La vida oficial de los duques de Sussex -título que Isabel II les concedió con motivo de su boda- fue tan breve como intensa: se casaron en mayo de 2018 y salieron de la Casa Real británica en marzo del 2020. Durante estos dos años la pareja intentó buscar un lugar en el que se sintieran cómodos dentro de una institución que contaba con ellos, pero que también tenía sus propias normas, jerarquías y tiempos, unas reglas que pudieron pillar por sorpresa a Meghan, pero no a Harry, que había nacido dentro de la institución. Los planes que lsabel II y Carlos III tenían para los Sussex no llegaron a materializarse, sin embargo, por el camino dejaron muchas pistas de cómo sería su futuro dentro de la realeza británica y un momento claro en el que los planes de la institución y las aspiraciones de la pareja saltaron por los aires. ¡Se cumplen cinco años de la primera chispa que saltó en el polvorín de los Sussex!
Un viaje diseñado para sentar las bases del futuro de los Sussex dentro de la institución
En octubre de 2018 los duques de Sussex hicieron su primera gira a África, un viaje que, como todos los oficiales, contaba con la luz de verde de la Casa Real y del Ministerio de Asuntos Exteriores. El viaje había sido diseñado a su medida: era un homenaje a la princesa Diana, retomaba las causas que el propio Harry había promovido años atrás en África e impulsaba la figura de Meghan como princesa británica de orígenes africanos, es más, allí dio ese primer discurso en el que dijo que estaba allí como "una mujer de color". Rizando el rizo, era la presentación del pequeño Archie, al que solo habían mostrado brevemente tras su nacimiento y en las imágenes oficiales de su bautizo. Así que su primer viaje desataría las comparaciones con los que hizo Harry de bebé y tendría un fuerte componente simbólico y emotivo. Además el primer viaje de los Sussex como familia tenía la función de sentar las bases de lo que iba a ser el futuro de los Sussex dentro de la institución, teniendo en cuenta que Isabel II ya los había puesto al frente de la Queen's Commonwealth Trust, la fundación que puso en marcha para labores filantrópicas dentro de los territorios que están dentro de la Commonwealth. Así que esa gira de nueve días tendría paradas en tres países que mantienen sus lazos con el Reino Unido: Sudáfrica, Malaui y Botsuana. El príncipe Harry se desplazó también a Angola, pero eso fue para dar visibilidad al trabajo que había hecho su madre en los años noventa con respecto a las minas antipersona, un proyecto al margen de intereses británicos.
El plan parecía perfecto y la expectación era máxima, un buen momento para subir la popularidad de los Sussex, que había caído después de su boda. En busca de la máxima rentabilidad mediática y dando muestras de que ya se sentían cómodos con un equipo de grabación siguiéndoles los pasos, Harry y Meghan le dieron a la cadena británica ITV y en particular al periodista Tom Bradby, amigo de la pareja, la posibilidad de que les acompañara a su gira. La intención de ese documental no era otra que mostrarles como miembros de realeza activos, trabajadores, cercanos y de buen corazón. Sin embargo, en contra de todo pronóstico, un documental concebido para ser un éxito de relaciones públicas se transformó en la primera prueba pública de la monarquía británica era una olla a presión a punto de estallar.
Harry y Meghan se mostraron por primera vez emocionalmente agotados
Las declaraciones de Meghan y Harry pusieron de manifiesto que no estaban cómodos dentro la institución y que no se sentían apoyados por parte de la Familia Real Mostraron una imagen muy solitaria, alejada de los Windsor y ambos estaban emocionalmente agotados delante de las cámaras: el duque estaba tenso e irascible y la duquesa triste y desbordada. Estas son algunas de las frases que se emitieron el 23 de octubre de 2019 en el documental Harry & Meghan: An African Journey.
- Harry habló sobre la muerte de su madre, Diana de Gales: "Creo que es una herida que supura. Ser parte de esta familia, en este papel, en este trabajo. Cada vez que veo una cámara o escucho un clic… Cada vez que veo un flash me hace recordar el peor momento de mi vida"
- Harry confirmó que estaba distanciado del príncipe Guillermo: "Somos hermanos. Siempre lo seremos. Seguimos por caminos diferentes en este momento, pero siempre estaré ahí para él, así como sé que él estará siempre ahí para mí. Como hermanos, ya saben, hay buenos días y malos días".
- Meghan habló de los tabloides británicos, a los que demandarían en ese momento: “Cuando conocí a mi actual marido, mis amigos estaban muy contentos porque yo era muy feliz. Pero mis amigos británicos me dijeron: 'Estoy segura de que es genial. Pero no deberías hacerlo porque los tabloides británicos destruirán tu vida'”
- Meghan se rompió cuando el presentador le preguntó si estaba bien: "Muchas gracias por preguntar, porque no hay mucha gente que me haya preguntado si estoy bien. Es real, y es muy duro y difícil pasar por todo esto entre bastidores, cuando no se ve", continúa. "¿Puede decirse que ha sido duro, que ha sido una lucha?", preguntó entonces el entrevistador. "Sí", fue la rotunda y tajante respuesta de la mujer del príncipe Harry.
