Es una tradición y regla no escrita que viene de lejos en Gran Bretaña, la que impone expresamente que dos herederos al trono no pueden volar juntos en el mismo avión cuando se desplazan fuera del país. Un norma que, lógicamente, se explica por motivos de seguridad ante una eventual y nada deseable tragedia aérea que supondría el hipotético fallecimiento de ambos.
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Hasta ahora, los príncipes de Gales habían roto esa férrea norma en los viajes al extranjero durante sus giras reales, al ir acompañados por sus hijos mayores durante sus desplazamientos a distintos puntos del planeta. Así ocurrió durante su visita a Australia y Nueva Zelanda en 2014, a Canadá en 2016 y a Alemania y Polonia en 2017.
Al parecer, el propio Guillermo de Inglaterra llegó a pedir permiso a su abuela, la recordada Isabel II, para que los príncipes George y Charlotte estuvieran con él y con su mujer Kate Middleton en aquellas estancias de varios días y a muchos kilómetros de su hogar (el príncipe Louis no había nacido aún, ya que lo hizo en abril de 2018).
Sin embargo, ese subterfugio temporal que les fue otorgado por la difunta monarca no tendría validez a partir de 2025, cuando el número dos en la línea de sucesión cumpla los 12 años el próximo julio. Desde esa fecha en adelante, este ya no podría compartir los asientos de una aeronave que vaya fuera de Reino Unido con sus padres ni sus dos hermanos menores, de 9 y 6 años respectivamente.
Así viajaban cuando el príncipe Guillermo era un niño
Graham Laurie, expiloto que trabajó para la realeza, recordaba el año pasado en el podcast de HELLO! los desplazamientos en vacaciones de los príncipes Carlos y Diana con sus hijos Guillermo y Harry: "Los que hice principalmente era cuando iban al Mediterráneo", decía. Entre esos vuelos, el que presumiblemente juntó por entonces en la misma foto a los Windsor con la familia real española en Mallorca.
"Volaban los cuatro juntos con el permiso por escrito de Su Majestad, hasta que el príncipe Guillermo tuvo doce años. Después de eso, tuvo que tener un avión por separado", explicaba Laurie. "Hoy en día, por ejemplo, el Rey no puede volar con el príncipe de Gales", apostilla. Por último, sobre las circunstancias actuales que rodean a esa norma, aclaraba: "Sé que el monarca está tratando de reducir costos en el tema de los viajes, pero creo que la seguridad sigue siendo primordial".