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Harry y Meghan quieren firmar la paz: el gran giro de la historia tras los problemas de salud del Rey y Kate

La reconciliación nunca ha estado tan cerca: los duques de Sussex reaparecen en Canadá y marcan con cinco pasos su nueva vida


22 de febrero de 2024 - 8:01 CET

Harry y Meghan resurgen y se reinventan, mientras continúa la preocupación por la salud del Rey y de Kate, que sigue recuperándose de su operación abdominal rodeada de secretismo. Si el mundo de la Familia Real británica se ha ‘detenido’, a la espera de mejores noticias, el de los duques, que han cogido carrerilla, reflota a lo grande… Web nueva (la tercera), proyectos laborales cerrados, primeros pasos hacia la reconciliación y un exitoso viaje a Canadá para promocionar los Juegos Invictus de invierno, que los han vuelto a colocar en el centro del escenario. La enfermedad de Carlos III y la convalecencia de la princesa de Gales han dejado el camino despejado y, casualidad, oportunidad o pacto, los duques de Sussex han desviado hacia ellos toda la atención con 72 horas de impacto. Destruyeron el cuento de hadas en dos años, pero solo han necesitado tres días para demostrar que no se dan por vencidos y están decididos a restaurar su imagen y recuperar el éxito.

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Con Carlos III en plena lucha contra el cáncer y la princesa de Gales rodeada de misterio, un mes después de su operación

Las ofensivas a su familia y las decisiones que han ido tomado arrasaron su popularidad, pero siguen a la búsqueda de una victoria. Lo dejaron muy claro la pasada semana, cuando, con un enorme golpe de efecto y ‘armados’ para todos los frentes, comunicaron que son una familia real californiana; tienen la agenda llena de proyectos y compromisos, que se traduce por independencia económica; están listos para la paz, y siguen enamorados. También, y solo hay que fijarse en su séquito y en la cobertura mediática que consiguieron, que su poder es muy grande cuando defienden las causas que les importan y no hay ninguna más cercana al corazón del príncipe que los Juegos Invictus. De hecho, el matrimonio puso en marcha todo el operativo que tenía programado con este evento en el centro de todo. Y estos son los pasos.

Meghan Markle HOLA 4152© @misanharriman
© Sussex.com
Los duques acaban de relanzar su marca (izquierda) usando como logo el escudo de armas de Meghan. Fue diseñado para su boda, en 2018, con su colaboración y no ha sido actualizado tras el cambio en el trono. El azul representa el océano Pacífico; los rayos amarillos, la luz del sol, y la amapola dorada, el Estado de California. Incluye también un pájaro cantor, junto con las púas del escudo, que representa el poder de la comunicación, y la flor dulce de invierno, que crece en el palacio de Kensington, donde vivían cuando se casaron. Arriba, el último retrato de Meghan, realizado por su gran amigo y fotógrafo Misan Harriman. Lleva un top de punto gris de cuello alto y el reloj Cartier que perteneció a Diana de Gales

Primera sorpresa

El 12 de febrero daban la primera sorpresa con el lanzamiento de sussex.com, operado por la Oficina del Duque y la Duquesa de Sussex y como una ‘ventanilla única’ para todas sus actividades. Lo hicieron de manera silenciosa, pero, en cuestión de horas, medio mundo hablaba de su nueva web. Por el nombre que habían elegido, pero también por todo lo que contiene, además de los títulos reales: el escudo de armas de Meghan, el monograma coronado de la pareja y el dominio sussexroyal, que la Reina Isabel II les prohibió usar para evitar que utilizaran los lazos de sangre para sus acuerdos empresariales. Y sus detractores, por supuesto, los acusan de haber cruzado una línea roja, sacar provecho de sus títulos, querer ‘reconectarse’ con sus orígenes reales y hacer todo lo contrario a lo que prometieron que harían.

