Un reinado no se consolida de un día para otro y el rey Carlos III todavía estaba implementando su hoja de ruta cuando un cáncer le ha obligado a reducir considerablemente su agenda oficial y su presencia pública. En otras circunstancias este sería el momento en el que la institución aprovecha para sacar el máximo rendimiento posible a los príncipes herederos, Guillermo y Kate, lo que hubiera sido una maniobra conveniente para todos, pero, ha coincidido que la princesa de Gales también se ha tenido que retirar para ser sometida a una operación quirúrgica. En este escenario, la reina Camilla y el príncipe Guillermo se han quedado con todos los frentes abiertos, los oficiales y los familiares, así que por primera vez en este reinado surge la duda de si la realeza británica redujo la institución por encima de sus posibilidades. Aún así, no está en el horizonte recuperar a miembros "secundarios", sin olvidar, que hay otra rama de los Windsor que tampoco está para celebraciones.
Hablamos de los York, es decir, del príncipe Andrés y de su descendencia, las princesas Eugenia y Beatriz, y también de Sarah Ferguson, porque a pesar del divorcio del matrimonio en términos físicos y afectivos son una piña. Por eso, por la unión y el cariño público del que siempre han hecho gala, ha sorprendido que el príncipe Andrés -que regularmente se deja ver montando a caballo en los terrenos reales de Windsor, donde tiene su residencia oficial- cumpliera esta semana 64 años sin ningún tipo de felicitación pública. Hasta la muerte de Isabel II, al príncipe Andrés no le faltaba su felicitación oficial recordando que él fue el primer hijo que nació de una monarca reinante en 103 años, ya que cuando nació su hermano, Carlos III, Isabel II todavía era princesa heredera.
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Tampoco ha tenido una felicitación pública por parte de su hija, la princesa Eugenia, que suele utilizar su cuenta de Instagram para conmemorar este tipo de fechas, ni de su ex mujer y mejor amiga, Sarah Ferguson, que está inmersa en su propia batalla: el pasado verano le fue diagnosticado un cáncer de mama y meses después un cáncer de piel. Ahora sus redes sociales se centran en compartir su experiencia y se muestra decidida a hacer todo lo posible "para crear conciencia y que la gente cumpla con sus controles de salud". Así que, dentro de su faceta filantrópica, ha desplegado una nueva rama a raíz de su enfermedad, sin dejar de lado su compromiso con la organización que co-preside (Global Citizen Now) y que ahora le llevará de viaje a Melbourne por temas de cambio climático y crisis alimentaria. Digamos que ella sí sigue con su presencia en la vida pública y no se pronuncia sobre su vida familiar, como si hizo en el pasado para apoyar al padre de sus hijas con todo lo relacionado con el Caso Epstein, que fue lo que precipitó la caída del príncipe Andrés.
En ese sentido, en torno a papel dentro de la Familia Real, nada ha cambiado desde la era de Isabel II, su perfil sigue "dormido" y su biografía en la web oficial ocupa la última posición en la lista de biografías de miembros de la familia real, por debajo de Meghan y Harry. En él se recuerdan sus logros militares y sus años de servicio a la reina, pero también se recuerda que desde noviembre de 2019 no representa a la institución y que en enero de 2022 se le retiraron los honores y patrocinios. Eso no le impide que, dada su posición en la línea sucesoria y como consejero de Estado podría llegar a sustituir al rey, sin embargo, nada indica que esta opción pueda estar sobre la mesa.
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Por otro lado, hay que recordar que durante años los dos hermanos mantuvieron discrepancias por la presencia de los York dentro de la institución: Carlos III apostaba por una monarquía reducida y el príncipe Andrés reclamaba más presencia tanto para él como para sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, tanto es así que reclamó para ellas los títulos reales, algo que no hicieron sus hermanos, la princesa Ana y el príncipe Eduardo. Sin embargo, sus posibilidades cambiaron, primero con el caso Epstein y después con el fallecimiento de Isabel II, que sí trató de rescatarlo y lo convirtió en su apoyo cuando ya su figura pública estaba totalmente dañada.
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