Han pasado cuatro años desde que el príncipe Harry y Meghan Markle decidieron cambiar de vida: salir de la realeza británica e instalarse en los Estados Unidos. Sin embargo, en ese viaje motivado por la seguridad e independencia de su familia, quedan algunos temas pendientes que ponen en evidencia que la separación entre él y los Windsor es mucho más que física. Si hace unos días el duque de Sussex confirmaba en una entrevista con una cadena británica que su batalla judicial contra los tabloides de su país le había alejado todavía más de Familia Real, ahora, transciende por fuentes de su entorno, que el tema de la seguridad es algo sobre lo que el rey Carlos III no está dispuesto a hablar.
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"En este momento (Carlos III) no está disponible", dice un amigo de Harry a la revista estadounidense People en una información que firma el periodista Simon Perry, el mismo que fue invitado a cubrir el viaje de los duques de Sussex a Nigeria. "Sus llamadas (las de Harry) no reciben respuesta. Ha intentado comunicarse con el rey para preguntarle sobre su salud, pero esas llamadas tampoco se contestan", añaden. Hay que recordar que esta información llega dos meses después de que el portavoz de Harry explicara que padre e hijo no se habían visto durante el viaje del príncipe a Londres con motivo de los Juegos Invictus, debido a la “apretada agenda” del soberano, que hay que recordar que programó una fiesta en el jardín del Palacio de Buckingham para ese mismo día.
'Harry está decidido a proteger a su propia familia a toda costa'
Estas declaraciones llegan cuando su lucha por la seguridad de su familia está de actualidad debido a su aparición en el documental Tabloids On Trial, que se emitió el 25 de julio en el Reino Unido, para hablar de la victoria judicial que obtuvo el pasado diciembre contra una empresa editorial quedando confirmado que había sido víctima de procedimientos ilegales (entre ellos piratería) para acceder a su privacidad. En esa entrevista el príncipe Harry dijo que la ameneza en su país sigue siendo real y que por eso su mujer, Meghan Markle, no había regresado con él en ninguno de sus viajes. “Todo lo que se necesita es que un actor solitario que lea estas cosas y actúe en consecuencia. Ya sea un cuchillo o un ácido, son cosas que me preocupan de verdad. Es una de las razones por las que no traeré a mi esposa de vuelta a este país", dijo en su última aparición para el documental de la ITV.
"Harry está decidido a proteger a su propia familia a toda costa", añade otra fuente cercana a la pareja a la citada revista estadounidense. "Harry está asustado y cree que la única persona que puede hacer algo al respecto es su padre", cuentan y es aquí donde está el escollo, en las llamadas que el rey al parecer no está dispuesto a contestar. Esto reabre un debate que no es nuevo, el de si el soberano puede o no hacer algo sobre la disputa que tiene abierta Harry con el gobierno británico a cuenta de la seguridad de su familia.
Verdades a medias: ¿Cómo funciona la seguridad de la realeza?
Llegados a este punto hay que hacer un paréntesis ya que sobre el tema de la seguridad se han difundido y establecido conceptos erronéos que se siguen repitiendo a día de hoy. En su entrevista con Oprah Winfrey, los duques de Sussex dieron a entender que la seguridad estaba vínculada al título real, es más, lo relacionaron con el hecho de que Archie tuviera o no tuviera el título de príncipe británico y no funciona así. Las decisiones sobre quién, cuándo y dónde tiene protección oficial la toma un comité del Ministerio del Interior evaluando los riesgos y con la colaboración del Palacio de Buckingham, es decir, la opinión del soberano sí cuenta, aunque no es el que finalmente toma la decisión al ser una seguridad financiada por el contribuyente.
Es un reducido número de miembros de la realeza los que tienen protección a tiempo completo, los otros, la recibien en función del tipo de aparición pública que vaya a realizar. Sin olvidar que todos viven en residencias o terrenos reales, protegidas de por sí. Es el caso del príncipe Andrés, puede no tener escolta de forma oficial, pero sí vive en una zona protegida al ser parte de los terrenos reales de Windsor. En definitiva, sobre el tema de la seguridad ambas partes han deslizado verdades a medias, ni es un derecho aparejado con el título real ni el soberano tiene las manos atadas.
El príncipe Harry inició una acción contra el Gobierno británico alegando que es inseguro que su familia regrese al Reino Unido sin la protección de la Polícia Metropolitana, ya que su equipo de seguridad, el que le acompaña en Estados Unidos, no puede operar en suelo británico, así que no puede llevar armas ni recibir información de fuerzas de seguridad oficiales sobre posibles amenazas. Harry perdió esa batalla pero en su última entrevista lo dejo claro, eso no significa que tire la toalla, se niega a ser víctima de un riesgo que él no eligió, le tocó por nacimiento y, según él, lo arrastra como quinto en la línea de sucesión al trono británico.
'Los mensajes que el duque de Sussex envía a su hermano (el príncipe de Gales) son igualmente ignorados'
Ese “silencio absoluto” que al parecer reciben las peticiones de Harry, también se extienden al príncipe Guillermo. Según el citado medio, "tanto los emails, como las llamadas y los mensajes que el duque de Sussex envía a su hermano son igualmente ignorados”. Lo que es descrito como una situación entre hermanos “muy grave”, pero, según la fuente que ha revelado a People, estas informaciones "no es irreparable". La opinión que Meghan Markle tiene de todo esto también se ha deslizado, por otra fuente cercana, en esa información. La duquesa de Sussex desearía que el príncipe Harry se “liberara de todo esto”, pero “su amor” por ella y por su hijos, los príncipes Archie y Lilbet, le hace imposible abandonar la batalla legal sobre su seguridad.