Hubo un gran alivio cuando abandonó el hospital el 29 de enero, pero la gran pregunta sigue sin respuesta: ¿qué le pasa a Kate? No solo han sido las dos semanas de hospital y los dos meses que se tomará para su recuperación por consejo médico, sino también el hecho de que el príncipe Guillermo suspendiera su agenda para estar al cien por cien junto a su mujer y poder ocuparse de sus hijos.
La princesa de Gales pidió que no se hiciera pública su información médica para no preocupar más de lo necesario a George, de diez años; Charlotte, de ocho, y Louis, de cinco, y se ha respetado su deseo, aunque el silencio de Palacio ha generado una creciente preocupación entre los británicos y ha contribuido a todo tipo de especulaciones sobre su problema de salud, que, dada su posición, no deja de ser una cuestión de interés público.
Descansa en su casa rosa de Windsor, trabaja desde la cama y no puede estar más cuidada por su marido, el príncipe Guillermo, que lo dejó todo para estar a su lado y atender a sus tres hijos
En las últimas semanas se ha hablado de una histerectomía, que requiere mucho tiempo de recuperación; de “reparar daños que podría haber sufrido durante sus embarazos”, e, incluso, según un programa de Telecinco, que había sido inducida a un coma después de que en el posoperatorio se llegara a temer por su vida. Una información que la oficina de los príncipes de Gales negó rotundamente y que, según The Times, ha ‘enfurecido’ al palacio de Kensington.
Remitiéndonos a las fuentes oficiales, se sabe que el 16 de enero fue operada con éxito de una cirugía abdominal planificada en The London Clinic, que no es una enfermedad cancerígena y que “está haciendo buenos progresos”. Y todo lo demás es un misterio, incluida su salida secreta del hospital, que se presupone hizo en un coche que no pertenece a la flota real.
Médicos reales
Según la prensa inglesa, Kate abandonó la clínica a las once de la mañana del último lunes de enero y regresó a la casa familiar, donde se reunió con sus tres hijos —nunca habían estado tanto tiempo separados—, con los que había estado en contacto por videoconferencia, ya que se descartó que la visitaran en el centro médico. The Mirror apunta a que la princesa estará bajo la supervisión de los médicos reales, con fisioterapeutas y seguimiento del hospital por vídeo con una enfermera especializada. Asimismo, diferentes medios británicos informan que la recuperación de su cirugía invasiva requiere reposo en cama y volver gradualmente a un estilo de vida activo. Serán semanas difíciles, pero los príncipes de Gales no están solos. Cuentan con la ayuda de los hermanos de Kate, Pippa y James, y de Michael y Carole, dos abuelos que pasan mucho tiempo con sus nietos. Guillermo y Kate han compartido la tarea de llevar y recoger a sus hijos de Lambrook School, que está a solo 20 minutos en coche de su casa, Adelaide Cottage, y ahora la responsabilidad recae en el heredero al trono y en la abuela, que los está llevando a sus actividades extraescolares.
Kate está bajo la supervisión de los médicos reales con fisioterapeutas y seguimiento del hospital por vídeo con una enfermera especializada
Carole, una mujer hecha a sí misma y un ‘torbellino’, es el ‘timón’ del clan, y ahora el apoyo con mayúsculas de Kate: “Mi familia es lo más importante. Ellos son la prioridad. Siempre será así”, confesó en una entrevista de Telegraph Media Group Limited que publicó ¡HOLA! en exclusiva en España. Y con los hechos lo demuestra, después de haber atravesado los peores momentos con la quiebra de su empresa, Party Pieces, en junio; la campaña de difamación en su pueblo, Bucklebury, descrita como ‘despiadada’, y el retrato bastante cruel que se ha hecho de ella en los episodios finales de la última temporada de The Crown. Pero Carole, que cumplió 69 años el 31 de enero, nunca se da por vencida. Como nos dijo en 2019: “Si fracasas, tienes que ser valiente e intentarlo otra vez, porque la vida te da muchos palos, y si no estás preparado para ser valiente, no vas a llegar a ningún sitio”.
Las leales
Además de la familia, Kate cuenta también con el apoyo de tres mujeres muy leales. La palentina María Teresa Turrión Borrallo , una de sus más estrechas colaboradoras, tiene bajo su responsabilidad el trabajo más importante: cuidar de sus hijos, lo que más quieren. Se formó en Norland College, uno de los centros más exigentes del mundo en cuidado infantil; entró a trabajar con la familia en 2014, cuando el príncipe George tenía ocho meses, y también ayudó a criar a la princesa Charlotte y al príncipe Louis, en el palacio de Kensington. Kate ha calificado a la ‘superniñera española’ como “increíble” y los que la vieron en acción manejando el cortejo en la boda de Harry y Meghan concluyeron que “ella debe ser “mágica”, la susurradora de niños”.
El príncipe lleva a sus hijos al colegio, y su suegra Carole Middleton los recoge y los acompaña a las actividades extraescolares y deportivas
Turrión fue interna durante ocho años, pero ahora no vive con ellos porque no hay espacio. Según Hello!, la edición inglesa de ¡HOLA!, reside en una propiedad cercana, junto al personal que trabaja con la familia, e incluiría un ama de llaves y un chef. Además de María Teresa, Kate cuenta con la ayuda de Natalie Barrows y Natasha Archer , ambas miembros de la Real Orden Victoriana. Archer, a la que todos llaman Tash, es su estilista, la mujer detrás del ‘efecto Kate’, pero también una de sus mejores amigas. Se graduó en Filología Hispánica en el King‘s College de Londres, trabajó para los duques de Gloucester y se incorporó a la Casa Real en el año 2007, como asistente personal de los duques de Cambridge. Desde 2013, después del nacimiento del príncipe George, es su asesora.
