La duquesa de Edimburgo (58) no se ha perdido las carreras de caballos de Ascot. Ha estado junto a los reyes Carlos y Camilla en el palco real, pero también ha tenido tiempo de disfrutar de uno de los planes favoritos de los Windsor acompañada por su padre, Christopher Rhys Jones, de 92 años, que parece llevarse a las mil maravillas con su hija Sophie.
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Siempre impecable con su estilo royal y muy británcio, la esposa del príncipe Eduardo acudió a esta cita con un vestido muy primaveral blanco con estampado floral de cuello pico de Suzannah London que acompañó de un tocado en azul claro de Jane Taylor y un bolso verde claro. La Duquesa estuvo pendiente de su padre, que acudió provisto de unos prismáticos para no perder detalle de las competiciones ecuestres.
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La duquesa Sophie y su padre parecen tener una relación estupenda. Christopher abrazó a su hija por la cintura en una imagen que destila ternura y gran complicidad. Juntos estuvieron en el tercer día de la Copa de Oro, también conocido como el Día de las Damas, la carrera más antigua y prestigiosa de Ascot, que contó con 60.000 espectadores. En el pasado, padre e hija también fueron vistos en las carreras ecuestres.
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Christopher Bournes Rhys-Jones se dedicaba a la venta de automóviles . Se casó con Mary O’Sullivan, de origen irlandés y secretaria de profesión. El matrimonio tuvo a David y Sophie. La matriarca del clan falleció en el año 2005. La duquesa de Edimburgo debe su segundo nombre, Helen, a una hermana de su padre que falleció en accidente de tráfico en 1960.