Todas las miradas vuelve a estar puestas sobre Meghan Markle. En las últimas semanas y debido a sus ausencias en los actos públicos del príncipe Harry, la duquesa de Sussex ha desatado un sinfín de habladurías. Críticas que le llegan sobre todo desde la prensa británica, algo que en su caso se repite con demasiada frecuencia. En este sentido, hay medios ingleses que no parecen estar nunca conformes con lo que haga o diga la nuera del rey Carlos.
Lo que es seguro es que el matrimonio mantiene parte de sus respectivas e intensas agendas por separado, volando solos cuando la ocasión lo requiere y sin depender tanto el uno del otro. De un tiempo a esta parte, cada vez tienen más planes y actos programados donde acuden en solitario, una diferencia notable y significativa con lo que venían haciendo desde que comenzara su relación allá por el 2016.
Bajo este contexto, Meghan acudía el sábado por la noche a la gala 2024 del Hospital Infantil de Los Ángeles (California, EE.UU.), un evento benéfico del que ha sido una de las caras visibles junto a otros rostros hollywoodenses. Allí, disfrutando de la velada y aportando su granito de arena, estaban también Demi Lovato, Jamie Lee Curtis o Kaley Cuoco, así como Kelly McKee Zajfen, gran amiga de Markle.
Paralelamente, estos días atrás hemos podido ver cómo el duque de Sussex ha estado cumpliendo con sus compromisos a lo largo y ancho del planeta, por lugares como Nueva York, Londres o el país africano Lesoto. En este sentido, respecto a la cobertura y crónicas que en los diarios de Gran Bretaña se hacen de uno y otro, no hay duda que la exactriz sale peor parada.
El motivo de la última controversia que afecta a la Duquesa viene dado por el vestido de color rojo pasión que lució durante la noche, lo que ha provocado que algunos consideren que resultaba inapropiado para la cita en cuestión.
Señalan a la mujer del príncipe Harry por, según cierto sector de la prensa de las islas, querer acaparar un excesivo protagonismo y llevarse todas las miradas con ese estilismo. Un look que, para ellos, era excesivamente llamativo y poco acorde con esta cita solidaria para la recaudación de fondos destinados a niños hospitalizados.
Polémicas aparte, uno de los momentos más entrañables se produjo cuando Meghan estaba saludando a los fans que allí se encontraban. Entre ellos, había unos padres con sus dos hijos, lo que Markle aprovechó para acercarse hasta el pequeño que estaba en brazos de su madre y debía tener algo de cara de sueño.
"Seguro que ya es hora de irte a dormir", le dijo la Duquesa con una tierna carantoña al niño. Seguidamente, preguntó a la pareja por la edad de los menores: "¿Qué años tienen? Son muy parecidos a los nuestros, que tienen tres y cinco", recordó en alusión a Lilibet y Archie.
El look de Meghan Markle, al detalle
En términos de vestimenta, la Duquesa se enfundó en un vestido que ya usó en 2021 para celebrar a los militares en la víspera del Día de los Veteranos de los EE.UU. y el Día del Armisticio en Reino Unido. Hablamos de un diseño en rojo amapola bajo la firma de Carolina Herrera.
Una impactante creación constituida por busto de cuello halter con escote en V pronunciado y sobrefalda plisada desmontable perteneciente a la colección Pre-Fall 2022 de la casa de moda. Si observamos su estilismo, podemos ver una pequeña variación con el que el look que defendió hace años: esta vez, decidió desprenderse de la cola superpuesta. Un elemento que nos permite elevar o rebajar el resultado final en función del encuentro al que acudamos.
Elegante confección que remató con sandalias de tiras a tono (el modelo So Nude Sandal 105 de Aquazzura) y brazalete en dorado para ganar en dosis de glamour. En cuanto a las propuestas beauty, en primer lugar, Meghan Markle triunfó con su cabellera al natural, suelta. Una opción sencilla que nunca falla. Además, continuó abanderando la delicadeza con un rostro impecable, logrado con un no-makeup makeup realmente atractivo.