Kate Middleton ha reaparecido por sorpresa este fin de semana en Balmoral, la primera vez que es fotografiada en la finca escocesa propiedad de los Windsor desde que anunciara que padece cáncer el pasado marzo. La nuera del rey Carlos era inmortalizada dentro de su coche, en el asiento del copiloto, mientras acudía a un servicio religioso con su familia.
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Con rostro relajado, la princesa de Gales ha sido captada a su llegada a la iglesia de Crathie, en el interior del vehículo que conducía su marido, Guillermo de Inglaterra, y en cuya parte de atrás se encontraba su hijo mayor, el príncipe George.
Para la ocasión, la esposa del heredero lucía un elegante chaqueta color marrón claro con estampado de cuadros de Holland Cooper, y un sombrero adornado con plumas. Mientras llevaba el pelo suelto, acompañaba su look con unos llamativos pendientes dorados.
Un plan privado de la familia real británica que era encabezado por el monarca y su mujer, la reina Camilla, quienes iban en otro automóvil. A ellos se han unido igualmente los duques de Edimburgo y su hijo James, conde de Wessex, así como Sir Tim Laurence.
Kate Middleton se encuentra actualmente en Escocia junto a su esposo y sus niños para acompañar al soberano en sus vacaciones de verano en el Castillo de Balmoral, lugar de residencia de los Windsor durante la temporada estival y donde siempre suelen disfrutar al máximo de esta época del año.
Antes de realizar este viaje, el matrimonio royal y sus tres vástagos han estado pasando los días de calor en su casa de Norfolk, Anmer Hall, cerca de la finca de Sandringham. Fue precisamente desde allí donde la pareja grabó un vídeo el pasado 11 de agosto, felicitando a los deportistas británicos por su gran papel en los JJ.OO. de París.
Han pasado justo quince días desde esa última imagen que teníamos de la Princesa, si bien se supo que este mes había acudido también con los suyos al festival Gone Wild, en la zona campestre de Holkham Hall. Allí, se lo pasó en grande con Guillermo y los príncipes George (11 años), Charlotte (9) y Louis (6), jugando a una especie de 'paintball' para menores con las populares pistolas de juguete Nerf.
La futura reina todavía está recibiendo quimioterapia preventiva por su enfermedad, de ahí que su agenda institucional se haya reducido al mínimo en este 2024. Tan solo la vimos en el desfile del Trooping the Colour en junio y en la gran de Wimbledon en julio, donde entregó la copa a Carlos Alcaraz.