El príncipe ha dicho que “amo a mi familia” y “la veré tanto como pueda en otros viajes planeados que me llevarán de regreso a Reino Unido”
© GettyImages
Harry y Meghan han elegido esta imagen, tomada durante la ceremonia de clausura de los Juegos Invictus 2023, en Alemania, para el lanzamiento de su web con el texto: ‘La oficina del príncipe Harry y Meghan, el duque y la duquesa de Sussex’

Segunda lectura

Y entre críticas feroces surgieron nuevas preguntas: ¿están sondeando dónde está el límite, cuatro años después? O ¿pudo el Rey, ahora enfermo, hacer alguna concesión a su hijo pequeño? ¿Podrían haber llegado a otro arreglo en el reinado de Carlos III?

Harry confía en que la enfermedad de su padre sea una oportunidad para estrechar los lazos entre los Windsor

Quizá, lo que era imposible en el 2020 no lo sea en el 2024 y a todos les convenga dar un paso en busca de la paz. En cualquier caso, la decisión tendría una segunda lectura. De momento, la Casa Real no ha emitido ningún comunicado, como sí sucedió en el pasado, aunque fuentes cercanas a Buckingham han dicho a Daily Mail que la web es una flagrante violación del acuerdo al que llegaron en 2020 y que “se acercan peligrosamente a utilizar su estatus real para obtener beneficios”.

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© LagenciaGrosby/ Getty Images
Arriba, presumiendo de anillo de compromiso, el Día de los Enamorados. Tiene un diamante de Botswana, de talla cojín, sostenido por dos redondos, de la colección personal de la princesa Diana, pero, al gusto de Meghan, el aro original de oro amarillo ha sido reemplazado por otro de micropavé de diamantes. Meghan, de 42 años, parecía la reina de las nieves cuando subió a las pistas de Whistler vestida de blanco invernal de pies a cabeza. Llevaba un abrigo de plumas de Calvin Klein y botas de caña alta, de Sorel

El escudo de armas de Meghan

Además de la polémica que se ha creado alrededor del nombre, los duques también han sido calificados de “ridículos” por usar el escudo de armas de Meghan como reclamo de atención y por halagarse a sí mismos con brillantes biografías en la web, donde se presentan como líderes e influencers del mañana dedicados a “hacer el bien” y dar “forma al futuro”. El príncipe es descrito como un “veterano militar, humanitario, defensor de la salud mental y activista medioambiental”. También se detallan su carrera en las Fuerzas Armadas británicas y las ventas récord de su explosiva autobiografía,Spare, el libro de no ficción más vendido en la industria editorial. En cuanto a la duquesa, se la presenta en el perfil como “una de las mujeres más influyentes del mundo” y se la describe como “feminista y defensora de los derechos humanos y de la igualdad de género”, dedicando una sola línea a su carrera como actriz.

© CONTACTO
Sobre estas líneas, los duques llegando de la mano al Campamento de Entrenamiento de Invierno, en la estación de esquí de Whistler, en Columbia Británica, para preparar los Juegos Invictus.

Nuevo apellido para sus hijos

Harry y Meghan —ya no figura Markle— no solo han cambiado el nombre de su nuevo sitio web, también los apellidos de sus hijos, que son ahora el príncipe Archie Sussex y la princesa Lilibet Sussex, en lugar de Mountbatten-Windsor, que eligieron la Reina y el príncipe Felipe, en 1960, para sus descendientes directos. La decisión, que sorprende puesto que fueron los primeros que decidieron homenajear al duque de Edimburgo poniéndoles su apellido, la tomaron después de la coronación de Carlos III, según The Times, periódico al que una fuente cercana al matrimonio explicó el cambio diciendo: “La familia tiene ahora el mismo apellido por primera vez. Eso es algo muy importante. Representa su unificación y es un momento de orgullo”.

