La princesa Charlotte cumplió a principios de este mes nueve años. Sus padres, los príncipes de Gales, quisieron enmarcar este cumpleaños con una imagen que tomó Kate Middleton, quien está apartada de la vida pública,ya que se encuentra en tratamiento contra el cáncer.
No cabe duda de que la hija mediana del príncipe Guillermo es muy parecida a los Windsor. Sus facciones recuerdan a las de su bisabuela, la reina abel II. Sin embargo, la pequeña Princesa también guarda muchas semejanzas con su padre. Es, sobre todo, en los gestos y expresiones donde vemos estos paralelismos
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El príncipe Guillermo, desde niño, ha sido muy parecido a su madre, la malograda princesa Diana. En la imagen, padre e hija en dos simpáticos retratos donde sus sonrisas melladas son las protagonistas. Charlotte, en la fotografía que se distribuyó el año pasado con motivo de su octavo cumpleaños, y Guillermo de Inglaterra, en 1990, con la misma edad
A Charlotte la hemos visto disfrutar de los partidos de tenis de Wimbledon. Su progenitor acudia a encuentros de polo, un deporte del que es gran aficionado y que suele practicar. La hermana de los príncipes George y Louis tiene los ojos y la nariz de su padre, así como muchas de sus expresiones. En alguna ocasión, incluso el propio heredero ha confundido imágenes suyas de pequeño con las de su hija
Desde hace un tiempo, los hijos de los príncipes de Gales acuden a la misa del Día de Navidad en Sandringham, como hizo su padre a partir de los años noventa del pasado siglo. También han asistido a eventos familiares como los bautizos de sus hermanos y primos. Aunque los años han pasado, los hijos del heredero al trono visten de forma muy parecida a como lo hacía él mismo en su infancia. Estilo inglés con firmas españolas
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Aunque Charlotte domina la escena y da siempre muestras de una gran profesionalidad, no hay duda que en algunas ocasiones ha acusado el cansancio. Ocurrió en 2022, cuando tenía siete años, durante una de las competiciones de los Juegos de la Commonwealth. En aquella ocasión fue la viva imagen del príncipe Guillermo quien, con cinco años, parecía aburrirse en el balcón del Palacio de Buckingham durante el desfile militar Trooping te Colour de 1988
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El Trooping the Colour, el desfile militar con el que se celebra el cumpleaños de los soberanos británicos, ha estado siempre plagado de niños. En 1989, el príncipe Guillermo participó y no pudo evitar guiñar los ojos ante el intenso sol de junio. Décadas después era Charlotte la que entrecerraba los ojos para protegerse de la luz en el mismo carruaje que usó su padre en la ceremonia
El saludo en el balcón del Palacio de Buckingham tras el desfile militar del Trooping the Colour es otro de los grandes actos que sirve para ver a las nuevas generaciones de los Windsor. El año pasado, la princesa Charlotte, junto a sus hermanos y sus padres, estuvo en la que fue la primera parada de Carlos III como Rey. Igual que su hija, el príncipe Guillermo también se emocionó mirando al cielo con la exhibición aérea de la Royal Air Force
En abril de 2018, los príncipes George y Charlotte acudieron al ala Lindo del Hospital St Mary's de Londres para conocer a su hermano recién nacido, el príncipe Louis. La pequeña Princesa saludó con gran desparpajo a la prensa y los curiosos que se agolpaban a las puertas del centro sanitario. Indudablemente, esas imágenes recordaron a otras de su padre de 1984 cuando acudió a la misma clínica para conocer a su hermano, el príncipe Harry
De niño, el príncipe Guillermo era mucho más rubio que sus hijos, pero los genes han hecho que, de bebé, Charlotte tuviera sus mismos mofletes sonrosados. Con 18 meses, en 1983, el heredero a la Corona protagonizó un posado con sus padres que se parece mucho a una aparición en una fiesta infantil a la que acudió en Canadá durante una gira familiar que tuvo lugar en septiembre de 2016
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