e El príncipe Harry y Meghan Markle concluyen su periplo por tierras colombianas, que comenzaba el pasado jueves y ha tocado a su fin este domingo con su presencia en Santiago de Cali. Hasta la capital del Valle del Cauca se había desplazado el matrimonio 'royal', donde ambos volvían a disfrutar de momentos muy especiales y emotivos en lo que para ellos ha sido un viaje inolvidable.
Cuatro días muy intensos y una agenda de lo más apretada, en una última jornada con la duquesa de Sussex como gran protagonista. Ella y su esposo acudían sobre las once de la mañana (hora local) al Teatro Municipal de la ciudad para asistir al foro denominado Mujeres Afro y Poder. Lo hacían junto a la persona que los invitó al país latinoamericano y los ha acompañado en todo momento, la vicepresidenta Francia Márquez.
Conferencia en un recinto abarrotado para la ocasión, cuyo instante más esperado llegaba con el turno de palabra para la nuera de Carlos III. Esta, con semblante tímido y algo de nervios, cogía el micrófono y se arrancaba a hablar en nuestro idioma al iniciar su discurso: "Muy buenas tardes, me gustaría empezar en español", decía
Con solo escuchar esa frase, el público rompía en vítores y aplausos hacia ella, quien retomaba rápidamente su 'speech' tras esa breve interrupción. "Estamos en este país mi marido y yo, y puedo sentir este abrazo de Colombia que es increíble, así que muchas gracias", se felicitaba. "La cultura, la historia... todo ha sido como un sueño en este viaje", añadía.
Seguidamente, mientras de fondo continuaba la ovación de los asistentes, Meghan se disculpaba ante ellos por si no estaba pronunciando bien aquello que quería transmitirles: "Perdonad si mi español no es perfecto, porque lo aprendí hace veinte años en Argentina", ha explicado sin perderla la sonrisa.
Para terminar su pequeña intervención en castellano, la mujer del príncipe Harry ponía de manifiesto lo que admira a "esta comunidad y este sentimiento que es lo mejor del mundo", no si antes mostrar su agradecimiento a la citada ministra del gobierno colombiano, a la que ha tildado de "mi amiga".
Tras ello, respiraba hondo y concluía: "Bueno, ahora, en inglés", comentaba con humor a la hora de proseguir ya en su lengua. Poco después, se producía una imagen muy curiosa cuando la Duquesa se levantaba de su asiento, caminando hacia uno de los laterales del escenario. El motivo era el calor que hacía allí dentro, por lo que decidía ir a encender uno los ventiladores que estaban preparados para dar aire fresco.
Ya durante la ponencia, la cuñada de Guillermo de Inglaterra ha hecho también alusión a sus hijos cuando mencionaba a la pequeña Lilibet, al hablar de lo rápido que está creciendo en su visión del mundo que le rodea. A pesar de su corta edad, decía que en cierta manera su niña "a los tres años ya ha encontrado su voz, y estamos muy orgullosos de eso porque así es como ellos mismos van a crear un entorno muy diferente al de nuestra infancia".
Antes de todo ello, los Sussex habían llegado al auditorio entre fuertes medidas de seguridad, como viene siendo habitual durante su tour por el país latinoamericano. Primero, saludaron a la gente y ocuparon la primera fila el patio de butacas mientras se hacían las diversas presentaciones.
Desde ahí, se les veía escuchar lo que se decía con la ayuda de un auricular de traducción simultánea, asintiendo con la cabeza y aplaudiendo. A su vez, fueron testigos de la actuación de una banda folclore afrocolombiana, para después arrancar con la conferencia donde Meghan tendría participación activa.
En cuanto a su look, la cuñada de Guillermo de Inglaterra apostaba por una camisa corta de color blanco, de talla hasta la cintura, con cuellos pronunciados y sin mangas. Junto a ello, lucía una colorida falda larga ajustada con estampado de flores, que completaba con unos zapatos de tacón fucsia.
Terminaba el multitudinario acto con la foto de familia entre las ponentes, autoridades locales y los invitados de honor, donde Harry y Meghan se despedían ya con cariño de un pueblo que, durante estos últimos cuatro días, los ha agasajado a cada paso que daban.
El viaje estaba a punto de llegar a su fin, pero aún quedaba una visita en la que han dejado claro lo cómodos que se sentían en el país que los ha acogido durante los últimos cuatro días. Y lo han hecho de la forma más colombiana posible, a ritmo de salsa. En una escuela local, Meghan y Harry se dejaron llevar por la música de Cali Pachanguero, de Grupo Niche, y se lanzaron a la pista con unos aplaudidos pasos de baile con los que no solo demostraron destreza, sino también la indudable química que existe entre ellos.
Ahora sabemos, gracias a la publicación de una antigua compañera de Meghan de la universidad de Northwestern (Illinois) que la pasión de la Duquesa por la danza latina viene de lejos. Mientras estudiaba Interpretación asistió a clases de salsa y está claro que las lecciones no cayeron en saco roto.
Los duques de Sussex han puesto así la guinda a un viaje, ni oficial ni real, pero que fue seguido por medios de comunicación de todo el mundo como si así lo fuera.