Quieren restaurar su imagen, recuperar popularidad y éxito y demostrar al mundo que siguen igual de enamorados y no se dan por vencidos
© GettyImages
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Sobre estas líneas, Meghan haciendo fotos a su marido, que se apuntó a todas las pruebas deportivas. Arriba, participando en esquí adaptado

‘Una vida menos apestosa’

Pero el anuncio de la web no venía solo. Horas después, mientras Gran Bretaña debatía sobre títulos, símbolos y el momento inopor­tuno que habían elegido para relanzar su marca, Meghan hacía público que ha firmado un acuerdo con una plataforma fundada por mujeres. La duquesa dijo que estaba “encantada” de unirse a la “familia” de Lemonada Media, una “red de pódcasts de audio independiente, galardonada y con la misión de hacer que la vida sea menos apestosa”. Como parte del acuerdo, esa empresa distribuirá la primera temporada de Archetypes, que era exclusivo de Spotify, plataforma que canceló su contrato entre graves acusaciones porque la búsqueda de la innovación y la felicidad no había dado los frutos esperados.Encontrar una base sólida en América sigue siendo un desafío, pero, según The Times, el matrimonio podría estar al borde de una explosión de productividad. Harry y Meghan planean una nueva película y serie de televisión para Netflix. Y trabajan en un montón de proyectos en virtud de su acuerdo de cinco años por 100 millones de dólares con el gigante del streaming.

Harry y Meghan han cambiado Mountbatten-Windsor por el título de Sussex como apellido para sus hijos, el príncipe Archie, de cuatro años, y la princesa Lilibet, de dos
© ABC NEWS
© PHOTONE/ Cordon Press
Sobre estas líneas, a la izquierda,Harry, que también practicó ‘Skeleton’ (sobre estas líneas, a la izquierda) y alcanzó los 99 kilómetros hora sobre hielo mientras avanzaba por una de las pistas de trineo más rápidas del mundo, en Whistler

Reaparición estelar

Comunicadas las bases de esta nueva etapa, los duques pasaron a la siguiente ‘ofensiva’: una reaparición estelar en las montañas nevadas de Canadá, país en el que se hizo pública su historia de amor, en 2017 y en el que comenzaron la guerra de la independencia, a finales de 2019. Harry y Meghan volaron desde Santa Bárbara —el aeropuerto más cercano a su casa de Montecito— a la isla de Vancouver en un avión privado el martes 13. Y, horas después, arrancando el día 14, llegaron de la mano al Campamento de Entrenamiento de Invierno en la estación de esquí de Whistler, en Columbia Británica, para asistir a las celebraciones de One Year to Go de los Juegos Invictus. El torneo internacional de competiciones deportivas para veteranos militares y heridos en acto de servicio, que Harry fundó en 2014, volverá a celebrarse en febrero de 2025 en Vancouver y Whistler, Canadá.

“Los niños están creciendo increíblemente rápido. Tienen un maravilloso sentido del humor, nos hacen reír y nos mantienen con los pies en la tierra. Estoy muy agradecido de ser padre”

Meghan, vestida de blanco, como una reina de las nieves, y Harry, con anorak de plumas, entraron en las pistas con la fuerza de un huracán y una enorme sonrisa, que también fue motivo de ataque por demostrar ambos demasiada felicidad… Pero los duques hicieron oídos sordos centrándose en compartir experiencias con cada uno de los atletas —Harry se sumó a las pruebas deportivas— y en reforzar la noticia de que el próximo año el evento incluirá por primera vez los deportes de invierno.

