El príncipe Guillermo ha acudido a su último acto público sin Kate Middleton. Sin embargo, ha estado muy bien acompañado por su tía, la duquesa Sophie de Edimburgo. Juntos han asistido a la proyección de un documental Rinho Man en la recientemente renovada central eléctrica de Battersea en el suroeste de Londres. Este proyecto cinematográfico trata de poner en valor el trabajo de los guardabosques de Sudáfrica que arriesgan su vida para que no se trafique de manera ilegal con animales salvajes, especialmente combaten la caza furtiva de rinocerontes.
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La duquesa Sophie (58) eligió con un vestido estampado de lo más primaveral con fondo en color berenjena sin mangas, bolso del mismo tono y sandalias de tacón en color natural para acudir al estreno de esta producción creada por la organización benéfica Global Conservation Corps.
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Desde que el pasado 10 de marzo Carlos III otorgara a su hermano pequeño, el príncipe Eduardo, y a su esposa Sophie el título de duques de Edimburgo - antes ostentó la distinción el príncipe Felipe, marido de Isabel II, durante 74 años-, las apariciones de los príncipes de Gales con los nuevos duquesa se han intensificado y los cuatro forman el núcleo duro de la era carolina.
En la ceremonia religiosa de coronación del monarca británico, que tuvo lugar el pasado 6 de mayo, los Gales y los Edimburgo se sentaron en la primera fila de la Abadía de Westminster y dos días después, el cuarteto fue anfitrión en una fiesta en el jardín del Palacio de Buckingham.
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Tras casarse, la duquesa de Edimburgo ha ido ganando posiciones dentro de la Familia Real, especialmente tras la muerte de su suegro y el abandono de sus deberes institucionales por parte de los duques de Sussex. Los últimos meses de Isabel II, la monarca invitaba a Sophie a que ocupara con ella la parte de atrás del coche y paseaban juntas a sus perros en los terrenos del Castillo de Windsor.