En la suite Real del hotel Fairmont Windsor Park, hay un torbellino de actividad. Se preparan las luces y las cámaras, mientras los peluqueros y maquilladores demuestran sus habilidades. En medio de todo, se encuentra una mujer pelirroja, reconocible al instante, que charla con todo el mundo mientras da instrucciones a su equipo sobre sus proyectos benéficos. Sarah, la duquesa de York, está en plena forma y, dado el año que acaba de pasar, es un placer verla de nuevo tan bien. El pasado verano se le diagnosticó un cáncer de mama durante una mamografía rutinaria, por lo que se le practicó una mastectomía simple, y, seis meses después, se le descubrió un melanoma maligno . Ahora, aunque los médicos le han dicho que no debería usar la expresión “libre de cáncer” y se somete a revisiones periódicas, por si reaparece, las perspectivas son positivas. Lo superó, dice, con la ayuda de sus seres queridos más cercanos: sus hijas, las princesas Beatriz, de 35 años, y Eugenia, de 34; la hija y el hijastro de Beatriz, Sienna y Wolfie, de dos y ocho años, y los hijos de Eugenia: August, de tres años, y Ernest, que cumplió uno la semana pasada. “Tengo la familia más excepcional y cuento con un equipo extraordinariamente bueno y con una enorme capacidad para convertir todo en alegría”, cuenta a ¡HOLA! durante esta entrevista y sesión de fotos exclusivas. Desde entonces, Sarah se ha propuesto animar a la gente a vigilar su salud y afirma que la experiencia ha influido en su visión de la vida. “Creo que me despertó”, afirma. “Me dio una patada en el trasero y me dijo: “Bien, ¿vas a empezar a vivir ahora, a los 64 años, o vas a seguir sin vivir del todo?””.
Apasionada por su trabajo benéfico, ha creado Sarah’s Trust para colaborar con organizaciones que coinciden con sus valores y, desde hace décadas, patrocina la British Heart Foundation y la Teenage Cancer Trust. Pero también está inmensamente orgullosa de su carrera como escritora . Está a punto de publicar la edición de tapa blanda de A Woman of Intrigue (La misteriosa dama), su segunda obra de ficción histórica para Mills & Boon y continuación del best seller de 2021 Her Heart for a Compass (Un corazón por brújula). “Realmente, me siento como si me hubiera embarcado en una nueva carrera a mis 60 años; estoy orgullosa de llamarme autora”, nos dice Sarah. En exclusiva para ¡HOLA!, nos habla de su experiencia con el cáncer, de cómo superó los momentos más duros y de qué serie de Netflix le gustaría protagonizar.
—Sarah, ¿cómo está su salud hoy?
—(Toca madera). Creo que nunca ha estado mejor.
“No estoy haciendo inmunoterapia, no estoy tomando ningún medicamento y no estoy recibiendo quimioterapia, por lo cual, estoy muy agradecida”
—¿Sigue en tratamiento?
—Tengo que hacerme revisiones periódicas y ponerme crema en el rostro para quitarme los daños causados por el sol en el pasado, lo que significa grandes ampollas en la cara, el pecho y las manos durante tres semanas. Pero no estoy haciendo inmunoterapia, no estoy tomando ningún medicamento y no estoy recibiendo quimioterapia, por lo cual, estoy muy agradecida.
—Le diagnosticaron un cáncer tras una mamografía rutinaria y ha hablado de la importancia de estas pruebas al haber acudido a su cita solo por insistencia de su hermana. ¿Por qué es tan importante para usted difundir el mensaje?
—No quiero que la gente pase por lo que ha supuesto para mí el último año, tanto mental como físicamente. Quiero que los lectores piensen: “No debo esperar, debo hacerme las pruebas”.
—Sus hijas y su exmarido, el duque de York, deben de haber sido un gran apoyo.
—Tengo la familia más excepcional y un equipo extraordinariamente grande. También una enorme capacidad para volcarme en la alegría. Siempre he educado a mis hijas para que sean honestas y francas, así que saben que se lo voy a decir todo sin rodeos, por difícil que sea. Así que cuando me dijeron: “Mamá, cuéntanos la verdad absoluta: ¿han sacado todo el cáncer?”, y la respuesta fue sí, sabían que estaban a salvo.
“El cáncer me dio una patada en el trasero y me dijo: “Bien, ¿vas a empezar a vivir ahora?””
—Seis meses después de su diagnóstico, le descubrieron un melanoma maligno, lo que debió de ser un shock terrible...
—El shock terrible llegó el 31 de diciembre a las cuatro de la tarde. Había ido a hacerme revisiones cuando vi a una señora pelirroja y le pregunté a Amelia, mi enfermera: “¿Quién es?”. Me dijo que era la dermatóloga y pensé que debía verla porque entendería exactamente lo que había que revisar. Mi padre murió de melanoma y también mi mejor amiga. Y me quitó cosas que creía que estaban bien. Ni siquiera pensé en ello durante dos semanas. Pero entonces me llamó a las cuatro de la tarde de Nochevieja. Me dio un vuelco el corazón. Me dijo: “No sabía si esperar o no, pero tienes que estar en el hospital Royal Marsden el martes por la mañana a las ocho”. Fue un fin de semana difícil. Pero qué brillante fue, porque si no hubiera visto su cabellera pelirroja, ¿dónde estaría ahora?
