Un año más, y como cada 25 de diciembre, ha tenido lugar la tradicional misa en la iglesia de Sandringham, ubicada en Norfolk, donde la Familia real británica ha celebrado la Navidad durante décadas. Esta jornada tiene un significado muy especial, ya que los miembros de la monarquía inglesa han vivido su peor año. Estos 365 días no han sido nada fáciles para ellos debido a la enfermedad de Kate Middleton y Carlos III, así como al delicado estado de salud que ha mostrado la reina Camilla en los últimos meses. Por esta razón, volver a verles juntos y, lo más importante, unidos, es una señal de que poco a poco van recuperando la normalidad y la tranquilidad en el seno de su hogar. Eso sí, esta jornada ha estado marcada por la gran ausencia del príncipe Andrés y de nuevo, la de los duques de Sussex.
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Esta es la tercera Navidad para Carlos III como Rey y la segunda como anfitrión tras su coronación el 6 de mayo 2023. El monarca ha sido el primero en llegar a la iglesia de Sandringham junto a su esposa, la reina Camilla, que ha lucido un elegante abrigo cruzado en verde y un tocado con plumas y accesorios del mismo color. Cabe recordar, que la mujer del Rey ya se encuentra completamente recuperada tras sufrir una infección viral y persistente en el pecho que la alejó de la vida pública a comienzos de noviembre. Fue inmediatamente después de regresar de su visita en Bangalore, donde disfrutaron de unos días de relajación y desconexión en un spa, antes de volver a Reino Unido, tras su gira de diez días por Australia y Samoa. Los Reyes, además, han optado por cargar con sus paraguas, ya que las nubes han acechado durante toda la mañana.
Alrededor de las 12:00 horas de la mañana de este miércoles, el soberano y su esposa han encabezado el paseíllo de los Windsor hasta el templo de Santa María Magdalena. Con una sonrisa, Carlos III se ha acercado a saludar a los curiosos que se encontraban en el lugar. Tras ellos, acompañando a los Reyes en esta tercera Navidad sin la reina Isabel II, hemos visto a los príncipes de Gales con sus tres niños.
Hay que recordar que el próximo 26 de enero se cumple un año del ingreso de Carlos III en The London Clinic para someterse a una intervención para tratar su agrandamiento de próstata. Diez días después, el Palacio de Buckingham hacía público que el Rey había sido diagnosticado de cáncer. Según el comunicado que emitieron "tras las pruebas de diagnóstico pertinentes se ha identificado una forma de cáncer. Su Majestad ha comenzado hoy sus tratamientos regulares y durante este tiempo sus doctores le han recomendado posponer sus actos públicos". A pesar de que en el tema de su salud sigue haciendo incertidumbre, las noticias son positivas e, incluso, hace poco más de un mes, recibió luz verde para planificar su futuro y a pesar de que va a seguir recibiendo tratamiento ambulatorio contra el cáncer, los médicos aprobaron que retome su trabajo al cien por cien en 2025.
Junto a los Reyes, en el paseíllo 'royal', se encontraban los príncipes de Gales. Kate Middleton ha demostrado, una vez más, su elegancia luciendo un elegantísimo abrigo cruzado de doble abotonadura en verde de Sarah Burton para Alexander McQueen del mismo color que el tocado de Gina Foster, que estrenó el día de San Patricio en 2014, a juego con una bufanda de tartán en verde y azul que ha llevado con unas botas de tacón en negro.
Los príncipes de Gales se han mostrado muy sonrientes mientras llevaban de la mano a sus tres hijos: George, Charlotte y Louis, de once años, nueve y seis respectivamente. Con este acto, están a punto de cerrar "el peor año de mi vida", tal y como lo definió el heredero al trono británico, que ha visto como su mujer, su principal apoyo, caía enferma de cáncer. El pasado 19 de diciembre fueron ellos los grandes ausentes a la gran cita prenavideña del rey Carlos, un almuerzo en el Palacio de Buckingham. Una falta debida a que los pequeños de la casa ya estaban de vacaciones y decidieron descasar en su refugio, Anmer Hall, el cual tiene un gran significado para la Princesa porque fue allí donde se recuperó del tratamiento contra el cáncer al que se sometió a principios de 2024.
A pesar de que estos meses fueron muy duros para Kate, el pasado 9 de septiembre la princesa de Gales anunció, a través de un conmovedor video junto a su familia, el fin de su quimioterapia. Hoy, con una gran sonrisa, ha llegado a la iglesia junto al príncipe Guillermo y sus hijos. De hecho, por tercer año consecutivo, el benjamín de la casa ha acudido al servicio religioso y ha acaparado todas las miradas nada más llegar por su simpatía y el desparpajo que le caracteriza.
Los Windsor, unidos
Quien tampoco ha dejado a nadie indiferente por su dulzura ha sido Charlotte. En esta ocasión, ha optado por un abrigo azul marino por encima de la rodilla que ha conjuntado con unas merceditas y unas medias del mismo tono. Como es habitual en ella, ha lucido un semirecogido con ondas que ha sostenido con un lazo de terciopelo de color verde al igual que la vestimenta de Kate. Por su parte, George y Louis, han llevado trajes en color oscuro y al igual que su hermana, han hecho un guiño al look de su madre y han lucido sus corbatas en verde botella.
