Constantino de Grecia, hermano de la reina Sofía y último Rey de los helenos, ha recibido este martes en Reino Unido un homenaje coincidiendo con el primer aniversario de su muerte, que tuvo lugar el 10 de enero de 2023 en Atenas a los 82 años. La reina Camilla ha sido la organizadora de este servicio religioso de acción de gracias por la vida del recordado monarca debido a que el rey Carlos tiene cancelada su agenda tras ser diagnosticado de cáncer. El lugar elegido para el emotivo acto ha sido la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, la más significativa para la Familia Real británica, a la que han acudido los reyes Felipe y Letizia, además de don Juan Carlos y doña Sofía, las infantas Elena y Cristina, acompañadas por Juan Urdangarin, y otros miembros de la realeza como Kyril de Bulgaria o Noor de Jordania. La relación de Constantino II con Isabel II y con Carlos III era de lo más cercana y se estrechó mucho más cuando eligió Londres como su segundo hogar durante el exilio. Ahora, los que siempre fueron como su propia familia le han rendido este sentido tributo.
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Poco antes de las 11:00 horas en Reino Unido (mediodía en España), han ido llegando los representantes de la Familia Real británica, con la gran ausencia del príncipe Guillermo quien no ha podido acudir a última hora por motivos personales. Hay que recordar que el heredero al trono inglés está cuidando a su esposa Kate Middleton, quien está de baja tras haber sido operada el pasado enero, por lo que tiene su agenda oficial a medio gas. También ha asistido la Familia real griega casi al completo, con el príncipe Pablo - actual jefe de la Casa Real helena tras el fallecimiento de su padre- junto a su esposa Marie Chantal y la reina viuda Ana María, así como los representantes de la Casa Real española y miembros de otras Casas Reales y allegados que han ocupado sus asientos en el interior de esta iglesia de arquitectura gótica que comenzó a construirse en el siglo XV y que está estrechamente unida a la monarquía británica, pues es el lugar elegido para las bodas y funerales familiares. Entre sus muros reposan once monarcas de Reino Unido.
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Una vez en el interior, en uno de los lados se ha colocado la Familia Real griega junto a otros miembros de la realeza. La primera fila la ocupaban la reina Ana María, con rostro sereno y emocionado, y sus hijos. Junto a ellos la reina Sofía, con abrigo en azul celeste, y la princesa Irene, hermanas del rey Constantino. La madre de Felipe VI estuvo charlando animadamente con sus sobrinos Philippos y Theodora antes de que empezase la ceremonia. Justo detrás, los yernos y nietos del homenajeado. Se ha echado en falta al príncipe Constantino Alexios, hijo mayor de Pablo y futuro jefe de la casa helena. Ya en la tercera bancada se ha visto a los reyes Felipe y Letizia, quienes han protagonizado un cariñoso saludo con la Familia Real griega. Ya sentados en su lugar, saludaron de forma distendida y cercana a dos de los hijos del príncipe Pablo, Olympia y Achileas. Don Juan Carlos se sentó entre doña Letizia y la princesa Benedicta de Dinamarca, hermana de la reina Margarita y Ana María de Grecia. Unas sillas por detrás estaban las infantas Elena y Cristina. En ese mismo lado de la nave de la capilla estaba situado Juan Urdangarin, Kyril de Bulgaria y la reina Noor, quien se sentó detrás de don Felipe.
El servicio religioso ha estado dirigido por el decano de Windsor, el reverendo Dr. Christopher Cocksworth, quien es miembro del College de San Jorge, órgano responsable del funcionamiento de la capilla, lugar de culto oficial de la monarquía británica y que está bajo jurisdicción directa del monarca a través del decano. El oficiante ha saludado a los asistentes y a la reina Camilla, quien ha elegido para la ocasión un elegante traje de falda de raya diplomática en azul marino a juego con un sombrero con apliques de plumas. El decano ha comenzado diciendo: "Celebremos en nuestras oraciones y lecturas y en nuestros himnos la vida y la fe de este gran y noble rey, cuyo amor inquebrantable por su familia y su pueblo deja a cada uno de nosotros, a todo su país y al mundo, un ejemplo de servicio para fortalecernos e inspirarnos en nuestro viaje hacia nuestro hogar en el amor y la paz, la justicia y la bondad del Reino eterno de Dios".
