Reinas de leyenda es el último libro de la periodista, fotógrafa y escritora Cristina Morató. Tras el éxito de Reinas Malditas, la autora recupera a cinco grandes reinas que cambiaron el curso de la Historia. Entre ellas destaca Catalina de Aragón, la princesa de Gales española, hija de los Reyes Católicos casada en primeras nupcias con el príncipe Arturo Tudor, primogénito de Enrique VII de Inglaterra, y después con Enrique VIII, hermano de su difunto marido. Conocemos de la mano de su autora la fascinante historia de esta Reina de Inglaterra.
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- ¿Cómo pasa una princesa española a la Corte inglesa?
Desde su nacimiento en 1485 en la ciudad de Alcalá de Henares,el destino de esta infanta española quedó sellado. Al igual que sus hermanos estaba destinada a ser moneda de cambio en la política de alianzas matrimoniales de sus padres, los poderosos Reyes Católicos. Cuando en 1501 abandonó la Alhambra en Granada y puso rumbo a Inglaterra para casarse con el heredero al trono, Catalina dejó atrás los paisajes de su infancia y a sus queridos padres, a quienes no volvería a ver.
- ¿Qué interés había en que una de las hijas de los Reyes Católicos se casara con el heredero al trono inglés?
Catalina era la hija menor de los Reyes Católicos y sus padres concertaron su matrimonio con el príncipe Arturo Tudor, heredero al trono de Inglaterra, porque deseaban crear una alianza conjunta contra su peor enemigo en aquel momento, Francia. Enrique VII, por su parte, buscaba enlazarse con la prestigiosa casa de Trastámara, ya que los Tudor no eran reconocidos por todos los monarcas de Europa debido a su ascendencia inicialmente ilegítima. Los sentimientos de Catalina no contaron para nada, las princesas servían a los intereses de sus padres. Tenía solo tres años cuando sus padres la prometieron con Arturo y tardaría más de diez años en conocerle en persona.
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- Lamentablemente, este matrimonio no fue muy duradero ¿Qué pasó?
Catalina tuvo la desdicha de quedarse viuda a los cinco meses de contraer matrimonio con Arturo. El heredero al trono de Inglaterra era un niño de 15 años débil y enfermizo y falleció prematuramente de una misteriosa enfermedad llamada 'el sudor inglés'. Ambos se contagiaron cuando se trasladaron a vivir al inhóspito castillo de Ludlow situado en un lugar muy frío y lluvioso de Inglaterra. El médico nada pudo hacer por salvar al príncipe, pero Catalina sobrevivió. A sus 16 años Catalina ostentaba el triste título de princesa viuda y todos sus sueños se habían roto.
- Catalina de Aragón acabó casada con Enrique VIII de Inglaterra, hermano de su primer marido, y se convirtió en reina consorte ¿Cómo pudo celebrarse esa boda?
La entonces princesa Catalina testificó que debido a la juventud y el carácter enfermizo del príncipe Arturo, el matrimonio no se había consumado, y este hecho fue certificado con una dispensa del papa Julio II para que el matrimonio del príncipe Enrique con Catalina pudiese celebrarse a pesar del parentesco.
- Ana Bolena fue una de las mujeres de confianza de Catalina de Aragón que acabó ocupando su puesto ¿Se trató de una traición?
La desgracia de Catalina fue no haber podido dar un heredero varón al rey que necesitaba consolidar la dinastía de los Tudor, puesto que era nueva y su legitimidad estaba en entredicho. En nueve años, Catalina se quedó embarazada seis veces, pero solo sobrevivió una niña, María. Cuando Enrique comenzó su relación con Ana Bolena aparte de estar 'locamente' enamorado de ella, necesitaba un hijo y sabía que Catalina por su edad ya no se lo podría dar. Ana fue otra víctima más, manipulada por su ambiciosa familia y en manos de un rey cruel y déspota que al ver que no podía darle el ansiado heredero la acusó falsamente de adulterio e incesto y la mandó al patíbulo donde murió decapitada sin haber cumplido los 30 años. Su matrimonio con el rey duró tres años, pero su mayor legado fue su hija, Isabel, futura reina de Inglaterra.
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- En su libro considera que Catalina de Aragón fue injustamente tratada ¿Por qué?
La historia nos ha presentado a Catalina de Aragón como una reina sumisa, obediente, muy manipulable y repudiada por su marido, pero en realidad era inteligente, culta y estaba mucho mejor preparada para gobernar que su esposo. A Catalina se la culpó de ser ella la causante de la ruptura de Inglaterra con la Iglesia Católica cuando en realidad lo que es admirable fue justamente su firmeza y como sobrevivió a intrigas, penurias, humillaciones y a la crueldad de su esposo. Nunca se rindió y luchó hasta el último aliento para defender los derechos dinásticos de su hija María Tudor. Durante seis meses en 1513,sirvió como regente de Inglaterra mientras Enrique VIII estaba en Francia y fue durante esta regencia que los ingleses resultaron victoriosos en la batalla de Flodden Field contra los escoceses, un acontecimiento en el cual Catalina desempeñó un papel importante.
- ¿Cree que todo habría sido distinto si Catalina hubiera concedido a Enrique VIII la nulidad de su matrimonio? ¿Habría existido la Iglesia anglicana?