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Arriba, la duquesa de Sussex, en la segunda jornada del evento One Year to Go, en Whistler, Canadá, estrenó una ‘bomber’ de plumón de ganso, de Hermès, y vaqueros negros ajustados y recuperó las botas de la firma Kamik, de Montreal. Para el último día —animó al príncipe mientras participaba en una competición de ‘curling’ adaptado para silla de ruedas—, llevó una capa, de Sentaler, hecha de tela de ‘baby’ alpaca, guantes de MaxMara, botas de cuero negro (sobre estas líneas)

Amor en San Valentín

Las críticas los estaban golpeando de lleno, pero los duques no solo se mantuvieron firmes durante los cuatro días que pasaron en tierras canadienses, sino que también aprovecharon para protagonizar escenas románticas en la nieve. Después de meses de rumores de crisis, también había llegado el momento de mostrar al mundo que siguen unidos y enamorados. Y qué mejor día que en San Valentín. Si el escudo representa en la web su posición real, sus miradas de amor y el anillo de compromiso que brilló bajo el sol reafirmaron su compromiso matrimonial. La promesa que se hicieron mientras Meghan asaba un pollo y Harry extendía una manta en su jardín, colocaba velas eléctricas y abría una botella de champán.

Harry concedió una entrevista a Will Reeve, hijo del actor Christopher Reeve ( Superman), mientras Meghan reinaba con su estilo en las montañas canadienses

En los últimos años llegó a tomarse como indicio de que algo no iba bien entre ellos cuando Meghan se quitó la sortija de compromiso. Pero en este viaje la duquesa se aseguró de llevarla y también de que las cámaras la captaran, colocando su mano en las posturas más fotografiables. Y por si quedaba alguna duda, una persona del equipo de los duques de Sussex le dijo a The Mirror: “Todavía están aquí. Siguen trabajando y persiguiendo lo que creen, a pesar de ser desafiados y criticados constantemente. Esta pareja no se romperá”.

© Sussex.com
En el Centro de Convenciones de Vancouver, donde se despidieron de Canadá con una cena de gala. Meghan llevó un vestido verde oliva de hombro asimétrico de la diseñadora canadiense Greta Constantine

Último mensaje 

Cumplidos los primeros objetivos, a Harry le quedaba lanzar el último mensaje desde Columbia Británica. Abrir la puerta a la reconciliación familiar y también dar muestra de que ahora ya sabe que hay temas que no se tocan. En plena competición deportiva y después de quedar ante Meghan como un ‘héroe de acción’, el príncipe concedía una entrevista al programa Good Morning America, uno de los matinales más vistos de Estados Unidos.De pie en las pistas, el duque se enfrentó a las cámaras y a las preguntas de Will Reeve, hijo del actor Christopher Reeve (Superman) y uno de los presentadores estrella de la cadena ABC, dejando titulares que volvieron a dar la vuelta al mundo. Decididos a terminar con los ataques (al menos es lo que parece), los duques ‘desenquis­tan’, la guerra, cambian de estrategia y empiezan una nueva etapa. Meghan desde el silencio y Harry haciendo alusiones a su familia desde el corazón.

© Matt Porteous / The Duke and Duchess of Cambridge/Kensington Palace via Getty Images
Los príncipes de Gales con sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, en Anmer Hall, Sandringham, donde han pasado estos días de vacaciones escolares. Fue la primera salida de Kate desde que le dieron el alta y también la confirmación de que se estaba recuperando. A diferencia de su suegro, hay un enorme vacío de información en lo que respecta a su salud y, un mes después de la operación, la gran pregunta sigue sin respuesta: ¿Qué le pasa a Catherine?

‘Amo a mi familia’

El interés en torno a esta entrevista estaba claro: arrojar luz sobre lo que es un secreto de Estado, la salud del Rey, pero el príncipe dejó claro que no se habla sobre ese tema: “Eso queda entre él y yo”. Aun así, explicó cómo se desarrollaron los acontecimientos en torno a su último viaje a Londres, tras saber que su padre tiene cáncer: “Hablé con él, me subí a un avión y fui a verlo tan pronto como pude”. Y añadió cuando se le preguntó por cómo fue emocionalmente ese encuentro: “Mira, amo a mi familia. Estoy agradecido por el hecho de que pude ir a verlo y pasar tiempo con él”. Y lo más importante, también se mostró convencido de que la enfermedad de Carlos III podía tener un efecto de unión familiar, aunque sin hacer ninguna referencia ni a su hermano, el príncipe Guillermo, ni a su cuñada, Kate: “Absolutamente, sí, estoy seguro. Lo veo cada día con estas familias (en referencia a los militares heridos física o psicológicamente en acto de servicio): creo que cualquier enfermedad une a las familias y eso me hace muy feliz”.

