El arranque del otoño para el príncipe Harry está siendo de lo más ajetreado, con una agenda imparable y varios viajes internacionales que ha hecho sin Meghan Markle. De Nueva York, donde el duque de Sussex se encontró con Matilde de Bélgica, viajó hasta Londres y de ahí ha emprendido rumbo a su querida África, el continente que siempre ha sentido como un hogar, donde puede ser él mismo y al que siempre vuelve. En Lesoto, el Príncipe se ha reencontrado con su pasado royal y con el príncipe Seeiso, junto al que fundó Setenbale, una organización que vela por los niños más vulnerables, cuando aún era miembro de primer nivel de la monarquía británica. Un viaje de lo más significativo y con muchas lecturas que pasamos a desgranar.
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Este viaje a Lesoto parece que es la última etapa de lo que parece la vuelta del príncipe Harry a su perfil más vinculado con la realeza. Tras su cariñoso encuentro en Nueva York con la reina Matilde de los belgas en una cena de la Organización Mundial de la Salud en la Gran Manzana, en África, ha sido recibido de forma privada por el jefe del Estado de Lesoto y su mujer, los reyes Letsie III y Masenate Mohato Seeiso. Además, ha visto a su gran amigo, con el que mantiene una relación fraternal, el príncipe Seeiso, hermano del monarca: a la princesa Senate Seeiso, la primogénita de los tres hijos del jefe del Estado, y con el primer ministro.
Estos encuentros dejan claro que para la realeza internacional, Harry de Inglaterra sigue siendo uno de los suyos, tiene las puertas abiertas y es recibido con verdadero afecto. Algo que contrasta con cómo es tratado en Reino Unido, donde es difícil que su padre, el rey Carlos III, le reciba, y no tiene relación con su hermano, el príncipe Guillermo. En el país que lo vio nacer, Harry no tiene estatus protocolario de royal, sino de pariente del soberano.
Para Harry volver a Lesoto siempre es significativo e importante. Viajó allí de joven en 2004, cuando pasó dos meses de año sabático, y comprobó los problemas de la infancia y la juventud africana. En 2006 creó con el príncipe Seeiso Sentable. Al igual que Diana de Gales, la madre del príncipe africano también participó activamente en la lucha contra el VIH y la erradicación del estigma social de los enfermos. Unidos por el amor hacia sus madresse dieron cuenta de que “ser niño en Lesoto era como ser alguien de mediana edad en Manchester, y si bien las razones eran varias y complejas, la más relevante era el VIH”, según relata el propio Harry en su libro de memorias En la Sombra. De hecho, parte de los ingresos de su biografía, 1,5 millones de dólares, han ido a Sentebale.
Desde hace 18 años el príncipe Harry trabaja con el príncipe Seeiso y su colaboración sigue intacta aunque él ya no forme parte de la monarquía británica. Además, con el paso del tiempo se ha creado entre ellos unos lazos de amistad muy intensos. Tal y como informa la Fundación Archewell de los duques de Sussex, este viaje “no solo ha revivido los preciados vínculos de su infancia, sino que también celebró un hito notable: el 200 aniversario de la nación. El Duque tiene un lugar especial en su corazón para este país, en particular a través de su trabajo con Sentebale. Su compromiso con la región está profundamente arraigado en una visión compartida de desarrollo sostenible y empoderamiento”.
Durante su visita, el príncipe Harry ha podido ver la resiliencia y el espíritu del pueblo basotho, que constituye la práctica totalidad de los habitantes de Lesoto. También se reunió con los equipos de trabajo de Sentebale en el centro infantil Mamohato donde fue recibido con danzas y cánticos tradicionales. “Estamos alcanzando los objetivos, no solo en Sentebale sino en todos los departamentos, y eso está marcando una enorme diferencia, y es este aumento de energía y optimismo y la voz de los jóvenes de entre seis y 25 años es en lo que realmente hay que trabajar más para que la gente de arriba comience a escuchar”, dijo.
Por su parte, el príncipe Seeiso dijo sobre esta visita: “Todo este viaje de Sentebale comenzó con esta persona [Harry] llegando al país. Ahora es mi hermano menor Mohali, el guerrero. Respirar el mismo aire, comer la misma comida que los niños… Eso inspiró este sueño de llegar a donde estamos ahora. Surge la necesidad profunda de hacer una diferencia en nuestra vida y dejar un legado, pasar el testigo a la próxima generación”.
La ausencia de Meghan Markle
En toda esta gira internacional del príncipe Harry, donde afianza su papel como un activista y líder global que comenzó con sus viajes a Nigeria y Colombia, parece que Meghan Markle no tiene hueco. Es algo que llama la atención, pues hasta este año parecía que toda su vida pública y los negocios los hacían juntos. Ahora, el Duque parece ir por libre, mientras la duquesa de Sussex prepara el lanzamiento de su marca de menaje y estilo de vida, American Riviera Orchard, junto con un proyecto de Netflix sobre jardinería y cocina. La seguridad es uno de los motivos por los que Meghan no regresa a Reino Unido, mientras, según apunta The Telegraph, Harry de Inglaterra podría estar añorando su antiguo papel como miembro de la realeza. O más que ejercer como Príncipe al cien por cien, seguir vinculado a las causas en las que se volcó cuando vivía en Londres. En esta nueva estrategia de imagen pública, Meghan no está, quizá po miedo a que pueda eclipsar a su marido.