El mes de septiembre ha comenzado con fuerza y repleto de compromisos para el príncipe Harry. Si hace tan solo unos días se dejaba ver junto a Meghan Markle vibrando y bailando al son de los éxitos de Beyoncé en el concierto que la diva del pop ofreció en la localidad californiana de Inglewood con motivo de su gira internacional Renaissance, ahora ha puesto rumbo a Europa. El hijo de Carlos III, que planeaba esta visita desde hace tiempo, ha preparado su equipaje y ha aterrizado Londres, donde ha tenido lugar la gala de premios WellChild Awards, en asociación con GSK, en una fecha muy señalada y crucial.
Tercera visita a su tierra natal en lo que va de año
El duque de Sussex, que es patrocinador de la ONG británica infantil WellChild desde hace 15 años, ha hecho acto de presencia en esta ceremonia, una función enfocada en apoyar a niños enfermos y a sus seres queridos, sin Meghan Markle y coincidiendo con la víspera del primer aniversario del fallecimiento de su abuela, Isabel II, que murió el 8 de septiembre del pasado año. Desde que el quinto en la línea sucesoria al trono británico comenzara a colaborar en esta iniciativa en 2007 tan solo faltó a esta cita, a la que sí acudió con su esposa en 2018, la última edición, pues su festejo coincidió con la despedida a la Reina.
Este viaje a la capital del Reino Unido es el primero que el duque de Sussex realiza a su tierra natal desde junio y el tercero en lo que va de año. Fue a principios de ese mes cuando permaneció tres días con motivo de las declaraciones que brindó en calidad de testigo en el juicio contra los tabloides británicos a los que demandó por escuchas ilegales junto con otros rostros conocidos. Aquella escapada express se produjo justo un mes después de la coronación de su progenitor, acto al que se desplazó durante tan solo unas horas y evitó asistir al posterior almuerzo, concierto y actos organizados por la Casa Real. No cabe duda de que sus últimas visitas a suelo inglés han estado marcadas por la brevedad y la importancia de los eventos o asuntos a resolver; ninguna de ellas ha sido para disfrutar de un descanso, por vacaciones o mero ocio.
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Un año desde la triste marcha de su abuela
La asistencia del príncipe Harry, que no ha dejado de sonreír a lo largo de la ceremonia y ha mostrado su lado más cercano y natural con todos los allí presentes, en esta jornada está marcada incuestionablemente por el momento en el que se produce. Restan tan solo unas horas para que se cumpla un año de la triste marcha de la longeva monarca, en cuyos homenajes los duques de Sussex sí participaron tras su fallecimiento, incluido el funeral de Estado. Este año no hay planeado ningún acto oficial conmemorativo en su recuerdo, por lo que es probable que el marido de la protagonista de Suits no se reúna con su familia, una información que secunda el diario Daily Mail, que, citando fuentes internas, apuntó hace días que Harry "no tiene intención" de encontrarse con su hermano o con su padre durante su estancia.
Además, este mes también es especial para él porque en una semana exacta, el próximo 15 de septiembre, soplará las velas de su 39 cumpleaños; un aniversario marcado por las especulaciones que apuntan hacia cambios en su vida personal y profesional, incluida una posible mudanza a una vivienda más cercana a Hollywood que su actual residencia en Montecito, Santa Bárbara. Entretanto, volará directamente a Dusseldorf para asistir a los Juegos Invictus, que acoge la urbe alemana entre el día 9 y el 16, a los que se espera que Meghan también acuda.
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