Desde su cama
En cuanto a Barrows, a la que se conoce como la ‘dama confidencial’ y la ‘guardiana de Kate’, trabaja como su secretaria privada adjunta desde 2017. Es su mano derecha y la persona que está reorganizando su agenda porque, según informó una fuente de palacio a Mirror y Daily Express UK, la princesa está “de nuevo trabajando desde su cama, planificando compromisos y hablando con su equipo” para prepararse para su regreso.
“Mi familia es lo más importante. Ellos son la prioridad. Siempre será así”, confesó Carole Middleton a ¡HOLA! en una entrevista exclusiva
Y es que Kate ni siquiera dejó de pensar en el que será su legado durante su estancia en el hospital. Si el príncipe Carlos ha hecho del medio ambiente su causa, o la princesa Diana abrazó la lucha contra el Sida y las minas antipersona, la princesa de Gales quiere abrir paso a ‘la generación más saludable de la historia’. Para ello ha centrado la atención en los hábitos de la sociedad británica y en los retos a los que se enfrenta, a la hora de criar a sus hijos. “No se trata solo de niños felices y saludables, sino también de la sociedad que podemos construir”. Es realmente importante y, desde su habitación, han encontrado la manera de que la pasada semana pudiera estar ‘presente’ en el aniversario del lanzamiento de su campaña Shaping Us, con un montaje de vídeo en el que Kate hablaba de su causa en un simposio. “Si podemos crear una sociedad que vea al niño en cada adulto y al adulto en cada niño, finalmente comenzaremos a cambiarla para mejor”.
La casita rosa
La familia Gales vive en una casita rosa de cuento. Querían dar a sus hijos una educación más ‘normal’ en un entorno natural y, en otoño de 2022, cambiaron su enorme residencia en el palacio de Kensington por Adelaide Cottage . Como futuros Reyes podrían vivir seguramente en el milenario castillo de Windsor, ahora vacío, pero han optado por esta vivienda en los terrenos de la fortaleza. Su hogar está ahora aquí, si bien es cierto que, además de su residencia oficial en Londres, cuentan con una mansión de campo, Anmer Hall, en Norfolk, y la cabaña Tam-Na-Ghar, en Balmoral.
Cuenta con los mimos de sus hijos, toda la atención de su familia y la ayuda de su niñera española, María Teresa; su amiga y asesora Natasha Archer y su mano derecha Natalie Barrows
Adelaide Cottage, construida a principios del siglo XIX, lleva el nombre de la esposa de Guillermo IV y fue renovada en 2015. Según House & Garden, el dormitorio principal, donde se podría estar recuperando Kate, tiene delfines rosados en el techo abovedado, adornos de cuerda que se usaron originalmente en el yate real, y una chimenea greco-egipcia de mármol. Se dice que era la casa favorita de la Reina Victoria —su perro ‘Dash’ está enterrado en el terreno—, pero es más conocida, gracias a la serie The Crown, por haber sido el hogar del capitán Peter Townsend, el gran amor de la princesa Margarita, tía-abuela de los príncipes de Gales. De hecho, fue la esposa de este, Rosemary, quien en su autobiografía la describió como una de las casas más húmedas y frías de Inglaterra.
La mansión de Pippa, siete veces la casa de Kate
La vivienda de los príncipes de Gales se ubica en el Gran Parque de Windsor de casi 1.950 hectáreas y está a diez minutos a pie del castillo, y a cuarenta minutos en coche de la mansión georgiana de Michael y Carole Middleton, en Bucklebury Manor. Los padres de Kate se mudaron a esta propiedad de siete habitaciones y 18 acres de terreno ligado a Enrique VIII, pero no cambiaron de zona y, con el tiempo, todos han ido regresando a Berkshire para ser casi vecinos en su antiguo territorio, el condado en el que crecieron los tres hermanos.
Todos los Middleton se han mudado al condado de Berkshire, muy cerca de Kate, y es Pippa la que tiene la mansión más espectacular
El hermano de Kate, James, se mudó de Londres al campo con su esposa, Alizee Thevenet, en 2021. Compraron una granja del siglo XVI en un pueblo llamado Stanford Dingley, a solo cinco minutos en coche de la casa de sus padres, y viven felices con su niño y sus perros. En cuanto a Pippa Middleton y su marido, el banquero de inversiones James Matthews, también se han hecho con una hermosa vivienda georgiana por la que pagaron, según se ha publicado en la prensa inglesa, 26 millones de dólares. Es una mansión señorial de 30 habitaciones —siete veces más grande que la de su hermana— y se ubica en una finca de 150, según Eden Confidential del Daily Mail. Está a 20 minutos en coche de la residencia de sus padres, lo que permite que los abuelos pasen mucho tiempo con sus tres nietos: Arthur, de cinco años, Grace, de dos, y Rose, de uno.
Futura Majestad
Kate se perderá en las próximas semanas los Bafta, el Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster y los desfiles del Día de San David y de San Patricio, pero podrá celebrar a lo grande el sexto cumpleaños del príncipe Louis, el 23 de abril, y su décimo cuarto aniversario de boda, seis días después. Los príncipes de Gales se casaron el 29 de abril de 2011 y tienen tres hijos, pero parecen una pareja de novios. Se quieren, admiran y están orgullosos el uno del otro. Han construido un hogar feliz, son la rama fuerte de la monarquía y su popularidad está por las nubes. La duquesa tiene la sonrisa de los ganadores y se ha convertido en una de las mujeres más influyentes del mundo. Su futura majestad ya es una verdadera Reina. Al menos, de corazones. Los británicos la quieren, tienen en ella una confianza plena y están deseando volver a verla en acción con su sonrisa de siempre.