La última vez que vimos a los duques de Westminster fue el pasado 7 de junio. Un día muy especial porque fue cuando se dieron el 'sí, quiero' en la catedral de Chester, Inglaterra, después de tres años de relación, protagonizando la gran boda del año en Reino Unido y convirtiéndose en el matrimonio más poderoso, influyente y millonario del país. Desde entonces, no se habían vuelto a dejar ver en actos sociales, hasta ahora, que han reaparecido públicamente por un motivo muy especial.
Hugh Grosvenor, ahijado de Carlos III y uno de los hombres más ricos de Gran Bretaña, y su esposa, Olivia Henson, han querido retomar su agenda pública por un motivo filántropo: su fundación. Los duques de Westminster una fortuna estimada de 14.000 millones de euros y son una de las parejas de millonarios más ricos e influyentes. Por ello, siempre que tienen ocasión, ayudan a todos aquellos que lo necesitan y colaboran con distintas ONG en sus programas de ayuda a los jóvenes y a las comunidades más desfavorecidas. Esta semana, han acudido a varios eventos organizados por su fundación, la cual lleva su nombre: Westminster Foundation.
La familia Westminster creó esta fundación con un objetivo claro, "brindar ayuda y apoyo sostenibles a los jóvenes para que puedan desarrollar la resiliencia y las habilidades necesarias para llevar una vida feliz y saludable", tal y como ellos mismos explican en su página web, en la que también cuentan cómo consiguen los diferentes recursos: "La financiación de la Fundación proporciona una estructura sólida a las vidas de los jóvenes, a las familias y a las comunidades locales que los rodean, abordando las causas y el impacto de la desigualdad intergeneracional. Trabajamos con organizaciones en las que confiamos. Colaboramos con personas que se preocupan por las mismas cosas que nosotros".
El 16 de diciembre por la mañana, se reunieron con los alumnos de la escuela primaria St Mary Magdalene and St Stephen's CE Primary School durante una visita organizada por la organización benéfica educativa School Food Matters. Esta organización benéfica tiene como objetivo enseñar a los niños sobre la alimentación y mejorar su acceso a alimentos saludables y sostenibles durante su estancia en la escuela. Además, la Fundación Westminster lleva asociada con esa entidad caritativa desde hace cinco años, otorgándoles 500.000 libras para su programa Healthy Zones.
Durante su visita, el aristócrata, que es padrino de los príncipes George y Archie, ahijado del rey Carlos, tiene una ilustre ascendencia y su familia ha mantenido desde el siglo XIX unos lazos muy cercanos con la Familia Real británica y con todos sus monarcas, junto a Olivia Henson, que desciende de aristócratas y banqueros y desde 2019 y hasta ahora trabajaba como gerente de cuentas sénior en Belazu, se han mostrado muy cariñosos con los pequeños estudiantes. Desayunaron con los menores, recorrieron la huerta donde los niños aprenden sobre el origen de sus alimentos y participaron en una sesión de cocina con los alumnos de la guardería.
Posteriormente, el duque y la duquesa visitaron los programas deportivos de The Change Foundation de la citada escuela de Westminster. Aquí participaron en dos eventos. El primero de ellos consistió en una sesión de Netball 4 Change, que utiliza el netball — un deporte de pelota que se juega en una cancha rectangular entre dos equipos de siete jugadores — para educar a niñas y mujeres jóvenes vulnerables y en riesgo en escuelas primarias y secundarias. El segundo evento consistió en una sesión de boxeo 12 Rounds, un programa educativo contra los delitos con armas blancas para niños y jóvenes en el que durante 12 semanas, educan a los estudiantes sobre los peligros de llevar un cuchillo para protegerse y el impacto que puede tener en ellos mismos y en los demás.
Para la ocasión, la duquesa de Westminster optó por un abrigo camel de pelo y unos vaqueros en crudo que conjuntó con un jersey y botines del mismo color. Por su parte, el duque, cuyo negocio principal es el inmobiliario con propiedades en los exclusivos barrios londinenses de Mayfair y Belgravia, que su familia lleva gestionando desde hace 340 años, cuando pasaron de ser terrenos pantanosos y de pasto a convertirse en las zonas más elegantes de la capital británica, ha optado también por una vestimenta cómoda compuesta por un pantalón y un jersey en azul marino y unos zapatos marrones.
Así fue su espectacular boda
El duque de Westminster, Hugh Grosvenor, de 33 años, y Olivia Henson, de 31, protagonizaron la gran boda del año en Reino Unido el pasado 7 de junio. La pareja se casó en la catedral de Chester después de tres años de relación y celebró la fiesta posterior en Eaton Hall, la espectacular mansión de los Westminster. La catedra fue engalanada por la empresa Flower and Press, que garantiza que todas las flores, entre las que se incluyen rosas, diladelfos, campanulas y orlaya grandiflor, son cien por cien británicas, de temporada y locales.
Uno de los invitados principales fue el príncipe Guillermo, quien ejerció de acomodador, es decir, saludando y acompañando hasta sus asientos a algunos de los 400 invitados al enlace. También asistió la princesa Eugenia de York, Jasper Henson, hermano de Olivia, y su novia, la española Isabel Rodríguez-Legorburu, hija de los condes de Asmir. Al igual que la madre del Duque y sus tres hermanas: Natalia, condesa viuda de Westminster, Lady Tamara, la mayor de los Grosvenor, casada con Edward van Cutsem, ahijado del rey Carlos y muy amigo del príncipe Guillermo; Lady Edwina, ahijada de Diana de Gales y la más comprometida socialmente de los hermanos Grosvenor cuyo marido es Dan Snow, un historiador muy conocido en Reino Unido por su trabajo como presentador de televisión. El cortejo familiar lo completaban Lady Viola,