Hay cosas que nunca cambian y, como cada verano, el castillo de Balmoral abre sus puertas para acoger a los Windsor, aunque este año de ninguna manera es como los demás. Era la residencia favorita de Isabel II y solo su ausencia ya es un cambio enorme en la rutina estival de este rincón de Escocia, donde, además, la Reina vivió sus últimos días hace ya casi un año. Carlos III ha puesto todo de su parte para seguir la tradición de la que tanto disfrutaba su madre, aunque, sin duda, hay muchos interrogantes sobre cómo será el retiro la Familia Real a dos semanas del aniversario del fallecimiento de la Reina y también del regreso de Harry a Reino Unido.
Balmoral, el escenario más triste de las últimas décadas
Los reyes Carlos y Camilla llegaron hace unos días y el monarca fue recibido con la habitual ceremonia a las puertas del castillo a cargo del Real Regimiento de Escocia. Vestido con el 'kilt', la falda tradicional de la región y al ritmo de las gaitas, pasó revista a las tropas y saludó a un viejo amigo. Se trata de la mascota de este grupo militar, un pony de 14 años que protagonizó alguna anécdota con Isabel II, como cuando intentó dar un mordisco a su ramo de flores durante una visita en 2017.
Ya en la residencia, los reyes han recibido ya a sus sobrinas Beatriz y Eugenia de York. Se desconoce si su padre, el príncipe Andrés se unirá como en otras ocasiones, pero no parece algo factible teniendo en cuenta que está cada vez más orillado en la familia real. Si bien Isabel II siempre le dio su sitio como hijo, ahora como hermano del Rey ha perdido ese privilegio. Además, en los últimos meses la reordenación que planea el monarca de las viviendas reales afecta directamente al duque de York que no parece dispuesto a abandonar Royal Lodge como le ha requerido su hermano para ocupar Frogmore Cottage, la antigua residencia de los duques de Sussex.
Una de las preguntas que nos hacemos este año es si los hijos de la reina Camilla, Tom Parker-Bowles y Laura Hopes, así como sus cinco nietos, se unirán a la familia real y pasarán algunos días en esta residencia escocesa. De igual forma, se espera que el primer ministro Rishi Sunak y su esposa Askatha Murphy sigan la tradición de visitar al Rey durante un fin de semana en Balmoral.
A quienes sí se les espera de manera inminente es a los príncipes de Gales y sus tres hijos, que tras su descanso en Anmer Hall, culminan las vacaciones en el castillo familiar de Escocia. No así al príncipe Harry y Meghan Markle, cuyo distanciamiento con los Windsor hacen prácticamente impensable que puedan unirse a ellos durante el verano. No obstante, el duque de Sussex no tardará en volver a pisar suelo británico. Han pasado tan solo tres meses desde la última vez que estuvo en Londres para testificar en el juicio contra los tabloides, pero su esposa no viaja a Reino Unido desde septiembre del año pasado, cuando falleció Isabel II.
Precisamente el regreso de Harry con motivo de su participación en una ceremonia de la ONG Wellchild tendrá la víspera del aniversario de la muerte de la Reina. según ha confirmado a ITV, el portavoz de la pareja, Meghan no tiene previsto ir a Londres, pero se reunirá con su marido en Düsseldorf donde tendrán lugar los Juegos Invictus del 9 al 16 de septiembre. Por el momento, Buckingham no ha anunciado ningún acto público en su recuerdo, y se espera que la familia conmemore en privado y desde su querido Balmoral a la monarca.
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