- Meghan habló de lo duros que habían sido los últimos meses: "Cualquier mujer, especialmente cuando está embarazada, es realmente vulnerable, y eso fue un desafío. Y luego, cuando tienes un recién nacido, lo sabes. Y especialmente como mujer, es mucho. Entonces, añades esto al hecho de tratar de ser una nueva madre o una recién casada.
- Meghan cuestionó uno de los lemas de Isabel II, el de nunca mostrar tus sentimientos: "Con toda honestidad, le he dicho durante mucho tiempo a H, así lo llamo, que no es suficiente sobrevivir a algo, eso no es vida. Debes prosperar. Debes sentirte feliz y creo que realmente intenté adoptar esa sensibilidad británica de no mostrar ninguna emoción (...). Lo bueno es que tengo a mi bebé, el principito Archie, y a mi esposo, y ellos son los mejores”
Para comprender del todo el clima en el que se emitieron estas declaraciones, hay que recordar que ese viaje coincidió con las primeras demandas que los Sussex interpusieron contra un sector muy concreto de la prensa británica. El príncipe Harry sostenía que Meghan estaba siendo objeto de una "campaña despiadada" similar a la que había vivido su madre Diana de Gales y temía que las consecuencias fueran las mismas, así que demandó a la publicación que dio a conocer el contenido de la carta privada que Meghan le había escrito a su padre antes de la boda y después fue en contra de los tabloides que le habían pinchado los teléfonos. Hay que decir que los Sussex años después ganaron esas demandas, pero en ese momento el enfrentamiento les llevó a alejarse todavía más de la Casa Real británica y sobre todo fue la confirmación de que esos trapos no se lavarían en casa.
Las reacciones al documental Harry & Meghan: An African Journey no se hicieron esperar y la propia Kamala Harris, que todavía no habían alcanzado la vicepresidencia de los Estados Unidos, se posicionó públicamente a favor de la duquesa de Sussex. Esas declaraciones hicieron que el conflicto dejara de ser un asunto interno para extrapolarse a niveles inesperados. Con el tiempo han contado que se sentían poco apoyados por una institución que, si bien se aprovechaba de su alta popularidad, minusvaloraba su papel de cara al futuro. Harry explicó en sus memorias que la jerarquía se aplica también a las relaciones familiares y a los proyectos profesionales, de forma que para que los Sussex abordaran nuevos proyectos tenían que contar con el beneplácito de los estamentos superiores (Carlos y Camilla, Guillermo y Kate) y no chocar en términos de popularidad. Por otro lado, los Sussex estaban siendo muy cuestionados públicamente en base a las acusaciones que hacían los tabloides de su forma de operar, es decir, el secretismo en torno al nacimiento de Archie o su ausencia en la Navidad de Sandringham eran vistos como una ruptura sistemática el acuerdo tácito que la Familia Real tiene con los contribuyentes que costean el sostenimiento de la monarquía.
De forma oficial nunca se sabrá los planes que Isabel II, Carlos III y el príncipe Guillermo tenían para Harry y Meghan
En un clima evidentemente hostil y después del viaje a África, la pareja optó por distanciarse durante un tiempo de todo, del Reino Unido, de la familia y de la institución. Isabel II autorizó ese paréntesis y los Sussex se instalaron en una impresionante finca en Canadá, uno de los gigantes de la Commonwealth, y allí comenzaron a meditar cómo sería su futuro o al menos cómo ellos querían que fuera, aunque luego no se cumplieran sus expectativas. De forma oficial nunca se sabrá los planes que Isabel II, Carlos III y el príncipe Guillermo tenían para Harry y Meghan, pero hasta ese momento todo apuntaba a que la institución planeaba dejar que los Sussex se encargaran de las relaciones y proyectos con aquellos países que quedaban fuera de la órbita de la jefatura del Estado y del príncipe de Gales, así como mantener su influencia dentro de algunos territorios de la Commonwealth, que en total son 56 países, muchos de ellos microestados y/o en vías de desarrollo.
Este plan encajaba, no solo con los Sussex, que siempre han hablado de su vocación de servicio público, también era lo que necesitaba la institución para darle espacio a Carlos y Camilla, como futuros reyes, y a Guillermo y Kate, como herederos, dentro del Reino Unido. Sin embargo, poner de acuerdo a todas las partes no fue posible, a Harry y a Meghan les gustaba ese trabajo, prueba de ello es que cuando anunciaron su salida lo hicieron desde Canadá y con la intención de conservar sus funciones de representación dentro de la Commonwealth, pero quizá el modo de plantearlo no fue el mejor en ese complicado inicio del 2020. Ahora es la duquesa de Edimburgo, Sophie, la que más viajes oficiales a África está realizando, mientras que los duques de Sussex han emprendido su propia agenda internacional, pero a título personal. De momento la presidencia de la Queen's Commonwealth Trust está en manos de Carlos III, algo que choca teniendo en cuenta que él ocupa la jefatura del Estado y antes era una labor adecuada para el sexto lugar en la línea sucesoria.