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El príncipe Andrés sigue aferrado a Royal Lodge, la lujosa vivienda a menos de cinco kilómetros del castillo de Windsor en la que el duque de York reside junto a su exmujer, Sarah Ferguson, y Muick y Sandy, los amados corgis de Isabel II que el exmatrimonio adoptó tras el fallecimiento de la longeva soberana en septiembre de 2022.
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Ante la negativa del príncipe Andrés de abandonar la casa, Carlos III se ha visto obligado a tomar medidas extremas, puesto que, tal y como ha informado el diario británico The Mirror, el jefe de Estado ha despedido al equipo privado de diez personas que se encargaban de velar por la seguridad del padre de las princesa Eugenia y Beatriz. Cabe recordar que el monarca lleva aproximadamente un año intentando que su hermano se vaya de Royal Lodge. Sin embargo, al recibir un ‘no’ como respuesta ha tenido que tomar decisiones drásticas. En junio, le dio un ultimátum financiero. “Si Andrés no quiere irse dentro de un plazo razonable, el Rey podría verse obligado a reevaluar el apoyo que le proporciona. El duque tendría que pagar todo con su dinero. La paciencia tiene límites”, explicó una fuente cercana a Carlos III al diario The Times.
Desde la muerte de Isabel II, el príncipe Andrés ha perdido gran parte de sus privilegios. Tras su retirada de la vida pública en 2019 por su vinculación con el caso Epstein (trata de menores), el duque de York dejó de recibir dinero público, pero sí que tenía una asignación de los fondos privados del ducado de Lancaster, unos 283 mil euros al año. Con la llegada de su hermano mayor al trono - que trajo consigo una monarquía más reducida y austera - esta paga se recortó. A raíz de esta medida el duque de York no puede hacer frente a los elevados gastos de mantenimiento que requiere esta residencia. A pesar de todo, el príncipe Andrés sigue insistiendo en que su deseo es cumplir con los términos del contrato de arrendamiento que firmó en 2003 por 75 años.
El pasado mes de octubre, lograron alcanzar un acuerdo a cambio de que el duque de York siguiese invirtiendo el dinero que fuese necesario para las remodelaciones y reformas. Ahora, la tregua ha llegado a su fin justo en plenas vacaciones estivales en Balmoral. Y es que, según ha podido saber Express, el príncipe Andrés, su exmujer y sus hijas estarían en el cónclave familiar que Carlos III ha organizado en este castillo escocés.
Los príncipes de Gales, ¿nuevos inquilinos de Royal Lodge?
Algunos medios de comunicación de Reino Unido apuntan a que el objetivo de Carlos III es que su hermano se traslade a Frogmore Cottage, una casa de campo inglesa enclavada en una de las alas de Frogmore House, que, hasta marzo de 2023, había sido la morada del príncipe Harry y Meghan Markle. De la misma manera, la prensa inglesa detalla que en este plan entra la posibilidad de que los príncipes de Gales y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, pasen a ser los nuevos inquilinos de Royal Lodge, que data del siglo XVIII, tiene 30 habitaciones, capilla privada, piscina y una zona separada para el servicio.