 2011).
No hay duda de que esta conexión fashion resulta cuanto menos curiosa, teniendo en cuenta la nula relación que mantienen los príncipes Guillermo y Harry, ¿no te parece?
Actualmente, el collar no está disponible en su página web, pero la prensa británica apunta a que su precio rondaría los 1.800 euros. La pieza forma parte de la colaboración de Aya con Gemfields, una empresa líder mundial en la extracción responsable de piedras preciosas especializada en esmeraldas de Zambia y rubíes.
La marca de joyería de Chelsy Davy
La que fuera novia de Harry de Inglaterra creó Aya en el año 2016. "Una abogada convertida en gemóloga con una pasión por las joyas y una fascinación por las piedras preciosas", puede leerse en la web sobre su fundadora. Y es que Chelsy estudió Gemología y obtuvo un diploma del Instituto Gemológico de Estados Unidos, la principal autoridad mundial en diamantes y piedras preciosas de colores.
"Inicialmente dedicada a las piedras preciosas africanas en honor a la herencia zimbabuense de Chelsy, Aya se asoció con Gemfields para garantizar el abastecimiento sostenible y ético de piedras naturales con el fin de crear joyas únicas inspiradas en la belleza de la vida y el paisaje africanos", aseguran desde la marca.
En 2024, después de varios años de desarrollo, Aya fue un paso más allá y entró en "una nueva era con el lanzamiento de su nueva colección Chloe, que adopta la innovación y utiliza diamantes y piedras cultivadas en laboratorio".