La muerte de Thomas Kingston causó una gran conmoción en la sociedad británica el pasado febrero. El marido de Lady Gabriella Windsor falleció a los 45 años a causa de una "herida traumática en la cabeza" en la casa de sus padres, en el condado de Gloucestershire, cerca de la frontera con Gales, vivienda en la que además encontraron una pistola cerca del cuerpo del financiero. Se abrió inmediatamente un proceso de investigación para esclarecer las causas de esta tragedia de la que ahora se conocen nuevos datos.
Este martes se ha celebrado una audiencia en el Tribunal Forense de Gloucestershire en la que el abogado Martin Porter KC ha pedido que este proceso no se limite a esclarecer "la causa final de la muerte, que es clara y obvia". El letrado solicita que investiguen si "el estado mental del Sr. Kingston y si ese estado mental se vio afectado por la medicación que había tomado". Ha añadido como apoyo a sus argumentos que "se ha informado a la familia que podría haber una conexión que su tribunal debería investigar".
La forense principal de Gloucestershire, Katy Skerrett, ha indicado que la "prescripción reciente debería formar parte del estudio" y ha apoyado a Martin Porter, haciendo, eso sí, una matización: "Estoy de acuerdo con el Sr. Porter, sin embargo, advierto firmemente que si se demostrara un vínculo causal es una cuestión muy diferente".
Los padres de Thomas, William Martin Kingston y Jill Mary Kingston, han acudido esta sesión en la que se ha avanzado que el padre, abogado especializado en derecho urbanístico, testificará en nombre de la familia cuando lo requiera el proceso. Lady Gabriella, que habría celebrado en mayo cinco años de matrimonio con el financiero, no ha estado presente. La prima segunda de Carlos III está viviendo su duelo lejos de la vida pública y desde febrero tan solo ha acudido a dos actos, el Trooping the colour y Ascott.
En las primeras informaciones sobre la muerte del yerno de los príncipes Michael de Kent, la forense explicó que el día de los hechos, el financiero había ido a comer a casa de sus padres. Su padre se fue a pasear a los perros y al regresar pensaba que Thomas no estaba en la vivienda porque nadie le contestaba. Después de 30 minutos, su madre se fue a buscarlo y su padre, al no tener respuesta, forzó la puerta para poder acceder al domicilio. Los médicos recibieron a las seis de la tarde una llamada y se personaron en el domicilio, igual que la policía. El doctor Jones fue el designado para realizar la autopsia con el fin de arrojar luz en este suceso.
El último adiós al marido de Lady Gabriella Windsor fue completamente íntimo. Se celebró en la capilla real de St. James, a la que se acercaron aproximadamente 140 personas, entre las que había miembros de la realeza como el príncipe de Gales, el duque de Kent y la princesa Alexandra. Los Reyes, de hecho, trasladaron públicamente sus condolencias nada más conocerse la noticia: "El Rey y la Reina han sido informados de la muerte de Thomas y se unen al Príncipe y la Princesa Michael de Kent y a todos aquellos que lo conocieron en el duelo por un miembro muy querido de la familia. En particular, sus Majestades envían sus más sinceros pensamientos y oraciones a Gabriella y a toda la familia Kingston".
El mes más complicado para los Windsor
La muerte de Thomas llegó en uno de los momentos más difíciles de la Familia Real británica. En ese momento, Carlos III estaba alejado de la agenda institucional para volcarse en el tratamiento para el cáncer que le diagnosticaron escasas semanas antes, cuando estaba en el hospital para someterse a una operación por un agrandamiento de la próstata.
Además, el misterio rodeaba a Kate Middleton, quien llevaba mes y medio ausente por una intervención abdominal que le hicieron en enero en The Clinic. La realidad, que se conoció tiempo después, es que la princesa de Gales también había sido diagnosticada de cáncer y a finales de febrero comenzó un tratamiento de quimioterapia preventiva que ya ha finalizado, tal y como ella misma comunicaba.