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En marzo de 2019 reinaba Isabel II y en el Reino Unido todavía duraba el entusiasmo por la boda del príncipe Harry con Meghan Markle: ellos estaban a punto de dar la bienvenida a su primer hijo y todo parecía indicar que la actriz estadounidense había llegado para quedarse. Así que aprovechando el Día de Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, la soberana quiso hacer pública su confianza en la mujer de su nieto y la nombró vicepresidenta del Queen's Commonwealth Trust. Ese nombramiento, tal y como se comunicó entonces, vino motivado por su trabajo de apoyo a las mujeres y niñas. Cinco años después, la "foto" de la Casa Windsor no tiene nada que ver y los compromisos en materia de igualdad de género y empoderamiento femenino han quedado en manos de la reina Camilla.
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Los reyes Carlos y Camilla emprenderán el próximo 18 de octubre una gira de otoño que se prolongará hasta el día 26 y que una visita real a Australia, una visita de Estado al Estado Independiente de Samoa y la asistencia a la Reunión de Jefes de Gobierno de la Commonwealth (CHOGM) de 2024. La mayor parte de su agenda es compartida, sin embargo, está previsto que la reina Camilla asista en solitario al evento paralelo que se celebra en el isla durante esos días: el Foro de Mujeres sobre la defensa de mujeres y niñas de la Commonwealth. Un papel que fugazmente estuvo en manos de Meghan Markle, aunque no se puede olvidar que la reina Camilla como duquesa de Cornualles ya estaba implicada en la defensa de supervivientes de la violencia doméstica y el abuso sexual.
'¿Quién hubiera imaginado que Gran Bretaña tendría una princesa negra? Fue la conclusión de una historia que era tan improbable como asombrosa...'
Hay que recordar que por un lado esta la Commonwealth, un club de adhesión voluntaria entre países con objetivos de cooperación en el ámbito político y económico, que se remonta a principios del siglo pasado, cuya jefatura (no hereditaria) ostenta el rey Carlos III y que en mayor parte integran las antiguas colonias o dominios del extinto Imperio británico; y por otro lado, está la organización de carácter benéfico que creó la reina Isabel en el año 2018 para proyectos de desarrollo para las nuevas generaciones que viven en esos territorios, que nació presidida por el príncipe Harry y fue él quién se involucró de lleno en ponerla en marcha. Por tanto, parecía natural que Meghan Markle se involucrara también en ese proyecto, además se valoraba que sería un valioso activo por su activo pasado feminista y por ser birracial.
Cuando el malestar de los duques de Sussex dentro de la Casa Real británica se hizo evidente, ellos intentaron cambiar su forma de trabajar y en su propuesta estaba el seguir manteniendo los compromisos que habían adquirido tanto con la Commonwealth como con la organización benéfica. No lo dijeron pero de su propuesta se deslizaba la intención era la de seguir siendo príncipes británicos fuera del Reino Unido y eso comprendía, entre otros, Canadá, país en el que fueron recibidos como miembros de la Familia Real, con lo que ello implica en materia de seguridad, y en el que se instalaron durante el tiempo que duraron esas negociaciones. Cuando Isabel II y la Casa Real les dejaron claro que era o todo o nada, Harry y Meghan se trasladaron a los Estados Unidos y tuvieron que cortar sus vínculos con la Queen's Commonwealth Trust, cuya presidencia fue asumida por el rey Carlos III.
Escucha aquí el podcast: 'Harry y Meghan: jaque a la Reina'
¿Por qué el documental de los duques de Sussex reabre la guerra con Guillermo y Kate?
Estando fuera de la Casa Real, Harry y Meghan se replantearon sus opiniones con respecto a la Commonwealth y así lo hicieron saber en el documental que grabaron con Netflix y que se estrenó en diciembre de 2022. Los historiadores y expertos que aparecieron en el documental hicieron una fuerte crítica a la Commonwealth, sin obviar que esa alianza de países para algunos británicos es el gran legado de Isabel II que que heredó un imperio que fue perdiendo territorios a medida que las colonias se fueron haciendo países independientes. "La Commonwealth se sigue describiendo como un club de amigos que comparten valores comunes, ese lenguaje me resulta problemático, a veces llamó a la Commonwealth Imperio 2.0. porque eso es lo que es", dijo Afua Hirsch, periodista y escritora británica experta en asuntos sociales en el documental de los Sussex. "Las personas negras de la Commonwealth están en unas condiciones igual de malas que hace cincuenta o cien años", señaló Kehinde Andrews, profesor de Estudios Afroamericanos en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Birmingham. "La raíz de esa pobreza se debe a la extracción de su riqueza por otros, aquellos británicos que extrajeron esa riqueza siguen siendo ricos en las nuevas generaciones. Hay una clara relación económica, sin embargo, la narrativa actual en Gran Bretaña es que es historia pasada, que no tiene sentido mirar atrás", contó Afua Hirsch.
"En cambio allí estaba una mujer que se parecía a la mayoría de las personas en la Commonwealth: Meghan representaba algo. Había una esperanza de que tal vez esa fuera una forma de tener las conversaciones difíciles que se aparcan tantas veces", señaló en el documental el doctor en historia y profesor de la Historia Pública de la Universidad de Manchester, David Olugosa. "¿Quién hubiera imaginado que Gran Bretaña tendría una princesa negra? Fue la conclusión de una historia que era tan improbable como asombrosa [...] El compromiso de Harry y Meghan parecía el día en el que la Familia Real se ponía al día con el resto de Gran Bretaña", añadió Olugosa que junto a Afua Hirsch analizaron en el documental de los Sussex cómo la esclavitud fue el sostén del imperio.