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Los rumores de crisis en el matrimonio del príncipe Harry y Meghan Markle han dado paso a unas especulaciones que apuntan a que podrían mudarse de su mansión de Montecito, en Santa Bárbara (California), a Malibú, en el mismo Estado, pero mucho más cerca de Los Ángeles y Hollywood. En este conocido municipio famoso en todo el mundo por sus espectaculares playas y su agradable clima, viven muchas de las estrellas más rutilantes del celuloide como Cher, Lady Gaga o Leonardo DiCaprio.
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Según ha informado el rotativo británico Express, los duques de Sussex se encontrarían en las primeras fases para adquirir una nueva mega casa en la zona, uno de los lugares más deseados por inversores inmobiliarios y grandes fortunas dentro de Estados Unidos. Parece que la proximidad a Los Ángeles, y más concretamente a Hollywood, habría sido la motivación de este posible cambio de residencia ya que Malibú se encuentra a menos de cuarenta minutos en coche de la meca del cine, frente a la casi hora y media de tiempo que emplean en la actualidad desde Montecito.
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Otro factor importante, según el periódico británico, sería la reciente decisión de Meghan de ser representada por el poderoso agente de Los Ángeles, Ari Emanuel, de la agencia William Morris Endeavour (WME). La duquesa de Sussex estaría ahora muy interesada en expandir y promocionar su perfil mediático como productora, filántropa y creadora de contenido gracias a las conexiones y la experiencia de este mánager. Además, Meghan conoce la zona pues estuvo allí de niña.
Si la mudanza finalmente se hace efectiva no se sabe si sumarán la propiedad de Malibú a su patrimonio o, si por el contrario, venderán su hogar de Montecito, en el que se instalaron en 2020 tras decir adiós a su etapa como miembros activos de la monarquía británica.
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Lo cierto es que durante los últimos meses, el efecto de los duques de Sussex se ha deshinchado y parece que sus proyectos no han acabado de despegar. Cuando decidieron establecerse en Estados Unido parecía que se iban a convertir en los ‘reyes’ de Hollywood y salvo el libro de memorias del príncipe Harry y el documental sobre su vida en Netflix, sus trabajos no han acabado de despuntar. Con Netflix anunciaron que querían “crear contenido que informe, pero que también dé esperanza. Como padres recientes, hacer una programación familiar que inspire es importante para nosotros”, dijeron hace tres años.