La muerte de Diana de Gales conmocionó de tal manera que, veintisiete años y tres meses después de aquella tragedia, siguen surgiendo a diario noticias entorno su icónica figura. El último capítulo de esta desgracia calidoscópica se ha producido recientemente, cuando Steve Davies, chófer de Diana de Gales hasta mediados de los noventa, ha concedido una entrevista al The Mail on Sunday y ha hablado por primera vez de cómo fue relegado de su puesto de confianza, por una serie de intrigas en su contra capitaneadas, según él y según admitieron los tribunales británicos en mayo de 2024, por el reportero de la BBC, Martin Bashir. Por otra parte, ha recalcado que él cree que si hubiera estado al servicio de la princesa aquella fatídica noche del 31 de agosto de 1997, no habría tenido consecuencias tan funestas la huida de Diana de Gales y Dodi Al Fayed por el parisino Puente del Alma, azuzados por los paparazzi.
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LOS ANTECEDENTES: INTRIGAS PALACIEGAS
Todo empezó por la conocida como “exclusiva del siglo”. Diana de Gales, ya separada del príncipe Carlos, se puso frente al periodista Martin Bashir, en el programa de la BBC, “Panorama”, y habló sin tapujos de la difícil relación que había vivido con su marido durante su matrimonio. A lo largo de la conversación, que siguió con verdadero fervor una audiencia de veintidós millones de personas, Diana de Gales pronunció la famosísima frase, reproducida hasta la saciedad, de “éramos tres en este matrimonio”. Un mes después de aquellas impactantes declaraciones, Isabel II escribió a su hijo y a su nuera pidiéndoles que firmaran el divorcio.
¿Y qué tiene que ver el chófer, Steve Davies en todo esto? Pues mucho, porque él fue una de las víctimas colaterales de aquella exclusiva. Martin Bashir acusó a Steve Davies de haber facilitado información confidencial sobre la misma a Today. Se probó que existía un documento, elaborado tras una reunión que tuvo lugar en septiembre de 1995, en el que se aseguraba que el periodista habría compartido tanto con Diana de Gales como con su hermano, el duque de Spencer, que Steve Davies estaba "pasando información al periódico Today" y les sugería que cambiaran de chófer. Cuatro meses después de aquellas intrigas, Steve Davies fue despedido sin darle ninguna explicación.
Muchos años después, emprendió una lucha que parecía la de David contra Goliat, la del chófer denostado contra la todopoderosa BBC. Han pasado casi tres décadas, pero el tiempo ha acabado dándole la razón, tal y como se reveló este mayo, cuando la BBC reconoció a través de un portavoz que dicho señalamiento sobre Davies “era y es totalmente falsa”; y confirmó que esa calumnia supuso un ataque directo a la reputación del demandante. Por eso, se precipitó en llegar a un acuerdo económico con él, aunque no han trascendido las cifras de la indemnización. La abogada de Davies, Persephone Bridgman Baker, reveló que aquellas falsedades vertidas sobre su cliente implicaron "una grave mancha en su historial", además de un duro golpe en lo personal al dejar de trabajar al servicio de Diana de Gales: “No se le dio ninguna razón para el despido”.
Después de aquello, Steve Davies nunca más pudo acceder a la princesa. Veintisiete años después, cuando supo el verdadero motivo de su despido, se sintió “atormentado” con solo pensar que ella lo había creído traidor y que él no pudo “corregir la situación antes de su trágica muerte”.
LO QUE STEVE DAVIES HA DICHO HOY
Resulta curioso ver cómo la ficción devuelve fragmentos de realidad insospechadas a sus protagonistas. Esto mismo le pasó a este chófer. Gracias aun capítulo de The Crown descubrió la verdadera razón por la que le habían despedido: ese presunto tejemaneje orquestado por Bashir que le posicionaba como la persona poco leal, que revelaba información confidencial que afectaba directamente a la princesa de Gales.