Todos los integrantes de la Familia real británica se han mostrado encantados en esta aparición pública, especialmente Carlos III y su primogénito, Guillermo de Inglaterra, al igual que la reina Camilla. Una de las grandes sorpresas de este año ha sido la princesa Beatriz de York. Después de que durante los últimos días, los medios del país apuntaban a que no iba a asistir y que iba a celebrar la Navidad con su familia política, finalmente sí ha acudido. Con un vestido negro, un abrigo de paño en camel, y dando el color verde que ha escogido este año como principal la Familia real, ha llegado al emblemático lugar junto a su marido, Edoardo Mapelli Mozzi y el pequeño Christopher Wolf, nacido de la anterior relación del empresario con la diseñadora Dara Huang. Además, el gabán que ha lucido de Net-a-Porter para The King's Foundation, diseñada por estudiantes del programa educativo Modern Artisan, es ceñido a la cintura por lo que ha dejado ver cómo evoluciona su embarazo, ya que está esperando su segundo hijo. Quien no les ha acompañado ha sido su hija en común, Sienna Elizabeth Mapelli Mozzi, que nació en septiembre de 2021.
Entre los asistentes también se encontraba la princesa Ana, una figura clave en el reinado de su hermano, y su marido, el vicealmirante Sir Timothy Laurence, que nunca faltan a las celebraciones navideñas. Tras ellos, el matrimonio formado por Zara y Mike Tindall con su hija Lena, de 6 años y Mia Tindall, de diez años. El pequeño Lucas de tres años se unirá a la comida debido a su corta edad. Una jornada en la que las bajas temperaturas han estado presentes en el territorio y a la que también ha asistido Peter Phillips con sus hijas Isla, de 12 años, y Savannah, de 13.
Los duques de Edimburgo, el príncipe Eduardo y su esposa Sophie, tampoco han querido perderse esta cita marcada en rojo en sus calendario. Una jornada en la que las bajas temperaturas han oscilado alrededor de los diez grados en el territorio. Han llegado al templo de Santa María Magdalena acompañados y su hija mayor Lady Louise Windsor, que ya tiene 21 años, y James, conde de Wessex, de 16 años. Este año, también han asistido a la tradicional misa Samuel y Arthur Chatto, los apuestos nietos de la princesa Margarita e hijos de Lady Sarah Chatto y Daniel Chatto.
Regalos, aplausos y mucho cariño
Al finalizar la misa, alrededor de las 13:00 horas, Carlos III y su esposa han mantenido una agradable conversación con el sacerdote de Sandringham, que se ha despedido de ellos muy cariñosamente. Antes de marcharse, la familia al completo ha posado en las escalinatas del templo religioso inmortalizando este instante para siempre. Además, han recibido muchísimo cariño de todos aquellos que se han acercado a saludarles en este día tan especial de Navidad.
Los príncipes de Gales y sus pequeños han acaparado todas las miradas. Tras finalizar la misa y antes de marchar, los cinco han saludado a las decenas de ciudadanos que se encontraban fuera para desearles una feliz Navidad. George, Louis y Charlotte han recibido algunos regalos y juguetes, que les han hecho muchísima ilusión, sobre todo al benjamín de la casa. Por su parte, Kate Middleton ha vuelto a demostrar que es muy querida por todos sus compatriotas. Con una gran sonrisa, ha estrechado la mano de los allí presentes y ha recibido varios ramos de flores en el que destaca uno de rosas rojas y blancas. A continuación, han regresado a Sandringham House para almorzar todos juntos y escuchar el tradicional discurso navideño de Carlos III, que se emite a las tres de la tarde en Reino Unido (16h en España).
La gran ausencia del príncipe Andrés
A pesar de que los Windsor han mostrado de nuevo una imagen de unidad, ha habido sonadas ausencias como la ya tradicional de los duques de Sussex y la del príncipe Andrés. Desde 2019, el hermano del Rey se encuentra fuera de la vida oficial y no tiene ningún tipo de función pública ni trabajo privado. A pesar de su enfrentamiento con su hermano Carlos III debido a su negativa a trasladar su residencia oficial del Royal Lodge a Frogmore House, mucho más pequeña y económica de mantener, el Príncipe ha seguido teniendo un lugar en la mesa junto a Sarah Ferguson y sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia.
A raíz de la última polémica en la que se ha visto envuelto, el duque de York no ha estado en las celebraciones de la Familia real y, por tanto, tampoco ha acudido la que fue su mujer y madre de sus hijas, Sarah Ferguson, con la que sigue manteniendo una excelente relación y vive bajo el mismo techo. Una decisión, que según explica el Daily Mail, la ha tomado el propio príncipe Andrés de manera voluntaria. Como consecuencia de su baja tampoco ha estado Sarah Ferguson ni Eugenia de York junto a Jack Brooksbank y los pequeños August y Ernest. A pesar de que se había rumoreado que la princesa Beatriz tampoco iba a asistir, finalmente sí lo ha hecho y ha asistido junto a su marido, Edoardo Mapelli Mozzi y el pequeño Christopher Wolf, nacido de la anterior relación del empresario con la diseñadora Dara Huang.
Invitados a la comida
Los hijos, nietos y hermana de la reina Camilla también han tenido su sitio en la Navidad de la Familia real británica. La esposa de Carlos III está muy unida a sus hijos Laura Lopes y Tom Parker-Bowles, que por primera vez pasará estas fiestas con los Windsor. Tom es padre de Lola, de 17 años, y Freddy, de 14. Laura es madre de Eiza, de 16 años, y de los gemelos Gus y Louis, de 14, y de hecho, tuvieron un papel muy relevante en la coronación de los Reyes: fueron sus pajes.