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Los Grandes Duques de Luxemburgo han comenzado una visita a Bélgica con la finalidad de trabajar las relaciones bilaterales de ambas naciones y "cooperar en ámbitos como el desarrollo económico sostenible, la sanidad electrónica, el espacio, la defensa y la educación". En la víspera se produjo una anécdota inolvidable ya que ambas Casas Reales festejaron en privado que esta semana están de celebración al ser el cumpleaños de ambos jefes de Estado. Felipe de los belgas cumplió 64 años el lunes mientras Enrique de Luxemburgo hace 69 años este martes, el mismo día que su quinto hijo, el príncipe Sebastián, cumple 32 años.
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El castillo de Laeken, residencia oficial de Felipe y Matilde de los belgas, fue el escenario de la celebración, en la que por supuesto no faltaron la tarta y los deseos. El monarca y el Gran Duque de Luxemburgo protagonizarn unas curiosas imágenes al soplar a la vez las velas de una tarta cubierta de frambuesas, fruta que no dudaron en probar. Fue un momento muy divertido que reflejó una vez más la excelente relacion que hay entre ambas familias, unidas por lazos de sangre. Son primos hermanos puesto que la Gran Duquesa Josefina-Carlota, madre del actual jefe del Estado luxemburgués era la hermana mayor de Alberto II, padre del Rey de los belgas.
Alberto de los belgas fue el padrino de bautismo del Gran Duque Enrique, quien lo define en RTL como "un hombre con un gran sentido del humor, divertido y con muchas cualidades". La Gran Duquesa María Teresa, además, ha dado un detalle de cómo es la relación que mantienen cuando nadie los ve, al margen de los actos institucionales en los que han coincidido: "Cuando os juntais sois muy cómplices”. Ese buen entendimiento con su tío traspasa generaciones y existe también con su primo hermano, Felipe de los belgas.
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Tras la celebración conjunta de cumpleaños, este martes ha comenzado la agenda oficial del viaje de los Grandes Duques de Luxemburgo a Bélgica. La primera parada ha sido una ceremonia oficial de bienvenida en el Palacio Real y una visita al Ayuntamiento de Bruselas, ubicado en la Grand-Place. También una reunión con el primer ministro Alexander de Croo y, como broche de oro, un banquete de Estado en Laeken.
La mañana del miércoles, Felipe de los belgas y Enrique de Luxemburgo inaugurarán un Foro Económico en el Palacio Egmont de Bruselas mientras que la reina Matilde y la Gran Duquesa María Teresa recorrerán una exposición en el Museo de Bellas Artes de Bruselas. Después de estos actos se trasladarán a la ciudad de Gante, incluyendo una visita a la Catedral de San Bavón. Por la tarde volverán a Bruselas, donde acudirán a un concierto de la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo.
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El jueves, el Rey de los belgas y el Gran Duque acudirán a la base aérea de Melsbroek y a la universidad de Lieja, donde se celebra un seminario sobre ciberdefensa y espacio. Por su parte, la Reina y la Gran Duquesa visitarán la fundación Child Focus en Bruselas. A mediodía celebrarán un almuerzo en el Palacio de los Príncipes-Obispos de Lieja. Esta séptima visita de Estado de Luxemburgo a Bélgica finalizará con un encuentro popular la plaza Saint-Lambert.
Las palabras del Gran Duque sobre la abdicación
La visita de Estado llega horas después de las declaraciones de Enrique de Luxemburgo sobre la abdicación. "Hay planes. Llegará un día en que tendré que hacerlo, y en algún momento pienso retirarme. Eso es evidente", decía en el programa Place Royale de RTL. Al ser preguntado si hay echa exacta para este paso atrás confirmó que sí, aunque por el momento prefiere no revelarla. "Todo esto se planea en consulta familiar. Creo que es muy importante dar una oportunidad a los jóvenes. La transmisión y la confianza son los dos elementos esenciales de mi relación con mi hijo Guillermo", relataba en el diario La Libre.