Desde el anuncio de su cáncer el pasado marzo, la princesa de Gales ha estado prácticamente apartada de la vida pública y centrada en su proceso de recuperación, tal y como ella misma explicó en el emotivo vídeo con el que hizo pública su enfermedad. En estos cinco meses, tan solo se ha visto a Kate Middleton en dos ocasiones: la celebración de Trooping The Colour - el 16 de junio - y la gran final de Wimbledon - el 14 de julio. Sin embargo, medios británicos como el diario Daily Express, apuntan a que la Princesa, junto a Guillermo de Inglaterra, podría viajar a París para asistir a los Juegos Olímpicos.
“Tiene muy buenos recuerdos de Londres 2012 y está deseando acudir a otros Juegos Olímpicos, y más estando tan cerca de casa”, ha declarado una fuente cercana a los príncipes de Gales al ya citado medio de comunicación. Esta misma persona ha matizado que, como es lógico, Kate Middleton tan solo viajará a la capital gala si tiene la aprobación de su equipo médico. “La asistencia de la Princesa está condicionada por su estado de salud y los médicos deben dar el visto bueno”.
Por ahora, el único miembro de la Familia Real británica que ha estado animando a la delegación inglesa en estos Juegos Olímpicos ha sido la princesa Ana, visiblemente recuperada tras sufrir un accidente casero con un caballo que le produjo una conmoción cerebral. La hermana del rey Carlos III ha disfrutado de los encuentros de hockey, remo, natación y equitación en compañía de su marido, sir Tim Laurence.
Las vacaciones de los príncipes de Gales
La revista alemana Bonte desveló que a finales de julio los príncipes de Gales y sus tres hijos, George (11 años), Charlotte (9 años) y Louis (6 años), disfrutaron de unas vacaciones familiares privadas en la Isla de Tresco, situada frente a Cornualles, donde los príncipes Guillermo y Harry solían veranear de niños. Allí, coincidieron con el atleta germano Boris Bansemer. “Fue sobre el mediodía. Nos sorprendió mucho su normalidad y nos impresionó la belleza de Kate, una mujer preciosa”, relató el deportista sobre este inesperado encuentro.
Otra de sus paradas estivales será el castillo de Balmoral, una fortaleza única en el corazón de Escocia y testigo de los momentos más felices y difíciles de Carlos III y su familia, como la muerte de la reina Isabel II, entre otros. Se espera que allí se produzca un cónclave de los Windsor donde se abordarán cuestiones clave para los desafíos a los que tiene que hacer frente la monarquía en el siglo XXI, como la percepción pública y los roles de cada miembro, a la vez que se fomenta la unión familiar.
Poco a poco, la princesa de Gales va dando pasos que la acercan a la normalidad. Kate Middleton ha empezado a asistir a las reuniones de la asociación Royal Foundation Center for Early Childhood, que pone el foco en la salud mental de los niños durante la infancia y en la importancia que tienen en el futuro de las nuevas generaciones los primeros años de vida. También está previsto que comience a trabajar en algunos de sus proyectos de manera remota desde su casa de Adelaide Cottage, en Windsor.