El deseo del príncipe Harry y Meghan Markle es mantener a sus hijos lejos del foco mediático. Archie Harrison(5) y Lilibet Diana (3) son uno de los motivos principales que esgrimieron para dar un paso atrás en sus obligaciones reales, y es que quieren que los niños vivan una infancia tranquila y anónima, sin la presión ni la repercusión que supone formar parte de la Familia Real británica, en la que cada paso es analizado al detalle. Son contadas las ocasiones en las que hemos visto a los nietos de Carlos III, pero con motivo de las inminentes navidades han sorprendido haciendo una aparición con la que nadie contaba.
Los duques de Sussex han enviado un christmas navideño en el que han deseado "felices fiestas y próspero año nuevo en nombre de la oficina del príncipe Harry y Meghan, el Duque y la Duquesa de Sussex. Archewell Productions y Archewell Foundations". Para trasladar este mensaje han hecho una tarjeta personalizada con seis fotos colocadas sobre un fondo verde estrellado. Cinco de las instantáneas pertenecen a los actos a los que han ido, incluidas las visitas a Nigeria y Colombia, dos destinos en los que han reinventado los viajes internacionales y han practicado una diplomacia a su medida. La sexta imagen es la más personal, sorprendente y esperada, ya que tiene como protagonistas a sus hijos.
Ha sorprendido lo mucho que han cambiado Archie y Lili, a los que habíamos visto por última vez en 2022, cuando aparecieron brevemente en el documental de los Sussex que se estrenó Netflix. Un año antes también se sumaron a la felicitación navideña del matrimonio, en la que vimos por primera vez a la pequeña. Los nietos de Carlos III y la recordada princesa Diana han crecido mucho, y aunque aparecen de espaldas corriendo a abrazar a sus padres en el jardín de su casa de Montecito, comprobamos que los dos son pelirrojos, rasgo que han heredado de su padre. Los acompañan sus inseparables mascotas: un perro negro llamado Pula y dos beagles, Guy y Mamma Mía.
Hasta ahora, solo conocemos a Archie y Lilibet a través de los detalles que han dado sus padres en algunas de sus apariciones. La pasada primavera contaron lo mucho que a su hijo le encantan los temas de construcción, aunque también está interesado en otros ámbitos, lo que demuestra que es inquieto y curioso. "Cuando hablo con mi hijo Archie sobre lo que quiere ser de mayor, él unos días me dice que astronauta, otros que piloto…", dijo Harry. A la niña le encanta cantar y bailar, y Meghan desveló una conversación que poco antes habían tenido: "Hace unas semanas me miraba y se veía reflejada en mis ojos. Y me dijo: Mamá, me veo en ti. Hablaba literalmente. Pero me aferré a esas palabras de una manera muy diferente".
La vida de Archie Harrison y Lilibet Diana dista mucho de la del resto de nuevas generaciones de la Familia Real británica. De hecho, para ellos es completamente desconocida la realidad de los royals. Mientras que el niño se fue de Reino Unido con siete meses (estuvieron inicialmente en Canadá antes de mudarse a California), la niña nació en Estados Unidos y solo pisó territorio británico en su primer cumpleaños, que celebró en la capital del Támesis porque coincidía con el Jubileo de Platino de su bisabuela, Isabel II, reina de todas las reinas, con la que compartía nombre. No ha habido a partir de ahí más contacto con el país del que es princesa.
Sus planes navideños... lejos de la Familia Real
No hay a la vista encuentros entre los Sussex y los Windsor. Por quinto año consecutivo, serán los ausentes de la gran reunión familiar que llevan a cabo en Sandringham por Navidad, un encuentro lleno de tradiciones al que esta vez no acudirán ni el príncipe Andrés, ni Sarah Ferguson, ni las princesas Eugenia y Beatriz de York con sus respectivas familias. En estas fiestas que llegan tras sus meses más complicados, Carlos III estará acompañado de 36 personas, grupo del que forman parte por primera vez los hijos y nietos de su esposa, la reina Camilla.
La distancia física y emocional de Harry y Meghan con la Familia Real parece cada vez más amplia. En febrero parecía que se producía un acercamiento con el diagnóstico de cáncer del soberano, pero el tiempo ha vuelto a enfriar la situación y la brecha es insalvable. Sin embargo, durante las fiestas, los Sussex se acercarán de manera figurada a Sandringham, ya que celebran algunas de las tradiciones que impulsó Isabel II y que siguen manteniendo cuando los Windsor se reúnen en la majestuosa residencia campestre del condado de Norfolk.
Harry de Inglaterra, quinto en la línea sucesoria al trono, relata en sus memorias cómo pasaron las fiestas en 2020, las primeras lejos de la Corona: "Era Nochebuena. Hablamos por FaceTime con varios amigos, incluidos algunos de Gran Bretaña. Vimos a Archie corriendo alrededor del árbol y abrimos los regalos, siguiendo la tradición de la familia Windsor". Actualmente, sus hijos dejan zanahorias para los renos. Se espera que estos días reciban la visita de Doria Ragland, la madre de Meghan, quien vive a dos horas de su casa, en View Park-Windsor Hills (Los Ángeles).