—¿Qué pasó después?
—Entré en el hospital bajo una lluvia torrencial. Nunca lo olvidaré. Tengo un cirujano maravilloso, que es el mejor, en mi opinión, y que, por supuesto que lo es, porque mira lo que ha hecho conmigo (empieza a llorar). No se esperaba que estuviera allí y apareció, aunque no lo necesitaba. Fue tan amable, porque sabía que yo habría tenido un mal fin de semana y que estaría muy asustada. Significó mucho para mí.
—¿Cómo se preocupa por su salud?
—La semana pasada tuve un presentimiento, así que fui inmediatamente a ver al médico. Me he hecho un mapeo de lunares serio, de la cabeza a los pies, con el que pueden averiguar en unas semanas si hay algo diferente. No quiero correr riesgos.
“Ser madre es el único trabajo que sé que he hecho muy bien. Simplemente tienes que estar presente para tus hijos”
—¿Su experiencia con el cáncer ha cambiado su visión de la vida?
—Creo que me despertó, me dio una patada en el trasero y me dijo: “Bien, ¿vas a empezar a vivir ahora, a los 64 años, o vas a seguir sin vivir del todo? No tienes que ser lo que todo el mundo quiere que seas: sé tú misma”. Una de las únicas personas que me caló fue la Reina Isabel II y, antes de morir, me dijo: “Sarah, ser tú misma es suficiente”. No he mostrado bien mi enorme personalidad, porque he intentado mantenerla tapada: “Es demasiado” o “cállate, nadie quiere oírte”. Recuerdo que mi padre me decía: “Eres una pesada”. Ahora ya no me excuso.
—Su diagnóstico de cáncer tuvo un triste eco en las noticias de principios de año sobre la salud del Rey Carlos y la princesa de Gales. ¿Cómo se ha apoyado la Familia Real?
—Creo que la clave es que no tienes que ser tan obvio: “Hola, estamos todos aquí”. Me impresionó mucho que el Rey se convirtiera en patrono de Cancer Research UK, es una medida increíble. Y creo que la princesa de Gales fue muy valiente con ese vídeo —en el que Kate hizo público su diagnóstico—. Creo que la unidad familiar es clave. Me encanta que la Familia Real se apoye mutuamente y siga adelante.
“Creo que lo más exquisito de mis hijas es que son los mejores ejemplos de humildad y bondad y que son buenas madres”
—Usted siempre ha estado muy unida a sus hijas. ¿Cómo describiría su relación en la actualidad?
—Creo que lo más exquisito de mis hijas es que son los mejores ejemplos de humildad y bondad y que son buenas madres. Trabajan muy duro en sus distintas organizaciones, pero lo que más me gusta es ver a mis hijas como grandes madres. Por supuesto que adoro a mis nietos, pero adoro a mis niñas.
—Sus hijas se están convirtiendo en jóvenes muy ocupadas. ¿Qué le gusta hacer con ellas?
—Hago cazas del tesoro por el jardín, muy buenas, con cubos y palas. Y escondo dinosaurios detrás de los rododendros.
—Ambas han estado apoyando a la realeza, y tanto Beatriz como Eugenia asistieron a una fiesta en el jardín del palacio de Buckingham en mayo. ¿Se siente orgullosa de ellas?
—En mi opinión, siempre han dado un paso al frente, pero quizá más gente se está dando cuenta ahora. Son chicas excepcionales. Siempre les he dicho que no importa si nadie lo ve, algún día lo harán. Se trata de tener coherencia y continuidad, como su abuela.
La duquesa acogió a ‘Sandy’ y ‘Muick’, los corgis de la Reina tras su muerte: “Son excepcionales. ‘Sandy’ me sigue a todas partes, cree que soy la Reina. Son tesoros nacionales”
—Beatriz la describió recientemente como una “madre increíble”...
—Es el único trabajo que sé que he hecho muy bien. Como mamá se fue cuando yo tenía once años, sabía que era algo que nunca querría hacer. Simplemente tienes que estar para tus hijos.
—Usted también estaba muy unida a la difunta Reina...
—Pienso en ella tantas veces al día como puedo, porque me digo: “¿Qué diría la Reina, qué haría, qué pensaría?”. Le pregunté: “¿Cómo haces lo que haces?”, y Su Majestad me dijo: “Sé siempre el presidente, no el director general”.
—En cuanto a relaciones, ¿está soltera en este momento?
—No estoy saliendo con nadie.
“Realmemente, me siento como si me hubiera embarcado en una nueva carrera al llegar a los 60, y estoy orgullosa de llamarme autora”
—La edición de tapa blanda de A Woman of Intrigue (La misteriosa dama) está a punto de salir a la venta. ¿Le alegró el éxito del libro cuando salió (con otro título) en tapa dura el año pasado?
