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El príncipe Harry vivió uno de los días grandes de Estados Unidos llenando de atenciones y mimos a su hija Lilibet. Juntos fueron testigos del desfile que con motivo del Día de la Independencia, que se celebra cada 4 de julio y que recorrió las calles de Montecito, el municipio californiano en el que el duque de Sussex ha formado su hogar desde hace tres años con su esposa Meghan Markle y sus dos hijos.
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Esta celebración tuvo lugar solo unas horas antes de la coronación escocesa de Carlos III, a la que asistieron la reina Camilla y los príncipes de Gales. Muy lejos de Reino Unido, Harry vio las carrozas del Village Road Show de la Asociación Montecito donde, como un vecino más, disfrutó en familia de la celebración. El hermano del príncipe Guillermo eligió para la ocasion unos vaqueros, una camisa en color verde camuflaje de lino, gorra al tono y gafas de sol y sostuvo en algunos de los momentos en brazos a su niña, quien tiene ya dos años.
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La pequeña, que se parece a su padre y ha heredado de él su característico cabello pelirrojo, lució un vestido de manga larga estampado, calcetines calados altos en color blanco y merceditas rojas, un look de los más británico y europeo que nos recuerda a los que llevaba su prima, la princesa Charlotte, en sus primeros años de vida. Lili, como la llaman en casa, llevó dos graciosas coletas y una pequeña horquilla en forma de lazo azul para sujetar uno de sus mechones. Poco después, y mezclados entre el resto de vecinos, se vio a Meghan Markle y a Archie, de cuatro años, según aseguran medios como Page Six. Esta no es la primera fiesta de la Independencia estadounidense que el duque de Sussex celebra. Hace dos años fue visto en Wyoming junto a su esposa y su hijo Archie.
Esta salida familiar se produce tan solo días después de que Harry y Meghan fueran vistos juntos en Santa Bárbara (California), muy cerca de su casa de Montecito saliendo de un edificio de oficinas de la ciudad, unas imágenes que se producían después de los rumores de crisis que se habían desatado en la pareja y de que entregaran las llaves de su casa de Frogmore Cottage, su hogar en Reino Unido.
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Los Sussex también han estado en las últimas semanas en el ojo del huracán después de que un portavoz confirmara que Meghan Markle y Spotify rompían su relación contractual y ya no habría segunda temporada de Archetypes, el podcast de la Duquesa en el que hablaba con celebridades sobre los clichés de género. Detrás de la decisión estaría un problema de falta de productividad.