La reaparición de Sarah Ferguson
El otro lado de la capilla de San Jorge ha estado reservado para la Familia Real británica. En la primera fila, además de la reina Camilla, la princesa Ana y su esposo, Tim Laurence, los duques de Gloucester y el príncipe Andrés, quien no acude a actos oficiales desde que hace cuatro años se retirara de la vida pública por su supuesta implicación en el Caso Epstein. El cariz familiar de este funeral justifica su presencia junto a los miembros del Gotha. Aunque ha acudido con su exmujer, Sarah Ferguson, en la que es su reaparición en un acto oficial tras conocerse que ha tenido un melanoma maligno, se han sentado separados por cuestiones de protocolo a pesar de tener una excelente relación. La duquesa de York ocupaba la segunda fila junto a su hija, la princesa Beatriz y el marido de esta Edoardo Mapelli Mozzi y otros miembros de la realeza británica como los príncipes Michael de Kent, el duque de Kent, Zara y Mike Tindall, entre otros.
La primera lectura ha corrido a cargo de los hijos del rey Constantino, los príncipes Theodora, Nicolás, Alexia y Philippos, mientras que Lord Soames de Fletching, miembro de la Cámara de los Lores y nieto de Winston Churchill, ha sido el encargado de hacer un discurso muy emotivo en el que ha descrito la vida del último soberano de los helenos. "A su amada y devota familia solo me gustaría decirle esto. Todos los que estamos aquí sabemos que las palabras son limitadas y ante su dolor, nosotros, sus amigos, solo podemos extender nuestras manos y corazones con nuestro amor y apoyo (...) Sé que el rey Constantino estaba profundamente agradecido a nuestra difunta Reina, y por supuesto al príncipe Felipe, por la amistad, amabilidad y hospitalidad en el Reino Unido y, por supuesto, por la relación tan personal, cercana y amorosa que tuvo con el rey Carlos. De hecho, el rey Constantino se habría sentido muy conmovido y orgulloso de que la segunda lectura hubiera sido realizada por su ahijado, el príncipe de Gales", ha leído. El príncipe Guillermo iba a haber leído un extracto del Apocalipsis de San Juan en esta liturgia en la que los asistentes han podido hacer las oraciones en inglés o en griego.
Una de las imágenes del día se ha producido al finalizar la ceremonia religiosa. Don Felipe ha ofrecido el brazo a su padre para que pudiera apoyarse en él, en lugar del de el asistente que suele acompañarle, y así poder salir de la iglesia sin riesgo a una posible caída. Ya en el exterior, don Juan Carlos ha estado charlando con el decano de Windsor, mientras la reina Letizia se reunía a la salida con doña Sofía.
Dos Casas Reales, estrechamente unidas
Como decíamos anteriormente, los Windsor y la Familia Real helena guardan unos lazos familiares y de amistad muy fuertes y por eso no es de extrañar que este nuevo tributo se haya hecho en Reino Unido en lugar de en Atenas. El rey Pablo, padre de Constantino II, era primo hermano del príncipe Felipe de Edimburgo, quien pertenecía por nacimiento a la Casa Real helena ya que era hijo del príncipe Andrés de Grecia y de Alicia de Battenberg. Cuando Constantino de Grecia abandonó su patria, encontró refugio en Londres. Allí nacieron sus hijos pequeños, los príncipes Theodora y Philippos y contrajeron matrimonio los mayores, los príncipes Alexia y Pablo, intensificando así el cariño entre ambas familias. Isabel II les acogió como si fueran sus familiares y tal fue el aprecio que se tenían que Constantino de Grecia era uno de los padrinos de bautismo del príncipe Guillermo, primero en la línea de sucesión al trono. A su vez, el príncipe Philippos era ahijado de Diana de Gales.
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Esta nueva misa en recuerdo de Constantino II, quien era muy respetado y querido entre los miembros de la realeza, se produce semanas después de la que tuvo lugar el pasado enero en Tatoi en la que además de la reina Ana María y el príncipe Pablo estuvieron la reina Sofía y la princesa Irene además de las infantas Elena y Cristina, quien también estaban muy unidas a su tío y tienen una estrecha relación con sus primos griegos. La misa tuvo lugar en la iglesia de la Resurrección, muy cerca del cementerio real, donde reposan los restos del antiguo Rey y se encuentran las tumbas de sus antepasados, entre ellas las de los reyes Pablo I y Federica.
El de este martes también es el segundo encuentro de los reyes Felipe y Letizia con don Juan Carlos y doña Sofía, así como con las infantas Elena y Cristina, que se produce en dos meses. El pasado diciembre los cuatro coincidieron con el resto de la familia en la celebración por el 60º cumpleaños de la duquesa de Lugo, que tuvo lugar en el restaurante Pabú del distrito madrileño de Chamberí. También estuvieron Felipe y Victoria de Marichalar así como tres de los sobrinos de la homenajeada: Juan, Pablo e Irene Urdangarin, además de sus primos.