—Publicar un libro que nace de tu imaginación es algo extraordinario. Mis novelas han sido muy bien recibidas por los lectores, lo cual es inmensamente gratificante. Me sentí muy orgullosa cuando ambos libros entraron en la lista de los más vendidos del Sunday Times. Y tuve que aprender que hay todo un mundo nuevo de compradores de libros de bolsillo, así que cambié la portada y el título y ahora se llama A Woman of Intrigue. Me encanta ese título. Me preocupaba terriblemente que fuera a ser inconstante con mi público de libros de tapa dura, pero en realidad tiene mucho sentido.
—¿De qué trata el libro?
—Es un relato ficticio de la vida de mi tía abuela. Soy historiadora aficionada y me apasiona investigar y contar la historia de las mujeres. Cuando descubrí a Lady Mary Montagu Douglas Scott, era consciente de que, aunque había mucho que aprender sobre la vida de los hombres de la familia, ella había dejado muy poco rastro. Sentí que su historia merecía ser contada y la oportunidad de investigar y compartir la historia de mis antepasados ha sido un sueño hecho realidad.
“Ya he empezado mi tercer libro”
—¿Disfruta siendo escritora?
—Realmente, me siento como si me hubiera embarcado en una nueva carrera al llegar a los 60, y estoy orgullosa de llamarme autora. Quería continuar el mundo de la primera novela con A Woman of Intrigue, ambientada en la misma época y protagonizada por la hermana de mi última heroína. En este libro quería introducir un elemento de misterio, ya que Lady Mary es una especie de detective aficionada. Espero que atraiga a los aficionados a la novela policíaca.
“Me gustaría hacer más cameos y doblajes y le he preguntado a mi agente si podría conseguir un papel en Los Bridgerton”
—Este libro es su segunda obra de ficción histórica. ¿Tiene previsto escribir más?
—Ya he empezado el tercer libro con Harper Collins y estoy “colaborando” de nuevo con la autora de novela romántica histórica Marguerite Kaye. Pero puede que lo dejemos para dentro de seis meses, porque nos estamos adentrando en la novela negra, y estoy muy emocionada con ello. Es Beyond Paradise mezclado con Death in Paradise (Crimen en el paraíso) y Psych, y es absolutamente extraño, pero me divierte mucho.
—Su última protagonista, Lady Mary, se describe como alguien con una determinación férrea. ¿Es así como se describiría a sí misma?
—Sí, pero he avanzado muy deprisa y creo que necesito ser considerada con la gente que no puede seguirme el ritmo. Tengo que aprender a ser más paciente.
“La princesa de Gales fue muy valiente con ese vídeo (en el que Kate hizo público su diagnóstico). Creo que la unidad familiar es clave. Me encanta que la Familia Real se apoye mutuamente y siga adelante”
—La labor caritativa siempre ha sido importante para usted. ¿Cómo inspira a la próxima generación?
—Es muy emocionante, porque los niños necesitan tener a alguien a quien seguir, que sea un líder conectivo que sea capaz de decir: “Te escucho”. Todo mi objetivo es un movimiento llamado emprendimiento filantrópico y soy la primera profesora invitada de emprendimiento filantrópico en la Universidad de Huddersfield. Me encanta poner ese concepto en el mercado a través del Youth Impact Council.
—Háblenos del consejo que reúne a jóvenes líderes...
—Fui a Global Citizen (un festival destinado a combatir la pobreza), en Nueva York, el año pasado y pregunté si podía ser la embajadora de la generación Z. Me dijeron que sí y consiguieron que muchos jóvenes se reunieran conmigo en Melbourne. Todos tenían las historias más increíbles. Luego volé a Samoa para reunirme con otros líderes juveniles que trabajan por el medio ambiente y la justicia social.
—También ha trabajado con organizaciones benéficas para refugiados, como Tikva. ¿Por qué tiene afinidad con estas causas?
—Creo que es por la sensación de abandono que sentí a los once años (cuando su madre se marchó), que me ha dado un sentimiento de empatía. Por supuesto, mi situación no era tan mala como la suya, pero conozco la sensación de haber sido abandonada y no poder ver más a tu madre.
—En el terreno profesional, hace poco hizo un cameo en una película. Háblenos de ello...
—Hice un cameo en la película de Hallmark An American in Austen. Me gustaría hacer más cameos y doblajes y le he preguntado a mi agente si podría conseguir un papel en Los Bridgerton. Hallmark me ha pedido que escriba cinco comedias románticas y Her Heart For A Compass se va a convertir en una serie de televisión.
—Tras la muerte de la Reina, sus corgis, ‘Sandy’ y ‘Muick’ fueron a vivir con usted y el duque de York a Royal Lodge. ¿Cómo les va?
—Son una gran alegría. Estoy loca por los perros y ellos son excepcionales. ‘Sandy’ me sigue a todas partes, cree que soy la Reina. Son tesoros nacionales.