La coronación de los reyes Carlos y Camilla hizo las delicias de los amantes de la moda, tanto que una semana después de su celebración se sigue hablando ella. Junto al despliegue de trajes ceremoniales, túnicas y soberbias joyas —desde la icónica corona de San Eduardo hasta el fabuloso collar de la Reina Victoria, una pieza compuesta por 25 brillantes y el gran diamante Lahore, de 22,48 quilates, que lució en su cuello la esposa del monarca, por citar solo algunas—, así como las imponentes capas y uniformes que vistieron los miembros de la Familia Real, destacaron también los diseños de las invitadas. El acceso a la Abadía de Westminster parecía una auténtica pasarela de estilo.
Mención aparte merecen los sombreros, tocados y pamelas que, salvo excepciones como Brigitte Macron o la actriz Emma Thompson, lucieron las asistentes por exigencias del protocolo. Pero, con permiso de la Reina Letizia, que con su tocado de inspiración New Look de la firma española Balel se convirtió en una de las más aplaudidas y admiradas, la protagonista absoluta de la jornada, en lo que ha estilismos de cabeza se refiere, fue la princesa de Gales.
Cuentan los tabloides británicos que ante el deseo de “austeridad” impuesto por el nuevo soberano, su nuera se quedó con las ganas de coronarse a su vez con una tiara del joyero real en la magna ceremonia. Por ello, tiró por la calle de en medio y lució una espléndida tiara-tocado de motivos vegetales, con bordados tridimensionales de hojas de cristal e hilo de plata. Gracias a este comentado diseño, así como al que llevó la princesa Charlotte en versión mini a juego con su madre, la autora, Jess Collett, ha pasado al primer plano como la nueva sombrera favorita de la esposa del príncipe Guillermo.
Jess, que realizó la pieza en colaboración con la firma Alexander McQueen (la casa en la que Kate confía siempre para vestir sus grandes eventos), no es ajena a las damas de la familia real británica. Sarah Ferguson usó una de las creaciones de Collett en la boda de Harry y Meghan, en mayo de 2018, y la hija mayor de ésta, la princesa Beatriz, también escogio una de sus piezas para la boda de Lady Gabriella Windsor en 2019. La princesa Eugenia, Zara Tindall, ha llevado igualmente alguno de sus diseños en la cita por excelencia de los sombreros: las carreras de Royal Ascot.
Jess ha hecho sombreros y cintas para el pelo para Pippa Middleton en varias ocasiones. También Madonna, Rita Ora, Helena Bonham Carter y Thandie Newton forman parte de la agenda de clientas famosas de la sombrerera, que desde pequeña mostró su pasión por este complemento. “La primera fiesta de sombreros de Jess fue a la edad de siete años”, puede leerse en su página web. Desde temprana edad, al vestirse, sentía que un sombrero le daría la confianza para ser la persona que quería ser; para ella un outfit no estaba completo sin el sombrero. Con una madre que era modista y tapicera, parece que Jess lo tenía muy fácil para desarrollar su creatividad.
“Creo que los sombreros tienen el poder de transformar tu estilo y estado de ánimo. Todos merecen usar un artículo que los haga sentir especiales”, admite la diseñadora, que comenzó su carrera en la sombrerería después de licenciarse en diseño de moda en la Escuela de Arte de Wimbledon. Tras graduarse y antes de crear su propia marca, trabajó con renombrados sombrereros, como Stephen Jones y Noel Stewart.
Y como si cerrara un círculo, la víspera de la coronación, la diseñadora publicó en Instagram un mensaje de agradecimiento al rey Carlos, por haberle ayudado a levantar su empresa, Jess Collett Milliner, gracias al préstamo que le concedió a través de su fondo benéfico, Prince’s Trust, 25 años atrás.