Mientras que Carlos III optó por la transparencia, rompiendo siglos de ‘tradición’, Kate se ha aferrado a las reglas, al igual que la Reina Isabel II, pidiendo mantener su información médica bajo llave

‘Mi vida y mi familia están en California’

En la entrevista, Harry dio por hecho que pronto volverá a Inglaterra: “Tengo otros viajes planeados que me llevarán de regreso al Reino Unido, así que veré a mi familia tanto como pueda”. Pero también afirmó que su lugar está en Estados Unidos. Por eso, cuando Will Reeve le preguntó cómo se sentía al estar lejos de los suyos en esta situación, afirmó: “Tengo mi propia familia. Mi familia y mi vida están en California”. En cuanto a sus hijos, el príncipe Archie, de cuatro años, y la princesa Lilibet, de dos, dijo que “están muy bien. Creciendo increíblemente rápido como todos los niños. Tienen un maravilloso sentido del humor, nos hacen reír y nos mantienen con los pies en la tierra todos los días. Estoy muy agradecido de ser padre”.

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© @missportraits
Sobre estas líneas, Camilla visitando un centro emergente de arte y cohesión comunitaria. Allí se encontró con una pintura de la princesa Charlotte, realizada por Mercedes Carbonell, hermana del actor y cantante Pablo Carbonell

Ciudadano americano

Cuando el presentador le preguntó si se siente americano, Harry, hijo del Rey, dijo que no, pero no negó haberse planteando pedir la ciudadanía estadounidense: “Se me ha pasado por la cabeza, pero no es una prioridad para mí en este momento”. Y se volvió a abrir la polémica. Por un lado, porque implicaría la pérdida de sus títulos británicos en virtud de la política de inmigración de Estados Unidos. Y por otro, porque desde hace cuatro años hay un debate abierto sobre si Harry debe mantener los títulos que le dio una Casa Real a la que ya no pertenece.

Cena de gala

Los duques concluyeron su viaje el viernes por la noche presidiendo una cena de gala para 200 invitados en el Centro de Convenciones de Vancouver. Michael Bublé cantó el tema de Frank Sinatra My Way, cambiando la letra para hacer un guiño a Harry: “Te has ganado cada día el derecho a decir: lo hice a mi manera”, y envió al Rey durante la actuación “deseos de curación”. Y el príncipe pronunció un discurso: “Este año se cumplirán diez años de los Juegos Invictus… que no son solo una competición; son una forma de vida, una celebración del espíritu humano”. “Invictus no se trata necesariamente de ganar una medalla, sino de los vínculos que se construyen entre las naciones; sobre el viaje compartido de recuperación”.

Mientras que Carlos III optó por la transparencia, rompiendo siglos de ‘tradición’, Kate se ha aferrado a las reglas, al igual que la Reina Isabel II, pidiendo mantener su información médica bajo llave

El regreso

Con Harry y Meghan todavía en Canadá —regresaron a California el sábado muy temprano—, el periódico The Times publicó en exclusiva que el príncipe había dicho a sus amigos que estaría dispuesto a asumir tareas reales durante la enfermedad de su padre para ayudar al Rey y al país. Y, también, citando a una fuente real, que Carlos III se muestra partidario de una reconciliación con su hijo menor, dado que “beneficiaría a la institución”… Lo que lleva a pensar en un gran giro de la historia, tras los problemas de salud del monarca y la princesa de Gales y a que algo se está moviendo en palacio, aunque con cautela, ya que otros periódicos, como The Sunday Telegraph y The Mirror apuntan a que no hay vuelta atrás para que el duque de Sussex asuma un puesto de trabajo temporal en la Familia Real. Y que la enfermedad del Rey no cambiará los términos del acuerdo de la cumbre de Sandringham, en el que se negoció en detalle la salida de los duques de Sussex descartando el acuerdo de “mitad dentro, mitad fuera”. Claro que no es lo mismo firmar la paz que volver a trabajar para la institución. De momento, y con Guillermo ya incorporado al trabajo esta semana, los compromisos  recaen en la princesa Ana , los duques de Edimburgo y la Reina, quien ha pasado de ser el azote de la Casa de Windsor al corazón la Monarquía. Con 76 años y olvidando sus propios problemas de salud, ha asumido una agenda agotadora al tiempo que cuida de su marido.

