Diana de Gales es el icono que nunca se agota y cuando se acerca el 27º aniversario de su muerte su figura resurge de nuevo del modo menos pensando. Si hace unos días la gran sorpresa fue ver a la reina Camilla llevando el bolso de la firma Dior que desde 1995 lleva el nombre de Lady Dior en honor a Diana, un complemento muy vinculado a ella, ahora es Meghan Markle la que reivindica su recuerdo y se deja ver con el icónico bolso, un complemento que no llevaba en público la duquesa de Sussex desde el 2021. Esta es sólo una puja más por la memoria de la princesa británica más venerada de todos los tiempos.
De todos los bolsos que hay en el mundo que llevan el nombre de la mujer que lo popularizó, el Birkin, el Kelly, el Jackie o el Lady Di, la reina Camilla escogió el último para ir al torneo de Wimbledon y hacer una visita oficial a Gales. Ver a la segunda mujer de Carlos III con el bolso que se bautizó en honor a la primera fue del todo inesperado, más si tenemos en cuenta el pasado de ambas. Carlos III amaba a Camilla, pero se casó con Diana; Diana tenía el amor del pueblo, pero no el del príncipe; y a Camilla el amor del príncipe le generó el odio del pueblo. Un triángulo que la propia Diana de Gales desveló en su famosa entrevista en la BBC en noviembre de 1995.
¿Qué mensaje quería lanzar la reina Camilla llevando el Lady Dior? No lo sabemos, pero casada con Carlos desde el año 2005 y siendo reina desde el 2022 parece que se atreve a pisar terrenos antes impensables. Evidentemente sus imágenes dieron la vuelta al mundo y su bolso eclipsó el acto en sí generando un movimiento previsible al otro lado del Atlántico: Meghan Markle ha reaparecido en California llevando el bolso de Diana de Gales, concretamente el modelo Lady D-Lite.
La duquesa de Sussex quedó el pasado domingo para comer con una amiga en un restaurante italiano de Montecito y allí fue fotografiada llevando el bolso en cuestión, un complemento con el que se dejó ver por primera vez en Nueva York durante el otoño de 2021. Entonces los duques de Sussex, todavía con mascarilla por la pandemia, acudieron a varias citas, entre ellas con la organización Global Citizen. Entonces no pasó inadvertido el guiño de Meghan a la madre del príncipe Harry, incluso el bolso se agotó en la web de la firma, sin embargo, desde entonces no lo había vuelto a llevar en público.
El bolso, lejos de ser una frivolidad, está muy vinculado con el legado de Diana, ya que si la fallecida princesa de Gales sobrevive como un referente hasta el día de hoy es, en parte, porque su estilo sigue presente. Son las nuevas generaciones las que emulan sus looks en las redes sociales más jóvenes, mientras que la industria de la moda sigue reproduciendo sus prendas icónicas y alguna de sus joyas se fabrican en serie. El icono, y Diana de Gales es uno, está compuesto por su historia y sus emociones, pero también por los símbolos y atributos que culturalmente se asocian con ella y el bolso es uno de ellos. Un tema que analizamos en el podcast ¿Cómo se convirtió Diana de Gales en icono pop?.
Meghan Markle sabe que todo lo que rodea a Diana de Gales es un tema especialmente sensible para el príncipe Harry, que perdió a su madre con doce años de una forma muy pública y en unas circunstancias muy concretas. Lo mismo le sucedió al príncipe Guillermo, en su caso con 15 años. Los dos hermanos asumieron la pérdida de forma distinta, como distintas son los caracteres y destinos de cada uno, aunque tienen en común la determinación de mantener viva su figura, cuidar su recuerdo y perpetuar su legado.
Los príncipes de Gales son los herederos naturales del legado oficial de Diana, es Kate Middleton la que lleva sus joyas más significativas, tanto personales como “de Estado”, y la que lleva el título de Princesa de Gales, Sin embargo, el legado emocional y su poderosa historia es discutible porque son los duques de Sussex los que más se han acercado a lo que fue su trabajo fuera de la monarquía británica y también los que, como hizo ella, han hablado públicamente de sus emociones y han desvelado parte del funcionamiento interno de una institución que une familia, empresa y Estado. Tampoco hay que olvidar, al dibujar el escenario actual, que la reina Camilla fue la que salió peor parada en las memorias que escribió el príncipe Harry
Por otro lado, esta dinámica de “acción y reacción” se está convirtiendo en algo habitual entre Londres y California. Ahora es el bolso, pero hace unas semanas tuvo lugar el cómico episodio de la “guerra de las mermeladas”. Poco después de que la duquesa de Sussex lanzara su propia marca de mermeladas, el canal oficial de la tienda del Palacio de Buckingham recordó que ellos, la Casa Real británica, también tienen su propia línea de mermeladas y lo hizo con un oportuno mensaje en el que recordaban sus múltiples usos. Este intercambio de mensajes desató una batalla en la que los seguidores de ambos bandos se enzarzaron en una discusión en la que se terminó por cuestionar el origen de la mermelada como invento.