Por desconocimiento de los motivos que le habían apartado de su puesto de trabajo, él mantuvo silencio. Se devanó los sesos tratando de hallar la razón para un despido casi fulminante y un ostracismo absoluto tras ocho años de impecable servicio a las órdenes de la Familia Real británica; los cuatro últimos dedicados a Diana. Después de haber sido alertado por The Crown de la razón última, conoció el documento antes citado y emprendió un camino legal minucioso y seguro. Con su victoria frente a la BBC entre las manos, ha concedido por primera vez una entrevista para limpiar su imagen, tan dañada hace tres décadas. En ella, ha mostrado su dolor por la manera en la que Bashir envenenó a la Princesa de Gales contra él; pero también ha arremetido contra la BBC. Según los abogados de Davies, algunas prácticas de Bashir para obtener esta gran exclusiva dejaron por el camino a muchas víctimas y Stephen Davies fue uno de ellos. ¿Por qué cree Davies que se le acusó de traidor? ¿Qué razón se escondía tras esa hoy demostrada calumnia? Al parecer, formaba parte de un plan para que Diana de Gales se sintiera insegura y vulnerable, por un lado; y por otro, que depositara toda su confianza en Bashir y, por tanto, le concediera la tan codiciada exclusiva.
EL RECUERDO DE LOS AÑOS FELICES
Steve Davies no ha recordado solamente todo ese horror que le provocó quedarse sin un trabajo del que se sentía profundamente orgulloso. “Habría recibido un balazo por Diana" –asegura este hombre discreto que prefirió refugiarse por años en su silencio–. Mi trabajo era mi vida. Siempre estaba a su lado”. Por ejemplo, él fue el chófer de Diana cuando esta deslumbró al mundo con el archiconocido vestido “de la venganza”, en 1994, cuando Carlos de Inglaterra confesó su relación con Camilla Parker-Bowles. Entonces, Diana de Gales regaló al mundo unas instantáneas inolvidables: ella descendía del coche con aplomo y seguridad, y caminaba con una amplia sonrisa y un vestido negro, drapeado y con escote Bardot que dio la vuelta al mundo.
De la entrevista dada por Steve Davies se han podido entresacar otros titulares muy valiosos para entender la vida familiar de Diana de Gales en la primera mitad de la década de los noventa. Por ejemplo, recordó un concierto improvisado que se celebró en casa de Elton John y al que asistió, pero también de cómo conoció a la Madre Teresa de Calcuta ante la insistencia de la princesa Diana.
Dedicó también unas palabras a Guillermo y Harry, entonces unos niños a los que, a pesar de su cuna y destino, su madre quiso darles una infancia lo más normal posible. Recordó cuando los príncipes “lloraban de risa”, mientras él los entretenía haciendo maniobras con el coche en un terreno campestre ubicado detrás del palacio de Kensington. Y también el dolor que sintió cuando supo que Diana de Gales había fallecido tras un accidente de coche en el Puente del Alma, en París. No se le quita de la menta la idea de que Diana “seguiría aquí hoy” si él hubiera sido su chófer en aquella disparatada y trágica noche parisina.
Las calumnias le alejaron de su trabajo soñado y tuvo que reinventarse. Cuando descubrió la verdadera razón de su despido, la indignación creció, aunque también encontró respuestas a muchos interrogantes que llevaba años formulándose. Finalmente, el Goliat de esta historia, la BBC, reconoció su error: «Cuando el Sr. Davies se dirigió a nosotros, resolvimos su queja rápidamente pidiéndole disculpas a través de una declaración ante el tribunal y le pagamos una indemnización por daños y perjuicios». Por su parte, David no puede aún ni perdonar ni olvidar: “Me vi obligado a dejar un trabajo que quería que fuera el trabajo de mi vida. El servicio real implica confianza y lealtad, discreción y sentido del deber. Tu reputación, tu buen nombre, lo es todo. Martin Bashir me robó la mía al hacer esas acusaciones a Diana”.