Un fuerte escándalo ha salpicado a iglesia anglicana y ha acabado con una inesperada decisión: el arzobispo de Canterbury ha presentado su dimisión. Justin Welby, que lleva once años siendo la máxima autoridad de la iglesia de Inglaterra, solo responde ante el rey Carlos III y ha oficiado acontecimientos históricos de Reino Unido, ha anunciado que deja el cargo por la presión que ha recibido a raíz de su manejo del caso de abuso sexual protagonizado por el abogado John Smyth.
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La semana pasada se publicó un informe independiente relatando que el citado letrado, quien fue voluntario en campamentos infantiles de la iglesia en los años 70 y 80, abusó de 130 menores. Una situación que continuó produciéndose cuando John Smyth estuvo en Zimbabwe y Sudáfrica y que la iglesia habría tapado durante décadas. A raíz de ver la luz este documento, 1500 miembros de la iglesia anglicana pidieron la renuncia del arzobispo de Canterbury.
El comunicado de dimisión del arzobispo de Canterbury
El prelado ha hecho pública su decisión este martes 12 de noviembre tras hablar horas antes con Carlos III mediante un intermediario. El arzobispo de Canterbury ha compartido un comunicado en el que se puede leer:
"Después de haber solicitado el amable permiso de Su Majestad el Rey, he decidido renunciar como arzobispo de Canterbury. La revista Makin Review ha expuesto la conspiración de silencio mantenida durante mucho tiempo sobre los atroces abusos de John Smyth. Cuando me informaron en 2013 y me dijeron que se había notificado a la policía, creí erróneamente que se tomaría una resolución apropiada
Está muy claro que debo asumir la responsabilidad personal e institucional por el largo y traumático período comprendido entre 2013 y 2024. Es mi deber honrar mis responsabilidades constitucionales y eclesiásticas, por lo que los plazos exactos se decidirán una vez que se haya completado una revisión de las obligaciones necesarias, incluidas las de Inglaterra y la Comunión Anglicana.
Espero que esta decisión deje en claro que la Iglesia de Inglaterra entiende seriamente la necesidad de un cambio y nuestro profundo compromiso con la creación de una iglesia más segura. Al dejar mi cargo, lo hago con pesar y con todas las víctimas y sobrevivientes de abusos.
Los últimos días han renovado mi profundo y prolongado sentimiento de vergüenza por los históricos fallos de la Iglesia de Inglaterra en materia de protección. Durante casi doce años he luchado por introducir mejoras. Son otros los que deben juzgar lo que se ha hecho. Mientras tanto, cumpliré con mi compromiso de reunirme con las víctimas. Delegaré todas mis otras responsabilidades actuales en materia de protección hasta que se complete el proceso de evaluación de riesgos necesario.
Pido a todos que tengan en sus oraciones a mi esposa Caroline y a mis hijos. Han sido mi apoyo más importante a lo largo de mi ministerio y les estaré eternamente agradecido por su sacrificio. Caroline dirigió el programa de cónyuges durante la Conferencia de Lambeth y ha viajado incansablemente por zonas de conflicto apoyando a los más vulnerables, las mujeres y a quienes las cuidan localmente.
Creo que dar un paso al lado es lo mejor para la Iglesia de Inglaterra, a la que amo profundamente y a la que he tenido el honor de servir. Rezo para que esta decisión nos lleve de nuevo al amor que Jesucristo tiene por cada uno de nosotros. Por encima de todo, mi compromiso más profundo es con la persona de Jesucristo, mi Salvador y mi Dios; el portador de los pecados y las cargas del mundo, y la esperanza de cada persona”.
Su relevante papel en momentos históricos
El arzobispo de Canterbury ha formado parte de acontecimientos históricos como el funeral de Isabel II, que se llevó a cabo el 19 de septiembre de 2022; y la coronación de Carlos III, ceremonia que ofició el 6 de mayo de 2023. Ambos acontecimientos tuvieron como escenario la Abadía de Westminster de Londres y estuvieron representantes de las monarquías de todo el mundo.
Miembro de la Cámara de los Lores e hijo del ayudante del primer ministro Winston Churchill, también ha oficiado celebraciones familiares muy importantes para los Windsor como la boda del príncipe Harry y Meghan Marke; los bautizos de los príncipes George, Charlotte y Louis; y el bautismo de Archie Harrison.
De trabajar en una petrolera a la tragedia que le acercó a la religión
Nacido en 1956 en Middlesex, Justin Welby ha compaginado su vida religiosa con la numerosa familia que ha creado. A mediados de los 70 conoció a Caroline Eaton en la Universidad de Cambridge y se casaron en 1979. El matrimonio tiene seis hijos llamados Tim, Peter, Eleanor, Katherine, Hannah y Johanna. Esta última falleció con solo siete meses en un accidente de tráfico en 1983. Esa tragedia la transformaron en “un recordatorio constante de la incertidumbre de la vida" y la religión empezó a cobrar una gran importancia en sus vidas.
Lejos de lo que cabría pensar, la carrera de Justin Welby no comenzó en la religión. Fue un importante ejecutivo en la petrolera francesa Elf y tesorero en Enterprise, una compañía de prospección que operaba en algunas partes de África y el mar del Norte. Durante esos años formó parte de la congregación de la Santa Trinidad en Brompton (Londres) hasta que la llamada de la religión acabó por ser incompatible con el mundo de los negocios. En 1989 abandonó por completo su faceta empresarial para entregarse a la teología y en 1993 se ordenó sacerdote.
En 2011 fue designado obispo de Durham y solo un año más tarde su nombre sonaba con fuerza para ser el arzobispo de Canterbury. Él mismo comentaba entonces que le parecía una broma y le parecía imposible ser elegido porque apenas llevaba tiempo como obispo, pero en 2013 Isabel II confirmó su nombramiento. Algunos de sus pensamientos han causado una gran controversia, como su férrea defensa de que las mujeres puedan ser sacerdotes, y ha introducido novedades tecnológicas en la iglesia como los diez mandamientos digitales.