Este domingo, se ha celebrado en el Cenotafio de Whitehall (Londres) el Domingo del Recuerdo, uno de los actos más solemnes enmarcados dentro de la festividad del Día del Recuerdo, con la que se homenajea a todos los caídos en servicios y a los veteranos de las Fuerzas Armadas. Una fecha muy señalada en el calendario de la Familia Real británica, que, en esta ocasión, ha tenido a dos grandes protagonistas: Kate Middleton y la duquesa de Edimburgo.
Tras anunciar que había puesto punto final a su tratamiento de quimioterapia contra el cáncer, Kate Middleton (42) va poco a poco dando pasos que la acercan a la normalidad y retomando su agenda de compromisos. La pasada noche del sábado, la princesa de Gales acompañó al rey Carlos III y al príncipe Guillermo en el Festival Anual del Recuerdo que tuvo lugar en el Royal Albert Hall.
Este domingo, ha presenciado el homenaje a los caídos desde el balcón de la Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo. Una cita especialmente sentimental, puesto que se rememora uno de los tiempos más complicados de la historia de Reino Unido. Por ello, la princesa de Gales no ha podido evitar emocionarse cerrando los ojos e inclinando la cabeza en señal de respeto por aquellos que perdieron la vida luchando por defender su país.
Este 2024, debido a la baja de la reina Camilla que ha tenido que aparcar temporalmente sus compromisos por una infección en el pecho, Kate Middleton ha estado acompañada por la duquesa de Edimburgo (59). Ambas están muy unidas, buena muestra de su amistad es que se han dedicado numerosos gestos de cariño y complicidad. Entre ellos ha destacado que Sophie ha arropado a la princesa de Gales poniendo una mano sobre su hombro en diversos momentos.
La presencia de la duquesa de Edimburgo al lado de la princesa de Gales también reafirma la confianza que el rey Carlos III ha depositado en su hermano, el príncipe Eduardo, y en Sophie y su importante papel en la monarquía. Cabe recordar que el duque de Edimburgo es consejero de Estado, es decir, la persona que sustituye al soberano en sus deberes institucionales en caso de que este se encuentre en el extranjero o padezca una enfermedad.
Sophie, aunque no levanta pasiones como lo hace Kate Middleton, es muy popular entre el pueblo británico. Desde un primer momento, la Duquesa se presentó como una persona de gustos sencillos, moderada en gastos y alejada del primer plano, aunque, eso sí, siempre apoyando a la institución. Además, cuando la princesa de Gales llegó a la Familia Real en 2011 forjó con ella un estrecho vínculo que han sabido mantener con el paso del tiempo.
Otro de los aspectos que destacan de Sophie es su compromiso con las labores humanitarias viajando a zonas desfavorecidas como Sudán y siendo defensora de la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad, de la ONU o de la Iniciativa de Prevención de la Violencia Sexual en Conflictos. Una faceta solidaria que a muchos les ha hecho pensar que es la heredera natural de la siempre recordada Diana de Gales.