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El pasado domingo, el Rey y Camilla desafiaron la lluvia en Sandringham para asistir a un servicio religioso en la iglesia de Santa María Magdalena, a medio kilómetro de su residencia. Carlos III llevaba su abrigo preferido, y la Reina, su gorro de campo

Pintora española

Todas las semanas acompaña al Rey al hospital en Londres para recibir atención médica y mantiene la agenda a flote sin anular ni un solo acto. Si la enfermedad del Rey le ha pasado factura, no se nota. Y la prueba, esta última semana. El martes 13 recibía en Clarence House a la compañía de fabricantes de abanicos artesanos y recogía el nombramiento de librea honoraria. El miércoles visitó un centro emergente de arte y cohesión comunitaria, donde se encontró con una pintura de la princesa Charlotte realizada por Mercedes Carbonell, hermana del actor y cantante Pablo Carbonell. Y ese mismo día, por la noche, presidió un evento de homenaje a Shakespeare, con actuaciones de Judi Dench, Gary Oldman y Robert Lindsay. Asimismo, el jueves se encontraba en su residencia con representantes de la Fábrica de Amapolas, antes de reunirse con Carlos III, que la estaba esperando en Sandringham. El telón de fondo de tradiciones reales y momentos familiares preciados.

El mundo orgánico del Rey

El soberano podría haber elegido Windsor, que está mucho más cerca de Londres, o las comodidades de su residencia familiar, High­grove House y su jardín, a los que Carlos ha dedicado más de 40 años. En realidad, podría haber escogido entre siete palacios, diez castillos y 56 casas de campo, pero ha encontrado refugio en el retiro campestre más querido por su abuelo, sus padres y todos los monarcas británicos desde que la Reina Victoria la compró en 1862.

Carlos III y Kate: las diferencias

Sandringham, la finca más grande de la familia, está situada a 160 kilómetros de la capital y es una inmensa propiedad de más de 8.000 hectáreas —2.500 son de granja—, que Carlos III ha convertido en su amado mundo orgánico. Allí desconecta, baja el estrés y disfruta de sus pasiones; tras recibir tratamiento semanal en Londres, los domingos acude puntualmente con Camilla a la iglesia de Santa María Magdalena, en Sandringham, aunque llueva torrencialmente. Es su manera de decir “estoy bien” y de levantar el ánimo de los ciudadanos, que también siguen preocupados por Kate. La princesa de Gales se operó hace ya un mes y la gran pregunta sigue sin respuesta: ¿Qué le pasa Kate?

En las últimas semanas se ha hablado de una histerectomía y de la enfermedad de Crohn, pero lo cierto es que hay un vacío de información enorme sobre su operación y su recuperación. De hecho, algo que ha llamado mucho la atención desde que se hizo público el doble anuncio de los ingresos hospitalarios es la manera tan diferente de comunicar los problemas de salud del Rey y los de la princesa de Gales. Mientras que Carlos III optó por la transparencia, rompiendo siglos de ‘tradición’, Kate se ha aferrado a las reglas, al igual que la Reina Isabel II, pidiendo mantener su información médica bajo llave. Un deseo que ha respetado a rajatabla, aunque tanto misterio ha contribuido a todo tipo de especulaciones.

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