Crece la tensión entre Carlos III y el príncipe Andrés por la negativa de este último de abandonar Royal Lodge, una lujosa casa situada a menos de cinco kilómetros del castillo de Windsor. Este es el lugar en el que el duque de York vive junto a su exmujer, Sarah Ferguson, y Muick y Sandy, los dos corgis de Isabel II que el exmatrimonio adoptó tras el fallecimiento de la longeva soberana.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El monarca lleva un año, aproximadamente, intentando que su hermano se vaya de allí. Pero al recibir un 'no' por respuesta, parece que le ha dado un ultimátum financiero. “Desafortunadamente, si Andrés no quiere irse dentro de un plazo razonable, el Rey podría verse obligado a reevaluar el apoyo que le proporciona. El duque tendría que pagarlo todo con su dinero: seguridad, alojamiento y estilo de vida, algo insostenible a largo plazo. La tolerancia y la paciencia tienen límites”, ha explicado una fuente cercana al Jefe de Estado británico al diario The Times.
Hay que recordar que después de la muerte de Isabel II, el padre de las princesas Beatriz y Eugenia ha perdido gran parte de sus privilegios. Tras su retirada de la vida pública en 2019 por su vinculación con el caso Epstein (trata de menores), el príncipe Andrés dejó de recibir dinero público, pero sí que tenía una asignación económica de los fondos privados del ducado de Lancaster, unos 283 mil euros al año.
El príncipe Andrés se atrinchera en su mansión que no piensa abandonar ni para que se reforme
Sin embargo, con la llegada de Carlos III al trono - que trajo consigo una monarquía más reducida y austera - esta paga se recortó. A raíz de esta medida el duque de York no puede hacer frente a los elevados gastos de mantenimiento que requiere esta residencia que data del siglo XVIII y que tiene 30 habitaciones, capilla privada, piscina y una zona separada para el servicio. El príncipe Andrés, por su parte, sigue insistiendo en que su deseo es cumplir con los términos del contrato de arrendamiento que firmó en 2003 por 75 años.
Otro requisito para vivir en Royal Lodge es conservarlo en perfecto estado, puesto que se trata de un edificio histórico de gran importancia. La última gran reforma se produjo el pasado verano cuando el Príncipe desembolsó más de 230 mil euros para realizar reparaciones en el techo. Durante estas obras, se negó a abandonar la casa por miedo a ser desalojado. En octubre, se le concedió una ‘suspensión de la ejecución’ a cambio de que siguiese invirtiendo el dinero que fuese necesario. Ahora, esta tregua ha llegado a su fin.
Además, algunos medios de comunicación de Reino Unido, apuntan a que el otro objetivo del monarca es que su hermano se traslade a Frogmore Cottage, una casa de campo inglesa enclavada en una de las alas de Frogmore House, que, hasta marzo de 2023, había sido la morada del príncipe Harry y Meghan Markle. De la misma manera, la prensa inglesa detalla que en este plan entra la posibilidad de que los príncipes de Gales y sus tres hijos pasen a ser los nuevos inquilinos de Royal Lodge.
Haz click para ver ‘El príncipe Andrés, en el punto de mira’, un programa especial sobre la figura del príncipe Andrés y su relación de amistad con el multimillonario Jeffrey Epstein, condenado por abuso de menores, y fallecido en extrañas circunstancias en una cárcel de Nueva York. Puedes ver más en la nueva plataforma de vídeo ¡HOLA! PLAY, donde encontrarás programas de cocina, moda, decoración y documentales biográficos de ‘royals’ y ‘celebrities’. ¡No te lo pierdas!