Desde que Carlos III anunció que padecía cáncer dejó claro que su intención era retomar cuanto antes la rutina oficial, siempre con el beneplácito del consejo médico. Aunque los detalles sobre la evolución de su enfermedad no son públicos, si atendemos a la actividad del Rey en las últimas semanas, todo apunta a que su estado le permite intensificar su agenda paulatinamente. Su primer gran acto público será el domingo cuando presida junto a la reina Camilla la Misa de Pascua en la capilla de San Jorge de Windsor.
Nuevos datos sobre cómo el rey Carlos ha apoyado a Kate Middleton
SI bien desde que comenzó su tratamiento contra el cáncer nunca ha dejado de atender a las cuestiones de Estado que solventaba en su despacho, los primeros días mantuvo la audiencia semanal con el primer ministro, Rishi Sunak, por videollamada y apenas salía de su residencia de campo en Sandringham, por lo que apenas se tenían de él algunas imágenes dentro de su vehículo cuando abandonó Londres rumbo al condado de Norfolk. No tardó, sin embargo, en dejarse ver acudiendo a misa con su esposa en la capilla de la finca, donde saludaba a los fotógrafos que le esperaban y se le veía conversando con el párroco con buen aspecto.
Sin abandonar esta costumbre, comenzó a viajar a Buckingham con relativa asiduidad. Allí es donde desarrolla su trabajo, ya que cuando se encuentra en Londres reside en Clarence House. Las audiencias con Sunak ya eran presenciales y también se le ha fotografiado recibiendo a otras autoridades, aunque casi siempre en encuentros bilaterales en algunos de los salones de Palacio. El Rey ha ido alternando estas imágenes trabajando con alguna publicación en clave personal que también tranquilizaba a la ciudadanía, como cuando agradeció las cartas recibidas deseándole una pronta recuperación con un mensaje en su cuenta oficial y una fotografía leyendo los mensajes sonriente y emocionado.
Este mismo martes ha dado un nuevo paso, ya que ha acogido una reunión con más de una decena de líderes religiosos de Reino Unido en Buckingham. Hasta ahora había recibido un máximo de cinco personas la semana pasada. Entre tanto, la reina Camilla ha ido asumiendo la mayor parte la representación en la mayor parte de los actos oficiales, ya que el príncipe de Gales no se encuentra aún a pleno rendimiento. Entonces pensábamos que acompañaba a Kate Middleton en su convalecencia tras ser operada, pero ahora se sabe que su mujer también se enfrenta a un cáncer.
Carlos III no pudo presidir actos tan importantes como el del Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster, pero se las ingenió para estar presente al menos virtualmente y se proyectó un mensaje suyo en una pantalla gigante. Una fórmula que repetirá este Jueves Santo en la Catedral de Worcester, que emitirá unas palabras del Monarca. Será el preludió de su esperada reaparición, ahora sí, con todas las de la ley en un acto público. Será en la Misa de Pascua del próximo domingo en la capilla de San Jorge de Windsor. Estará acompañado de su mujer y otros miembros de la familia real, pero no estarán los príncipes de Gales, tal y como el palacio de Kensington confirmó después de que Kate Middleton comunicase a través de un vídeo personal que padece cáncer, la misma enfermedad que aqueja a Carlos III.
Durante estos dos últimos meses horribilis para la monarquía británica en la que sus tres principales activos, el Rey y los príncipes de Gales, se encontraban con su agenda suspendida o a medio gas, la reina Camilla ha tomado las riendas. Mientras, la princesa Ana ha continuado ganándose a pulso su récord -ya revalidado en varias ocasiones- como el miembro de la casa real que más compromisos asume y los duques de Edimburgo también han arrimado el hombro en estos momentos en los que los problemas de salud no parecen dar tregua a los Windsor y en medio de la crisis institucional que atravesaron el príncipe Guillermo y Kate Middleton a raíz de la foto manipulado que publicaron con motivo del Día de la Madre.