Finalmente, María Tudor, su única hija, consiguió reinar, aunque por poco tiempo… El sueño de Catalina se cumplió y su hija María Tudor fue la primera reina de Inglaterra por derecho propio. Tras vivir marginada durante su juventud, con 37 años subió al trono de Inglaterra y se casó con Felipe II de España. Su matrimonio fue desdichado, no tuvo hijos y reinó solo cinco años. Pero su breve reinado dejaría un amargo recuerdo por el que sería recordada en la historia. María fue fiel a la religión católica de su madre y emprendió una feroz represión contra todos aquellos contrarios a la reinstauración del catolicismo, condenando a la hoguera a más de doscientas personas. Ha pasado a la historia como María la sanguinaria. Tras su prematura muerte, a los 42 años y sin descendencia, designó a su hermanastra Isabel como su heredera.
- Catalina se consideró siempre como la única y verdadera reina de Inglaterra, aunque oficialmente acabó sus días como princesa viuda de Gales ¿Ha sido injusta la Historia con ella?
La manipulación histórica y la mirada misógina de la época se han cebado en Catalina de Aragón y han caído en el olvido sus grandes logros y legado. Ha quedado para la posteridad la imagen de la esposa repudiada por Enrique y la culpable de que Inglaterra rompiera con Roma por su terquedad. Pero se olvida que fue una de las princesas más cultas del renacimiento, la primera embajadora de la Historia nombrada por su padre Fernando el Católico, quien viendo sus buenas aptitudes para la diplomacia y su talento no dudó en confiar en ella para que representara los intereses de España en la corte de Inglaterra. En los primeros años de su matrimonio fue la mejor consejera de su esposo Enrique VIII, se dedicó a mejorar la calidad de vida de sus súbditos y a elevar el nivel intelectual de la corte apoyando escuelas y cátedras universitarias y sobre todo impulsando la educación de las mujeres. Fue una mujer excepcional por su espíritu de lucha y alto sentido de la dignidad personal y a pesar de su tragedia personal consiguió llevar a cabo sus propósitos.
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- ¿Cómo fueron sus últimos días?
La crueldad de Enrique VIII con su primera esposa Catalina no tuvo límites. Ya enferma la desterró a castillos cada vez más remotos e insalubres hasta acabar en Kimbolton que se encontraba en un estado de gran deterioro, una prisión aún más lúgubre y con un clima frío y húmedo. Aquí vivió recluida y en pésimas condiciones. No tenía libertad de movimientos, estaba prisionera y muy sola porque su esposo despidió a sus damas de compañía y a sus más leales sirvientes. Pero el peor sufrimiento fue que el rey no le permitía ver a su hija María. Sus últimos días fueron muy duros, estaba muy enferma y consumida por el dolor, sin la asistencia de un médico, no se fiaba de nadie y creía que la querían envenenar. El 7 de enero de 1536 exhaló su último suspiro, tenía 50 años. Cuando le hicieron la autopsia descubrieron que su corazón estaba negro, y al parecer falleció de un cáncer de corazón, lo que le provoco en sus últimos días una terrible agonía. Despiadado hasta el final, Enrique VIII no permitió a su hija María Tudor asistir al funeral.
- ¿Qué hacía tan excepcional a Catalina de Aragón?
Fue una mujer valiente, devota, culta y firme en sus creencias que jamás se doblegó. Catalina aceptó sus sufrimientos como un martirio y antes que permitir la nulidad de su matrimonio estaba dispuesta a pagar con su vida. Sobrevivió a intrigas, penurias, humillaciones y a la crueldad de su esposo. Nunca se rindió y luchó hasta el último aliento para defender los derechos dinásticos de su hija, María Tudor, nieta de los reyes Católicos, quien finalmente sería coronada como la primera reina de Inglaterra por derecho propio.
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¿Por qué fue tan querida por el pueblo inglés?
Creo que el epitafio que se puede leer en la tumba de Catalina de Aragón en la Abadía de Peterborough responde muy bien a esta pregunta: "Una reina amada por el pueblo inglés por su lealtad, piedad, coraje y compasión". Hasta el día de hoy nunca faltan en esa tumba flores rojas y amarillas y ofrendas de granadas, símbolo de su escudo y de sus tiempos felices en La Alhambra.
- Cinco siglos después tenemos otra Catalina (Kate Middleton) como princesa de Gales ¿Ve alguna similitud entre ambas?
Las dos tienen en común su cercanía con la gente, su cultura y su interés por la educación de las niñas. Catalina mantenía relación con las mentes más brillantes de su época, con eruditos como Erasmo de Rotterdam, Tomás Moro o Luis Vives a quien encargó un libro que sirviera de base para la educación de su hija María y de todas las niñas. Por otra parte, Kate estudió Historia del Arte, le gustan las artes plásticas y es una gran lectora. Catalina de Aragón durante su reinado también ejerció una gran labor de mecenazgo.
- ¿Y entre la eterna Diana de Gales?
Sin duda, Catalina de Aragón y Diana compartieron una infancia y una adolescencia triste y solitaria, y el dolor y las humillaciones que sufrieron ambas en sus matrimonios forjaron su carácter. En público se mostraban tímidas, pero a la vez eran sumamente empáticas y bondadosas con las personas más vulnerables y desfavorecidas. Ambas no solo querían ser reinas y vivir rodeadas de privilegios, sino que utilizaron muy sabiamente su popularidad y su poder en la corte para ayudar a la gente. Diana no dudó en involucrarse en una campaña contra las minas antipersona y en 1517 Catalina de Aragón se ganó el corazón de los ingleses cuando se postró de rodillas delante del rey para pedir clemencia a favor de la vida de unos rebeldes involucrados en un motín, entre los que había mujeres y niños, y consiguió que el rey les perdonara la vida. Ambos hechos eran insólitos en la realeza.