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Difícilmente podrá olvidar Carlos III este 2023. Mientras que el 6 de mayo marcó el inicio de una nueva era al ser coronado, ungido, bendecido y consagrado en una ceremonia solemne e histórica en la Abadía de Westminster, seis meses después ha llegado otra fecha clave: su 75º cumpleaños este martes 14 de noviembre en el que la ciudad de Londres le ha sorprendido con un cartel luminoso en Picadilly. El Rey ha celebrado la nueva vuelta al sol en una intensa jornada en la que, además de una celebración privada en Clarence House como broche de oro, ha presentado uno de sus proyectos más personales y se ha reunido con el sector sanitario, un encuentro que ha dejado numerosas anécdotas.
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Los ausentes en el gran día han sido los duques de Sussex y sus hijos, los príncipes Archie Harrison y Lilibet Diana, que viven en California. Según Mirror, Harry de inglaterra habría llamado a Carlos III para trasladarle sus mejores deseos al cumplir 75 años. Esta llamada podría suponer un paso para acercar posturas con la Familia Real británica, de la que el príncipe Harry y Meghan Markle están alejados física y emocionalmente desde que en 2020 renunciaron a sus obligaciones reales y dejaron Reino Unido en busca de su independencia. El documental del matrimonio, su entrevista con Oprah Winfrey así como el libro de memorias del quinto en la línea de sucesión al trono han hecho que esa distancia se agrande.
Este 14 de noviembre ha comenzado con salvas de cañón desde el Palacio de Buckingham y la Torre de Londres y en Picadilly se ha encendido un enorme cartel luminoso para felicitar al soberano, cuya primera aparición pública en su cumpleaños se ha producido en un centro de distribución de excedentes de alimentos en Didcot, Oxfordshire. Allí ha lanzado el Proyecto de Alimentos de la Coronación, que pretende: conservar más excedentes alimentarios, reforzar las redes de distribución de alimentos y apoyar al sector con una financiación flexible
Dispuesto a abordar la pobreza y acabar con el hambre, Carlos III hablaba así de la iniciativa en su reciente entrevista en Big Issue: "La necesidad de alimentos es un problema tan real y urgente como el desperdicio de alimentos. Las presiones del costo de vida provocan que demasiadas familias e individuos se pierdan comidas nutritivas". Como el Rey nació en la posguerra había racionamiento de alimentos e Isabel II promovió la entrega de un paquete con productos de primera necesidad a las familias de los niños nacidos el mismo día que el futuro monarca.
Por la tarde, Carlos III ha abierto las puertas del Palacio de Buckingam para hacer una recepción con 400 enfermeras y matronas que forman parte del NHS, el Servicio Nacional de Salud que cumple 75 años de su creación. El Rey ha podido saludar a cada una de las sanitarias, a las que ha agradecido el trabajo y la dedicación. La anécdota se ha producido cuando una enfermera llamada Sandra Stephens, ha entregado al monarca una carta de felicitación de parte de su hija Isabella, que este 14 de noviembre también está de cumpleaños. Durante el acto se ha parado con una enfermera de Kenia con la que ha intercambiado algunas palabras en suajili y le ha preguntado por su última estancia en el país africano, donde estuvo hace dos semanas con la reina Camilla.
En Clarence House ha finalizado el día, en el que estaba previsto que se reuniera con sus familiares y amigos más cercanos, al igual que hizo al cumplir 70. Se trata de una vivienda construida para el duque de Clarence (tercer hijo de Jorge III) por John Nash entre 1825 y 1827. También fue el hogar de la Reina madre, abuela del monarca, durante casi cinco décadas. Precisamente con ella tenía Carlos III una bonita conexión de la que habló el 1 de abril de 2002, cuando falleció a los 101 años. El entonces príncipe de Gales se mostró completamente destrozado por la pérdida: "Tenía pavor, terror, a que llegara este momento. Ella significaba tanto para mi... Era la abuela más mágica que uno pueda tener y yo le tenía total devoción".
La primera celebración
La víspera del cumpleaños, el Rey ya tuvo una primera celebración en Highgrove House. La residencia que comparte con la reina Camilla en Gloucester acogió una fiesta del té organizada por The Prince’s Foundation a la que asistieron residentes locales de de Gloucestershire, Wiltshire y Somerset que nacieron el mismo año que Carlos III y que fueron elegidos por un sistema de votación. Con un coro actuando en directo y decoración navideña, el acto contó con una tarta de tres pisos cuya cima estaba adornada por una corona. Una agradable velada en la que el Rey, muy divertido y cercano, se paseó por todas las mesas para conocer a los invitados, escuchar su testimonio y brindar con ellos por esta nueva vuelta al sol.
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